Vaya día de emociones, de ansiedad, etc... como empleado de supermercado, gracias a mis compañeros por ser así, por echar horas de más por tener todo bien, por mirar por los suyos, por ser como son...
Orgulloso de trabajar con gente así, y doy gracias por tener a una encargada que después de decirle que aunque esté de tardes que si hacía falta ir todo a una a descargar los camiones por la mañana (obviamente voy a ir, no voy a dejar que revienten mis compañeros, lo tengo clarísimo), que contase, se emocionara y me abrazara, así estamos, somos personas y ojalá la gente tuviese más cabeza.
No somos máquinas, pero el trato de estos días hacia nosotros está siendo nefasto.