Mi último fue El Juego del Ángel, de Ruiz Zafón. La verdad, me dejó un sabor un tanto extraño, no lo esperaba tan "fantástico", aunque la tensión, suspense y la melancolía propia de su estilo se mantiene, de momento creo que tocó cielo con "La Sombra del Viento".
Ahora empezamos El Laberinto de las Aceitunas, de Eduardo Mendoza, muy ilusionado.