Miyako quiere gritar, pero sólo consigue inspirar un aire helado que le emboza los pulmones y se niega a salir.. nota frío en el pecho, el vello de sus brazos se eriza y nota la piel del rostro tirante y gélida... Yuriko está en un rincón, hecho un ovillo.. tiene la mirada desorbitada en una expresión de terror inhumano, un hilo de saliva cae sobre su boca balbuceando gemidos débiles sin sentido... está catatónico...
--¡¡¡Yuriko.. Yuriko, cariño!! ¿¿QUÉ HA PASADO???!!!
Miyako zarandea violentamente al joven, que no cambia su expresión ni parece inmutarse... Yuriko corre a la pequeña mesa de ordenador que hay en el salón y descuelga el teléfono para llamar a una ambulancia...
-"Tranquilízate, chica, la ambulancia llegará enseguida... no te preocupes y permanece al teléfono.. ¿tu novio toma algún medicamento, sustancia psicotrópica o tiene historial de situaciones semejantes anteriormente.. ¿señorita? Oiga..."
Pero Miyako está mirando la pantalla del ordenador fijamente.. es una de esas páginas absurdas que Yuriko suele visitar en sus ratos muertos, plagada de palabras que ella oye sin escuchar: psicokinesis, telekinesia, bilocalismo, viajes astrales, psicofonías... En esta aparece la imagen fija de una webcam ("ghostcam", según reza el título de la web con letras pretenciosamente "terroríficas" más dignas del título cutre de una película de miedo casposa de Serie B que de algo que pretende ser para-científico)... Algo le atrae poderosamente..
Por la ventana suena in crescendo una sirena de ambulancia... pero Miyako no escucha... sólo mira la extraña imagen..
Al parecer es una webcam con un reloj marcando la hora que, en tiempo real, muestra parte de una habitación... hay una pared lisa con un armario grande y oscuro; junto a él, una cuna vacía de bebé, inmaculadamente limpia... una puerta abierta muestra un pasillo silencioso de baldosas típicas españolas... nada más.
Los golpes en la puerta la despiertan de su ensimismamiento... son los sanitarios. Miyako reacciona con la misma desesperación con la que instantes antes (¿cuánto tiempo ha estado hipnotizada mirando esta absurda pantalla?) zarandeaba a su novio, que sigue en la misma postura, catatónico.. Deja trabajar a los sanitarios mientras desesperadamente recoge algunas cosas de Yuriko y les sigue hasta la ambulancia... Cierra el apartamento dando un portazo y se encaminan al hospital.
MIentras, en la pantalla del ordenador, una figura atraviesa el pasillo por delante de la puerta abierta de la habitación... y mira a su interior... se lleva un dedo enhiesto a los labios ordenando silencio...
(continuará)