Hace un par de semanas conocíamos la
noticia de que sería posible extraer datos privados del disco duro de una Xbox 360 usada y ahora
leemos que el gobierno norteamericano quiere hacer justamente eso. Según el Departamento de Seguridad Nacional pedófilos y terroristas usan las consolas actuales para buscar víctimas o comunicarse, pero las medidas
antipiratería incorporadas por los fabricantes dificultan las tareas de investigación.
La solución es utilizar métodos similares a los empleados por la
scene para obtener los datos cifrados almacenados en las consolas y analizar el tráfico de red, y para ello ha firmado un
contrato con una compañía privada de seguridad que será quien realice la investigación.
Foreing Policy publicaba hace unos días más detalles sobre el estudio, del que nos llama la atención el origen de las consolas que se analizarán:
Este proyecto requiere la compra en el extranjero de videoconsolas usadas que probablemente contendrán información importante y sensible de sus anteriores propietarios. ¿Por qué comprarlas en el extranjero? Porque no deseamos trabajar con datos pertenecientes a ciudadanos estadounidenses debido a la legislación sobre privacidad, si en las consolas compradas fuera encontramos datos de norteamericanos borraremos esos datos del estudio.