El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) ha publicado un informe (
pdf) que advierte sobre un enorme incremento en el consumo eléctrico de las consolas de última generación. El estudio llevado a cabo por el grupo medioambiental determina que este aumento proviene de los nuevos modos de espera (
standby) y de las funciones de vídeo, que ya representan a lo largo del año un 40% del consumo total, acortando distancias con las funciones de juego.
Según las pruebas de la NRDC, PlayStation 4 y Xbox One consumen de media al año entre dos y tres veces lo que sus antecesoras, aún pese a contar con características de ahorro de energía. PS4 ha demostrado un consumo eléctrico en espera de 8,5 vatios (3 vatios con la carga de USBs desactivada), Xbox One 15,7 vatios y Wii U con tan solo 0,4 vatios. El informe explica que Xbox One presenta el mayor consumo debido a mantener en espera el control de voz de Kinect.
A la hora de jugar a juegos las tornas se invierten entre las dos consolas más potentes. En este caso PS4 utiliza 137 vatios de energía eléctrica mientras que Xbox One gasta 112 vatios, seguidas a mucha distancia por Wii U que con 34 vatios en juego llega a mejorar el consumo anual de Wii. El sistema de Microsoft no sale tan bien parado sin embargo a la hora de ejecutar su aplicación de TV, que añade 72 vatios adicionales al consumo de la máquina.
El informe advierte que de no cambiar el modo de funcionamiento de las consolas de esta generación, "la mayor parte de esa energía se consumirá cuando nadie esté utilizando la consola pero esta sigue esperando un comando de voz en medio de la noche y utilizando una potencia mayor de la necesaria para mantener los puertos USB activos". La NRDC aconseja encarecidamente a los fabricantes recortar el consumo en aplicaciones de vídeo y desactivar las funciones que no sean necesarias para minimizar el consumo.
Como dato para entender la magnitud de la situación, el organismo sin ánimo de lucro asegura que de sustituir todas las consolas PS3, Xbox 360 y Wii vendidas en EE.UU. desde 2005 a 2013 por sus sucesoras, la electricidad consumida por estas máquinas cada año podría alimentar todos los hogares de la ciudad de Houston durante el mismo tiempo. Esto produciría una factura de 1.000 millones al país americano, de los cuales 400 millones se gastan en espera o reproduciendo vídeo, no jugando.