Oy oy oy oy... Lo que m'ha pasao!!
Salgo de la facultad y me encamino hacia el metro con unos compis de clase. Íbamos hablando alegremente cuando, de repente, nos adelanta un chico con un abrigo verde y... ¡¡un sujetador colgando de la capucha!! Decía un chaval: -Tiene que ser una riñonera... No puede ser...- Y yo -¡Joder, que tenía hasta el lacito rosa!-
Total: que no nos podemos quedar con la intriga y le seguimos por el metro, con la suerte de que se mete en dirección a mi andén. Voy siguiéndole y me meto en el mismo vagón que él. Mierda. Se sienta y no se le ve el sujetador. Está claro entonces que no lo hace por llamar la atención, ya que si no, se hubiera quedado de pie... Me voy fijando en él y veo que se baja en la misma parada que yo. ¡Hurra! Salgo del vagón, me hago un poco la remolona y me coloco justo detrás de él para subir las escaleras mecánicas. ¡Joder, que si es un sujetador! ¡Con relleno y todo!
Íbamos todos los viandantes partiéndonos de risa, mirándonos los unos a los otros, incrédulos... Y el pobrecito este, mirando medio perdido los carteles de salida...
Si es que las prisas no son buenas...