El Consejo de Ministros ha
acordado la compra de acciones de Telefónica hasta alcanzar un máximo del 10 % de su capital social, en una operación que se llevará a cabo mediante la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). De esta forma el Gobierno de España renacionaliza parcialmente al operador de telecomunicaciones y se convertirá en su mayor accionista por delante de Arabia Saudí, que recientemente se valió de la Saudi Telecom Company para hacerse con el
9,9 % de Telefónica a cambio de 2.100 millones de euros.
“La presencia de un accionista público en Telefónica supondrá un refuerzo para su estabilidad accionarial y, en consecuencia, para preservar las capacidades estratégicas y de esencial importancia para los intereses nacionales”, dice el Consejo de Ministros en su nota de prensa. El Gobierno señala que Telefónica es una de las principales compañías del país, líder en el sector de las telecomunicaciones y clave en otros ámbitos estratégicos como los relacionados con la seguridad y la defensa. Asimismo, recuerda que Telefónica está presente en “todas las áreas tecnológicas del Ministerio de Defensa”.
En su comunicado, el Consejo de Ministros sostiene que la entrada en Telefónica “va en la línea con los países de nuestro entorno”. Alemania ostenta un 13,8 % del capital de Deutsche Telekom; Francia dispone de un 13,4 % en Orange; e Italia tiene previsto incrementar hasta el 20 % su participación en NetCo, la sociedad que agrupa los activos de red fija de Telecom Italia. En el caso de España no está de más recordar que el Gobierno era el propietario de Telefónica hasta que fue totalmente privatizada mediante dos ofertas públicas de acciones en 1995 y 1999.
Actualmente Telefónica tiene un valor bursátil de 20.500 millones de euros, así que una participación de hasta el 10 % costaría al Estado 2.050 millones de euros. El precio final lo marcará el mercado, que aún debe reaccionar a la operación. Este movimiento también nos avanza que el Gobierno estaría dispuesto a autorizar la presencia de Saudi Telecom Company en el accionariado de Telefónica. Al convertirse en el mayor accionista de la compañía, el Gobierno neutraliza la entrada de Arabia Saudí sin tener que enfrentarse a uno de los mayores productores de petróleo del mundo con un veto parcial o total.