No sólo mintió Soria de una manera descarada.
Es que ahora ha mentido todo un presidente, diciendo que el ex-ministro pasó por un concurso para obtener la plaza, cuando no existió ni concurso ni evaluación alguna.
Mentir no es delito para el común de los mortales, pero para un político es de extrema gravedad pues deja su credibilidad por los suelos
¿Qué es un político sin credibilidad?
Un político tiene que ser ejemplar, y eso va mucho más allá de cumplir la ley.