Tr4ncos escribió:Saludos,
bienaventurados los que viajáis por estas tierras intangibles.
Os encontráis con un
anodino alborotador en estos foros, con bastantes
máculas en su historial. Preparáis la impertinente réplica y vuestra preocupación es notable: no hay que caer en lo rayano al
oprobio vulgar, se ha de
vituperarle con una gracia sin par; lo contrario es
amparar una de las vías para empobrecer la lengua y, por lo tanto, la
ánima creativa del pueblo. Tenéis un par de ejemplos propuestos acá por si debéis correr de manera
acuciante a la condenada réplica: menospreciar su ordinaria forma de expeler
perogrulladas tildándole de
amanuense y dejándole claro que se contenta
yuxtaponiendo sus opiniones junto a las de sus lecturas favoritas, que necesariamente habrán de ser semejantes.
La otra manera es una risa
sardónica desde la calidez de tu
morada. Y si es
menester, aderezar la experiencia interior con un
argumento ad hominem con, preferiblemente, una palabra
ignota para una
miríada de hablantes. Verbigracia, la palabra
ósculo para
espetarle, de manera
subyacente, una supuesta condición sexual que se ignora en multitud de casos.
Un servidor se despide, ¡que gocéis de una
pantagruélica comilona en estas horas de penumbra!