Mis perros, por supuesto. Siempre quise un perrito, me daba igual aspecto o edad, era un coñazo pidiendo perros todos los años. Tenía una hucha de ahorros sólo para cuando pudiese tener perro. Un día mi madre vino del curro con un periódico de segunda mano, y vio un anuncio de que vendían cachorros de cócker cerca de nuestro barrio. Mi madre me miró y me dijo: arréglate, vamos a por tu perrito. Y con mis 8 años conseguí así a mi primera perra, que murió hace 2 años lamentablemente.
Mi perro Balto fue muy especial también. Me pilló más mayor, con 12 años, y lo mismo, teníamos un chalet y yo quería mi perro de raza grande para adiestrarlo yo y tal, y cada día iba al ciber del pueblo a mirar por internet perros en adopción. Y un domingo mi madre me dijo: venga, vístete, que vamos al mercadillo del pueblo de al lado. Cuando vi que nos dirigíamos a un chalet y en la puerta había una niña con dos cachorros cruce de pastor alemán y collie...casi me da algo. Fue un subidón curioso.
Otro, cuando mis padres estuvieron mirando chalets. Vivíamos en uno de los peores barrios de Madrid, en un piso pequeño, 4º sin ascensor, y yo una amante del campo y la naturaleza atrapada ahí xD. Yo tenía 11 años, y mirando chalets vimos uno que nos enamoró a todos menos a mi madre, y no quería comprarlo, lo que hacía que yo tuviera un disgusto curioso, porque me encantaba el pueblo y la casa. Un día me recogieron del cole mis padres con mi hermano, decían que íbamos al Retiro, y de repente veo que llevamos muuucho rato de carretera. Mi madre se da la vuelta y nos da a mi hermano y a mí una tarjeta a cada uno, con una llave dentro, y ponía "Esta es la llave de vuestros sueños". Mi hermano el bobo creía que era una moto para él jajaja, pero yo recuerdo que me eché a llorar de la emoción, porque habían comprado el chalet que yo quería, que por cierto ahora es del banco. Maldita burbuja inmobiliaria xD.
No son regalos materiales como tal, en plan envuelto en una caja, de hecho ya no conservo ninguno de los 3, pero me han dejado un agradable sabor de boca y un recuerdo imborrable.
AH! y un regalo precioso de mi chico. Él es geólogo, y a los pocos meses de salir me regaló una piedra, pero es la piedra más preciosa y especial que he visto nunca. Un cuarzo que tiene dentro otro cuarzo en forma de corazón. Le ofrecieron dinero y todo y dijo que nanain, que para su chica.