La semana pasada
hablábamos de los datos ofrecidos por IDC y Gartner que indicaban caídas en las ventas de ordenadores en el segundo trimestre del 2015 y se apuntaba como uno de los factores en el tiempo la llegada de las tabletas y los
smartphones como sustitutos de tareas. Ahora un nuevo estudio, por parte de
Forrester Research, indica que las tabletas también viven un momento de
estancamiento.
El análisis parte de la base de la saturación. El mercado actual muestra un nivel desproporcionado de modelos, donde podemos encontrar desde una tableta con Android de dos dígitos en el precio, hasta las gamas altas de Apple o Samsung. Pero existen otros factores que indicarían el porqué de este estancamiento.
El estudio marca claramente la aparición de los
phablets en los mercados. Los fabricantes de
smartphones muestran una tendencia cada vez más clara en la fabricación de estos teléfonos con grandes pantallas, lo que acaba incidiendo en un efecto negativo en la venta de tabletas. Forrester indica en su estudio que el 41% de los trabajadores que engloban la comunicación en el mundo está utilizando un
smartphone con pantalla de más de 5 pulgadas. El 11% de los encuestados también aseguraron que su
tablet primaria era en realidad un
phablet.
Si actualmente el mercado ya está dando síntomas de saturación en el propio mercado de los
phablets, las
tablets acaban disminuyendo aún más sus ventas. Samsung por ejemplo tuvo una caída de ventas en su flota de tabletas de 5 puntos porcentuales el año pasado, tras el lanzamiento del Galaxy Note 4. Algo parecido ocurrió con Apple y su iPad tras el lanzamiento del iPhone 6 Plus, ya que durante el cuarto trimestre del año pasado las ventas del iPad cayeron un 18% respecto al año anterior.
Aun así, según Forrester existe una buena noticia para las tabletas, no es otra que el mundo empresarial y el asentamiento que han tenido estos dispositivos como herramienta de trabajo básica e imprescindible. Más de la mitad de los encuestados por Forrester hablan de un uso mínimo semanal de la tableta para el trabajo, además indicaban que si la empresa no les proporcionaba una ellos mismos llevaban una propia al trabajo. El estudio indicaría que el 29% de las empresas ofrecen de alguna forma tabletas a sus empleados.
En cualquier caso, a diferencia de los
smartphones, donde las nuevas características y las grandes especificaciones impulsan a la demanda de actualizaciones cada dos años, las tabletas no tienen el mismo ritmo de innovación. Una situación que hace que sea difícil llevar a los consumidores a comprar una nueva cuando la que ya poseen puede prácticamente hacer lo mismo que el último modelo.