El culebrón en el que se ha convertido la compra de Twitter por parte de Elon Musk vive un nuevo capítulo después de que el magnate haya comunicado que retira la oferta de adquisición. Musk alega un incumplimiento del acuerdo por parte de Twitter, algo que niega la junta directiva de la red social, que mediante su presidente ya ha avanzado que demandará al multimillonario para que cumpla con lo acordado y pague los 43.000 millones de dólares prometidos.
“Durante casi dos meses, el Sr. Musk ha buscado los datos y la información necesarios para ‘hacer una evaluación independiente de la prevalencia de cuentas falsas o spam en la plataforma de Twitter’”,
dice la carta que el equipo legal de Elon Musk ha enviado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. “Esta información es fundamental para el desempeño comercial y financiero de Twitter e imprescindible para completar las transacciones contempladas en el acuerdo de fusión [...]”.
“Twitter ha fallado o se ha negado a proporcionar esta información”, continúa el mensaje. “En ocasiones, Twitter ha ignorado las solicitudes del Sr. Musk, a veces las ha rechazado por razones que parecen injustificadas y, a veces, ha afirmado cumplir mientras le daba al Sr. Musk información incompleta o inútil”. El abogado de Musk afirma que la oferta de compra se hizo en base a los datos públicos de Twitter sobre el número de cuentas falsas o spam. Al considerar que esta información era inexacta, el magnate dice estar en posición de rescindir el acuerdo.
No lo ve de la misma manera Bret Taylor, presidente de la junta directiva de Twitter, que
en un tuit ha comunicado que “se compromete a cerrar la transacción con el precio y los términos acordados con el Sr. Musk”. Para conseguirlo la compañía planea presentar una demanda. En la corte, corresponderá al equipo legal de Musk demostrar que Twitter ha incumplido el acuerdo de compra, pues el multimillonario no se puede retirar sin más. La batalla legal está servida.
Elon Musk
empezó adquiriendo el 9,2 % de Twitter el pasado abril en una operación de 2.890 millones de dólares. Pocos días después lanzó una
oferta de compra que valoraba la red social en 43.000 millones de dólares y la junta directiva
aceptó la propuesta. Sin embargo, Musk no tardó en
preparar el terreno para dar marcha atrás y en mayo paralizó la adquisición afirmando que “al menos” el 20 % de las cuentas de Twitter podrían ser falsas. Dos meses después, Musk cancela la operación y será demandado.
Hay una buena razón por la que Elon Musk quiere abandonar el acuerdo y Twitter mantenerlo. El magnate se comprometió a pagar 54,20 dólares por cada acción de la red social, que ahora mismo cotiza a 36,81 dólares. Además, si la compra no se consuma el culpable de romper el contrato debe abonar a la otra parte 1.000 millones de dólares.