A mí me gusta.
Pasear por las calles llenas de luces y adornos, los dulces navideños, las vacaciones... disfrutar del tiempo libre con mi niño, arropados entre las mantas... también regresar a casa a ver a mi familia... y la noche de fin de año, con las campanadas, las uvas, todo un ritual que culmina con un beso a la persona que me brindó la felicidad una noche como esa años atrás... no sé, me gusta todo eso. Igual que disfruto del olor a castañas en otoño, del crujir de las hojas secas o de las primeras lluvias. Cada época tiene su encanto.
El aspecto religioso de la navidad me da igual, y también la faceta consumista e hipócrita. Si alguien quiere gastarse un pastón en regalos o hablarse con el amigo/familiar al que odia porque lo mandan las fechas, pues perfecto. Yo no pienso hacerlo, y puesto que nadie me obliga a punta de pistola, no tengo motivos para odiar la navidad.