Jamón ibérico se corta "con fundamento" en Japón escribió:
Yukio Konishi, cocinero japonés, es quizá el primer experto nipón en este ritual culinario español.
Armado con una curiosidad sin límites, el pueblo japonés actúa como una esponja, absorbe todo lo que ve, se enamora y lo reproduce con una fidelidad asombrosa. El último arte en caer en sus manos ha sido el del corte de jamón ibérico.
El cocinero japonés Yukio Konishi, un apasionado de la gastronomía española, puede hacer gala de ser el primer experto nipón en este ritual culinario.
Lo acredita el diploma que ganó esta semana como vencedor del primer Concurso de Corte de Jamón Ibérico de Bellota Andaluz celebrado en Japón.
Seis cortadores se enfrentaron en la final que tuvo lugar en un salón del lujoso hotel de Tokio New Otani, en el marco de la segunda edición del foro "Amigos de Andalucía" organizado por la Junta de la sureña región española.
"El ambiente era muy tenso", señaló asombrado el presidente del Consorcio de Jabugo y principal responsable de esta iniciativa, Julio Revilla.
Los finalistas afrontaron la prueba con una seriedad máxima, frente a unos jueces que no perdían detalle en aspectos como el estilo de ejecución, la originalidad de la presentación o el grosor y el tamaño de las lonchas.
También se examinaba la destreza en el corte de las distintas partes del jamón (maza, culata, babilla y jarrete) y el rendimiento de la pieza y las raciones.
"Yo les decía en broma: tranquilos que perder es incluso mejor, porque el perdedor se podrá presentar el año que viene y el premio será más grande", afirmó Revilla en alusión a la placa y el viaje para dos personas a Andalucía que se llevó el vencedor en esta ocasión.
JAMÓN A PRECIO DE ORO
Haciendo balance de la prueba, el empresario andaluz reconoció el "conocimiento alto" de los participantes, pero quedó defraudado por la lentitud del corte.
El jamón ibérico es un producto que lleva muy poco tiempo en el mercado japonés.
Las fronteras del archipiélago se abrieron en 1999 para el jamón curado, pero se volvieron a cerrar en el 2001 durante tres años a causa de varios brotes de peste porcina en la península ibérica.
Una vez libre de restricciones a la importación, Japón se ha convertido en el primer comprador fuera de Europa del suculento artículo gastronómico y lo vende a precio de oro.
Revilla mantiene que el jamón ibérico de bellota más caro del mundo se encuentra en los exclusivos grandes almacenes de Kinokuniya, en el barrio de Aoyama, donde un kilo del tipo ecológico cuesta 450 euros.
La escasa tradición en la manipulación del jamón es considerada por este empresario como la principal razón de la lentitud en el corte de algunos de los finalistas del concurso.
"Están más acostumbrados a cortar pescado fresco que productos cárnicos curados", sostuvo Revilla, de ahí que el ganador fuera un profundo conocedor de la gastronomía española.
KONISHI SE CURTIÓ EN EL CASABLANCA
Yukio Konishi, que celebró su victoria como un torero, saludando con el gorro de cocinero como si de una montera se tratase, regenta tres restaurantes de comida española y un bar de tapas en la ciudad de Osaka, en el suroeste del archipiélago nipón.
"Alegro mucho", dijo con un entrecortado español y una contagiosa sonrisa al resumir sus sensaciones.
Konishi se curtió en los fogones del restaurante Casablanca de la madrileña calle Barquillo durante cuatro años, a mediados de los ochenta.
Después regresó a Japón, pero la distancia no le impidió seguir estrechamente ligado a la restauración española.
A comienzos de este año participó en la Quincena de Cocina Vasco-Japonesa "Hondarribia Fusión", junto a los chefs del restaurante Alameda, Gorka Txapartegi, y el hotel Río Bidasoa, José Benito Cabrera, entre otros.
Konishi, de 43 años, no esconde su amor por la cocina regional española, al tiempo que señala que el estilo de diseño del catalán Ferrán Adriá le parece "interesante", pero confiesa que no es lo suyo.
Al ser preguntado sobre con qué tradición gastronómica regional se queda dice rápidamente: "hoy con la andaluza".
Si bien no puede ocultar su atracción por la cocina del País Vasco, de donde adora el "chuletón", que sirve a sus clientes en la parrilla de su restaurante "Carbón", y sobre todo el pescado.
Además de ser un experto cortador de jamón, Konishi domina el castellano más "castizo". Para describir su última visita culinaria al puerto de la localidad guipuzcoana de Guetaria explicó sin parpadear que allí se comió un rodaballo que estaba "acojonante".
Hasta esto que he puesto, me parece mas interesante, fijate tu.