Cómo sois, el centro médico confiando en nosotros y vosotros viéndolos con malos ojos, ellos dando validez a las respuestas que les damos sin cuestionarlas en ningún momento, sin hacernos el feo de verificarlas porque se las creen de corazón, y vosotros sospechando de ellos.
-¿Ves bien?
-Sí. Confíe en mí.
-¿Escuchas correctamente?
-Sí. Confíe en mí.
-¿Tienes algún problema mental?
-Sí, pero me he dejado en casa los papeles que revelan mis tendencias suicidas y mi desviación hacia el kamikazismo.
-...
-Nah, es coña, porque obviamente si ese fuera el caso le hubiera traído los papeles encantado aunque ud. se hubiera visto obligado a denegarme la renovación.
-Chico, por un momento me asustaste, pensé que de verdad tendría que llegar a hacerte alguna prueba real, pero veo que eres de la broma. Me caes bien, me recuerdas a mí cuando era joven, solo te cobraré 90€.
-Qué enrollado es ud, deseoso estoy de pagárselos.
-Sí, y ya hemos acabado. Mientras preparo los papeles ponte a jugar con la Atari.
-Vale.
Algo así son mis revisiones.