A mí también me parece un sacrilegio manipular de cualquier forma un libro, pero sí es cierto que cuando te topas con uno subrayado y con notas tiene cierto encanto, más que nada por el cotilleo de saber como lo ha entendido una tercera persona y qué cosas le han parecido destacables. Pero en los mios jamás lo hago, de hecho incluso me encantaría comprarme una plastificadora y dejarlos plastificados cuando los acabo para que ni les entre la más mínima mota de polvo
. Bueno ahora que lo pienso, sí que escribo en la última página con lápiz y lo más diminuto posible la fecha en la que he terminado de leerlo, con los años he visto que es una práctica muy útil a la vez que nostálgica.
mecavergil escribió:No, jamás. Me da mucha rabia sobre todo los lomos que se doblan por la mitad... y eso que los abro muy poquito para que no se jodan.
A mi me encanta abrir por primera vez un libro nuevo, forzarlo un poquito para que se lea bien pero no demasiado. Es como desvirgarlo
loquehayquever escribió:soy de los que se pasan 10 minutos a la hora de comprarse un libro eligiendo a ver cuál de los que tienen en la tienda está mejor, sin los lomos doablados ni tal.
¡Oh sí, yo también! He montado cada show en fnac por querer coger el penúltimo libro del fondo (que suelen ser los menos dañados) que un día me van a llamar la atención
Contaré una anécdota relacionada con el tema del hilo que me ha pasado con el último que he leído: resulta que lo tuve que comprar de segunda mano por estar descatalogado. Hacia la mitad más o menos me encuentro con una anotación en la parte superior de la hoja. La nota era nada más y nada menos que una consecución de seis números aleatorios ordenados de menor a mayor con otros dos separados de ellos. ¿Cuál fue mi conclusión? Que era una señal a lo "Lost", era mi destino que me estaba animando a echar una primitiva
. Pero antes de salir raudo y veloz a hacerlo me dio por usar la cabeza y buscar en internet: efectivamente era el número de la primitiva, con su complementario y su reintegro... ¡pero de hace 12 años! Siempre llego tarde