Ficción musical: si los Beatles no se hubieran separado

1, 2, 3
Guilletek escribió:
”Me he ido a Liverpool. Nos vemos en un mes
Aun ba buluba balam ban bú”


¿Alguien puede explicarme de que va lo del ''Aun ba buluba balam ban bú''? Gracias.
Guilletek, por tu parte genial, como siempre.

[bye]
Durante los próximos días estaré de vacaciones. Seguiré escribiendo a la vuelta...

Imagen
Guille,no te habrás olvidado de nosotros,ávidos lectores de tu Ficción Musical? [jaja]
Luis14 escribió:Guille,no te habrás olvidado de nosotros,ávidos lectores de tu Ficción Musical? [jaja]


No, no... Lo tengo en cuenta. Pero no he tenido tiempo. En cuanto pueda vuelvo a escribir (mañana si es posible)

Lo siento [decaio]
Aqui otro esperando el siguente capitulo.

Cuando puedas,publicalo. ;)
yo creo que hubieran durado unos pocos años mas, la tension dentro del grupo pues hizo todo
ademas la culpa de todo la tiene Yoko Ono
Guilletek escribió:
No, no... Lo tengo en cuenta. Pero no he tenido tiempo. En cuanto pueda vuelvo a escribir (mañana si es posible)

Lo siento [decaio]


lo siento,pensé que los tenías escritos y los ibas posteando;por nosotros no te preocupes,a tu ritmo [oki]
CAPÍTULO 13


Hacía tiempo que no pasaban por allí. Cuando llegaron a Liverpool, John y Ringo decidieron visitar a unos amigos, Paul prefirió pasear y George, que no tenía nada mejor que hacer, decidió acompañar a McCartney antes que volver a ver a gente con la que ya tenía poco en común.

Ambos caminaron durante un buen rato. Hasta que llegaron a aquel lugar. Speke. George y Paul leyeron aquel cartel que rezaba en desgastadas letras “Bus Stop”.

-”Ha llovido mucho desde entonces…”, susurró George…
-”Sí… ¿catorce?, ¿quince años?”
-“Joder, Paul… eres una maldita enciclopedia Beatle…”
, dijo George riendo.
-”Supongo que sí”

Ambos se miraron en silencio. Aguantaron la mirada apenas unos segundos. Parecieron horas. Años atrás George acostumbraba a coger el autobús en esa parada, Paul solía subirse en la anterior. En la escasa media hora que duraba el trayecto hablaban de guitarras, discos, de sus sueños… El tiempo siempre se les hacía corto. Ahora apenas podían mantenerse la mirada…

-”Recuerdas a Pete?”, dijo Harrison intentando romper la tensión.
-”¿Shotton?”
-No, no…, me refiero a Pete, a Pete Best”

-”¡El viejo Pete!”, exclamó Paul abriendo mucho los ojos, ”¡Joder!, ¿qué habrá sido de él?”
-“A veces pienso en lo que le hicimos…”
-“¿En serio?”
, se interesó Paul a sabiendas de que aquella podía ser su primera conversación en meses.
-”Ya sabes…, creo que, a veces, tengo cierto remordimiento…, tuvo que ser duro bajarse del barco justo antes de que todo esto explotara…”
-“Pero no tocaba demasiado bien…, Ringo es mucho mejor”
-“¡Joder Paul!, ¡Ya lo sé!”
, dijo Harrison subiendo la voz, ”¡Ese es tu puto problema!, ¡sólo te importa el grupo!,… te da igual si los que formamos parte estamos jodidos o no…, ¿Quién soy yo para ti?, ¿el beatle-george?, ¡soy George, Paul, George!, …el grupo se puede ir al demonio por lo que a mí respecta.

McCartney mantuvo la mirada fija en Harrison. Sabía que estaba en lo cierto. El grupo era su vida, y no tenía claro cómo subsistir si algún día dejaba de ser un “beatle”.

-”Touché”, susurró.
-”Bueno…, ya estamos acostumbrados. Eres así…, y, en algunos momentos, esa actitud mantuvo el grupo unido pero…, ahora estamos cansados Paul…, yo por lo menos. Estoy muy cansado de esto. Tengo ganas de andar solo”.
-“¿Sabes una cosa George?,… a veces, yo también”.


Harrison quedó boquiabierto. Nunca hubiera pensado que Paul, tan opuesto a él, pudiera compartir ese sentimiento de hastío. En cierto modo, esto le entristeció…, por otro lado, por primera vez se volvió a sentir cerca de antiguo amigo.

-”¿Damos un paseo?”, dijo George, ”Podíamos hacer andando la vieja ruta que nos llevaba a la escuela…”
-“Me parece bien”


Llevaban caminando apenas unos metros cuando George pasó el brazo por encima del hombro de Paul. Lo estrechó contra sí mismo, mientras le revolvía el pelo con la otra mano.

-”Paulie, Paulie…, el círculo se cierra”

***

John y Ringo aparcaron el coche. Lennon paró el motor y mantuvo las manos en el volante.

-“Se hace raro volver”, dijo Ringo rompiendo el silencio.
-“Quizás nunca nos fuimos de aquí…”
-“¿Qué quieres decir”
-“No sé…, a veces pienso que todo, ya sabes, el grupo, la gloria…, que todo ha sido un sueño… Y ya va siendo hora de despertar”.
-“Creo que todos nos sentimos así, en cierto modo…”
-“Paul no…”.
-“No lo tengo tan claro…, Paul es como es pero tampoco creo que se sienta demasiado bien tal y como estamos”.
-“Ya…, supongo que no…”
-“¿Y tú?,…¿Cómo estás John?”
-“¿Respecto al grupo?”
-“¡Al demonio el grupo!, ¡Quiero saber cómo estás tú!, …estoy preocupado por ti, creo que todos lo estamos. Ya sabes,…desde que conociste a Yoko no eres el mismo…”


John comenzó a reír.

-”¿Aún no lo entendéis?, ¡Yoko no tiene nada que ver!, Ritchie, ya no tenemos veinte años. Llevo quince años de mi vida comiendo, durmiendo, riendo, llorando con Paul, después con George y luego contigo…, y simplemente quiero pasar página. ¿Aún te hace feliz el grupo?, ¿qué más podemos hacer?, ¡se acabó!, …necesito empezar algo nuevo. Si no hubiera encontrado a Yoko, hubiera sido otra cosa…, y creo que, en cierto modo, todos os sentiréis igual más tarde o más temprano. Sé que Yoko es un blanco fácil, pero ella no tiene ninguna culpa…, supongo que de alguna forma quiere apartarme del grupo, pero simplemente porque está enamorada… ¿tan difícil es de entender?, ¡quiere tener una familia!, … quiere que estemos juntos. No hay más…

Ringo quedó perplejo. Sabía que, por doloroso que fuera, el discurso de John no carecía de sentido.

-”Te entiendo John, pero me da pena que todo acabe”
-“No puedo hacer nada para remediar eso…, pero no deberías sentirte mal. Hemos sido la banda más jodidamente grande del mundo. Y , quién sabe…, quizás dentro de veinte años volvamos a vernos”


Ringo sonrió pero, durante un momento, sintió un escalofrío, un frío helador… No sabía el porqué, pero sabía que aquello no ocurriría.

-”Paul lo está pasando mal…”
-“Lo sé Ringo, y, lo creas o no, me duele…, me duele mucho. Quiero a ese cabrón, pero está ciego… Tiene su maldita familia, tiene talento… ¡Maldita sea! ¡Que monte “The Maccas” y salga a la carretera”


Ringo rompió a reír.

-“Eres incorregible John… Vamos, salgamos del coche”
-“Vamos, me pregunto cómo estará el viejo Pete”
dijo John abriendo la puerta del coche.

Estaban a punto de tocar el timbre de la puerta de Pete Best, cuando vieron a lo lejos a dos personas corriendo, parecían dos adolescentes echando una carrera.

Eran Paul y George.

-”¡Qué demonios!”, dijo John sorprendido. ”¿Qué leches hacen aquí?, ¿no habían ido a pasear por ahí?”
-“Ya ves Johnny…, parece que aún tenemos cosas en común…”
muy bueno,como siemp genial,esperando el capitulo 14. [buenazo]

Una cosa,tehas equivocado en el capitulo,es el 13,no el 12....
Welcome back, Mr. Tek! Ya se hacía larga la espera.

Saludos!
enorme Guille...has pensado en juntarlo todo cuando esté acabado y publicar un libro? [idea]
CAPÍTULO 14


Pete nunca fue alguien que destacara. Era tímido, uno de esos tímidos que saben que lo son y no hacen nada por remediarlo. Había sido uno de ellos, eso nadie podría quitárselo, rozó la gloria y eso es más de lo que muchos podían decir. El resentimiento estaba allí, no podía negarlo, pero con el tiempo había conseguido aparcarlo y ver el lado positivo del asunto.

Y allí estaba él, el eslabón perdido del mundo Beatle, preparando el té en la que había sido casa de sus padres. Su tranquilidad se vio turbada por el insistente timbre de la puerta. Posó la tetera sobre la alacena de su ordenada cocina y caminó con paso cansino hacia la puerta. John.

-”Hmmm…”, dijo mientras olisqueaba el ambiente, “¿té?, supongo que tendrás una taza para los viejos amigos”, inquirió John forzando su ahora matizado acento de Liverpool.

Best quedó paralizado, hacía casi diez años que no lo veía en persona.

-”Claro, claro…, pasa”, contestó sin saber demasiado bien qué hacía y terminando de abrir la puerta.

John entró en la casa. La sorpresa de Pete pasó a convertirse en pasmo cuando vio que John no venía solo…, Ringo, George y Paul estaban detrás de él, sonrientes…

-”¿Y nosotros, y nosotros?”, dijeron los tres restantes imitando sonidos infantiles.

Una vez todos hubieron pasado al interior, Pete cerró y, durante unos segundos apoyó la espalda en la puerta y cerró los ojos. ¿Era aquello un sueño?, ¿qué hacían allí?, cuando volvió a abrir los ojos no vio a nadie. Suspiró. Pero entonces escuchó a John gritando desde la cocina…

-No me digas que no tienes unas pastas…

Sentados en la mesa, Pete repasó sus caras. John había cambiado mucho, estaba mucho más delgado y su otrora cuidado cabello había dado paso a una melena descuidada de aspecto grasiento; sus redondas gafas le daban un aspecto amable y cercano.

-“Bueno, Sr. Best, ¿qué ha sido de su vida?”
-“Ya sabes, cuando ocurrió “aquello” intenté seguir con la música…, pero no terminó de cuajar. Ahora estoy pensando en abrir un negocio, quizás una panadería…”


Paul, también había cambiado. Su cara aniñada le acercaba, en mayor medida que al resto, a la imagen que Pete conservaba de él, pero algo en su mirada le decía que no era el mismo.

-“¿Una panadería?”, dijo Paul, ”No sabía que te interesaba…”
-“Ni yo…”
, contestó Pete con una forzada sonrisa.

George parecía otra persona, Pete lo conoció cuando era apenas un niño. El bigote añadía unos cuando años a sus veintinueve primaveras.

-“¿Sabes que vamos a tocar en “The Cavern” de nuevo?”
-“¿Cómo no saberlo?, ¡la jodida ciudad está empapelada!”


Ringo no había compartido banda con Pete, era su sustituto. Se conocían de Hamburgo, Ringo militaba por aquel entonces en la banda de Rory y, aunque habían compartido, juergas nocturnas nunca habían llegado a intimar.

-“Bueno…¿Y tú que tal estás?, dijo Ringo ante la absorta mirada de Pete Best, que no dejaba de sorprenderse de que fuera la persona con quien menos compartió la que más se interesara por su situación personal.
-“Sobrevivimos como podemos, ya sabes, la gente de Liverpool somos duros de roer…”

Llevaban una media hora charlando sobre anécdotas de antaño cuando Paul, mirando su reloj, interrumpió la conversación.

-“Chicos, es hora de irse. Deberíamos ensayar un poco”
-“Veo que sigues siendo igual de pesado con el trabajo, Paul
, bromeó Pete
-“Supongo que sí…, pero va a ser la última vez y queremos que sea memorable”
-“¿La última?”
-“Sí, después de esto los Beatles dejarán de existir”
, cortó John.

De alguna forma aunque sin maldad, Pete se alegraba de escuchar aquella noticia.

-”Igual te pedimos trabajo en tu panadería”, bromeó Ringo.
-”¡Ni hablar!” dijo John, ”Seguro que nos echaba antes de hacerse famoso en el mundo de los panaderos”

Tras tres segundos de silencio, la habitación estalló en carcajadas. Pete se despidió de todos con abrazos y rechazó la invitación de George para asistir al concierto…”Sería demasiado doloroso”.

Best cerró la puerta una vez hubieron salido. Caminó con paso cansino hacia la cocina. Recogió los restos de pastas que habían quedado en su mantel. Limpió las tazas y la tetera.

La cocina estaba limpia.

Arrastró los pies hasta el cuarto de baño y se miró en el espejo. Sus ojos claros estaban enrojecidos. Cogió un peine e intentó posar su flequillo sobre la frente. Se resistía. Metió la cabeza bajo el grifo y consiguió un perfecto peinado Beatle. Con el pelo chorreando se dirigió al salón y puso un disco que llevaba una década sin sacar del cajón… “Tony Sheridan and The Beatles”

Cerró los ojos…, una sonrisa asomó a su siempre seria cara.

-“No lo hacía tan mal”, susurró
eh guilletek, no te olvides de nosotros!!! que en otros lados ha salido ya el 15 ;) y no hablo del emule jejej [sonrisa]
CAPÍTULO 15


El concierto fue un éxito total… Mientras el último acorde de “The end” sonaba en el humeante ambiente de The Cavern, los estrepitosos aplausos hicieron temblar los muros del local. Paul agarró su bajo por el mástil y lo elevó hacia el cielo gritando ostensiblemente. John, contagiado por la euforia, agarró la muñeca derecha de Paul y la elevó, George y Ringo terminaron de integrar la cadena. Allí estaban, los cuatro con los brazos elevados al cielo ante el que fueron su primer público. Vieron decenas de caras conocidas, amigos de infancia, familiares…

John se sorprendió cuando, entre el público, distinguió una cara familiar…

-“¿Cyn”, se preguntó.

Lennon abandonó el escenario y, no con poca dificultad, se acercó a ella.

-”¡Señorita Powell!, ¿cómo usted por aquí?”, preguntó un eufórico John.
-”Hmmm…, mi ex tocaba en este local y supuse que sería divertido volver a verlo en acción”

John sonrió y besó en la mejilla a su ex-mujer.

-”Me alegro de verte… ¿Has traído a Julian?”
-“No, está con mis padres,… pero puedes ir a verlo cuando quieras…
-“Sí, lo sé…, pero he estado muy ocupado…, espero tener más tiempo de aquí en adelante…, este ha sido mi último trabajo como Beatle”
-“¿Se acabó?”
, preguntó Cynthia. Sus ojos se iluminaron.
-”Sí…”
-“John…”


Cynthia abrazó a John con toda la fuerza que pudo. Lennon la besó en la parte superior de la cabeza mientras acariciaba su pelo.

-“Vuelve a casa John, tienes una familia…, olvidemos todo lo que ha pasado… Julian te necesita…”

John, incomodo, se separó de ella.

-”No puede ser…, amo a …”
-“Yoko…, sí…, lo sé…”
, dijo mirando al suelo…, ”Por cierto, me ha parecido verla por aquí…”
-“¿Cómo?”


***

Tras recibir el baño de gloria que supuso el concierto, Paul decidió salir a la calle a fumar un cigarrillo y saborear el momento. Hacía frío. Subió el cuello de su chaqueta intentando proteger su garganta y entonces sintió que alguien tocaba su hombro…

-”Hola Paul”
-“Hola…, Yoko”
-“Me ha gustado el concierto, habéis tocado muy bien”
-“Gracias…, no sabía que ibas a venir. John no nos dijo nada”


Paul estaba incómodo, quería salir de aquella conversación cuanto antes. Yoko le miró fijamente.

-”No lo sabe”
-“Vamos a buscarlo, está aquí mismo,… supongo que tendrá ganas de verte”
-“No…, Paul, quiero hablar contigo”


McCartney abrió los ojos en señal de extrañeza, pero accedió a refugiarse con Yoko en un local cercano.

-”Tú dirás, …me gustaría volver adentro cuanto antes”
-“No te entretendré mucho…, es sobre John. Bueno…, más bien es sobre John y sobre mí…”
-“Te escucho”
-“Verás…, amo a John…, más que a nada en el mundo… Sé que no aprobáis nuestra relación, pero no lo entiendo… ¿qué os he hecho?


Paul pensó la respuesta durante unos segundos.

-“Supongo que nada…, apenas te conocemos.”
-“¿Entonces?
-“Desde que apareciste John dejó de ser él…”
-“O quizás comenzó a serlo…”
-“Me da igual, el caso es que cambió…, el John que todos queríamos, al que todos admiramos, dejo se ser él mismo…”
-“¿Y tú?, ¿no has cambiado?, ¿sabes la cantidad de veces que he tenido que consolar a John porque no entendía porqué le habías dejado de lado desde que empezó nuestra relación…, ¡no entiende porqué su mejor amigo no se alegra de su felicidad!”
-“Nunca le he dejado de lado”
-“Pero siempre has antepuesto el grupo a John”
-“John es parte del grupo… Realmente, él es el grupo”
-“¡No!, Paul…, John es tu amigo, es tu jodido amigo, …al igual que supongo que Ringo y George lo serán…, ¡Eso es más importante que el maldito grupo!


Las palabras de Yoko resonaron en su cabeza, hacía pocas horas que George le había dicho lo mismo.

-“Desaperece de mi vista”, dijo Paul

Yoko esbozó una sonrisa, sabía que había puesto el dedo en la llaga. Se levantó y se marchó.

Paul se levantó lentamente, salió del local y vio como Yoko y John se habían encontrado y daban vueltas sobre sí mismos en medio de la calle.

-“Tú ganas Yoko…, qué seáis felices”, susurró Paul.

George y Ringo observaban a Yoko y John desde el otro extremo de la calle. Vieron a Paul en la lejanía… Sus miradas se cruzaron… George se encogió de hombros en señal de impotencia…, Paul sonrió…

-”¡Let it be!, Paul, ¡Déjalo estar!”, gritó Ringo

Paul asintió sonriendo. John vio a George y Ringo a un lado y a Paul al otro y comprendió la escena…

-”I was the walrus but now I’m John!”, gritó Lennon con los brazos elevados.

Yoko sonrió a su amante y lo besó.
En dos palabras: im presionante. Quiero más.

Saludos!
CAPÍTULO 16


No pudo evitar sonreír, el “Across the universe” de David Bowie sonaba en la radio. Hacía más de tres años que no veía a los chicos y, aunque la sentencia por la que ninguno de ellos podría editar discos al margen del nombre “The Beatles” había expirado hace meses, ninguno de los “ex” había lanzado ningún trabajo al mercado. Le extrañaba especialmente por Paul, sabía que John estaba en otras cosas y que Ringo estaba dándose la gran vida, pero no le cuadraba que Paul se mantuviera lejos del negocio.

Sonó el timbre de la puerta.

George llevaba más de dos horas esperando a su invitado. Habían quedado para comer, pero todo apuntaba a que merendarían.

-“Hola Eric…”
-“Hola George, siento el retraso…”
-“Pasa…”
-“Gracias, ¿está Pattie?, le he traído un regalo…”
-“No, ha salido. Pero ¡has venido a verme a mí!, ¡Cualquiera diría que estás enamorado de ella!
-“No digas tonterías…”


Clapton miró al suelo avergonzado.

-“¿Qué tal va todo George?, hace tiempo que no nos veíamos…, ¿sabes algo de los chicos?
-“Básicamente son como las chicas pero con pene…”
-“¡No seas imbécil!”
, dijo Eric riendo, ”Me refiero a John, Ringo y Paul”
-“No, la verdad es que no… Creo que John vive ahora en Nueva York, o al menos eso me dijo Ringo cuando hablé con él. De Paul no sé nada”


Eric se sirvió una copa de vino.

-“Es raro que Paul no publique nada…¿no?”
-“Rarísimo…”


***
El noviembre de Nueva York era duro, mucho más frío de lo que Paul habría esperado. Le parecía mentira que John hubiera sido padre de nuevo. Aún recuerda cuánto le sorprendió que Linda, tras haber devorado una publicación rosa, se lo contara aquella mañana.

-“John y Yoko han tenido un niño”

Paul quería hablar con John. Hacía tiempo que quería hacerlo, pero nunca había encontrado el momento. Cuando conoció la noticia reservó, inmediatamente, dos billetes de avión para Nueva York.

Aquella mañana Linda había preferido quedarse en el hotel, así que Paul cogió su guitarra y se dirigió a los Apartamentos Dakota. Le pareció buena idea aparecer guitarra al hombro, como en los viejos tiempos.

-“Me podría decir en qué apartamento se aloja el Sr. Lennon?”
-“¡Mira que sois pesados!”
, dijo el empleado del edificio dando la espalda a McCartney, ”Estoy de fans hasta …”

El buen hombre casi se desploma al encontrarse de bruces con Paul, el beatle-Paul.

-”¡Dios santo!, ¡Señor McCartney!, …discúlpeme, no sabía que era usted. El señor Ono-Lennon se aloja en el sexto piso”
-”Gracias”
, dijo McCartney guiñando un ojo y elevando su pulgar izquierdo

Paul subió al ascensor. ”¿Ono-Lennon?”, pensó…, ”Joder… ¡cómo han cambiado las cosas, …y pensar que nos peleábamos por que nombre debería figurar antes en la firma de las canciones!”

La cara de Lennon al abrir la puerta fue de total sorpresa. En un rápido vistazo, Paul observo que tenía buen aspecto. Había engordado un poco y llevaba el pelo recogido con una coleta.

-”Hola Paul, …¿qué haces aquí?, ¿te has equivocado de parada de autobús?”
-“Hola John,… he traído un regalo para tu hijo… ¿o es niña?”
-“Es niño,… pasa”


Cuando Paul había cruzado la puerta, John reparó en la guitarra.

-“Amigo Macca, esto no es Liverpool. No puedes venir con la guitarra y hacer como si nada hubiera pasado”

Paul desenfundó la guitarra.

-“¿Dónde está el niño?
-“Ha salido, Yoko ha ido a darle un paseo… Venga, Paul, guarda ese chisme, ya no somos críos…”
-“Venga John, no nos vemos hace casi tres años… Serán sólo diez minutos, quiero enseñarte unas cosillas que tengo”
-“Haz lo que quieras”
, dijo John exasperado mientras se sentaba en el sofá.

Paul tocó tres canciones, no enteras; cuando había cantado un par de estrofas, pasaba al estribillo y luego a una nueva canción. John se quedó mirándole fijamente.

-“Son geniales…, en serio…, muy buenas. Me ha gustado mucho esa que tenía tantos cambios…”
-“Band on the run…”
-“¿Cómo?”
, John se levantó pensativo.
-“Ese no era el título de ese proyecto que tú…”
-“¡Exacto!”
-“¿Estás loco?, ¡No voy a volver a ser un jodido Beatle, tío!”
-“Pero…”
-“¡Pero nada!, ¡soy perfectamente feliz así, y no quiero que Sean pase por lo que pasó Julian!”
-“John, escucha, te entiendo… Pero…, en serio, podría salir algo grade. Tengo canciones cojonudas y seguro que George y tú habréis reunido mucho material estos años… Si hacemos una selección… Pfff, puede ser increíble”


John se quedó mirando fijamente a Paul. Los ojos de su viejo amigo ardían, podía ver su ilusión a través de ellos. Por un momento fantaseo con la posibilidad de aceptar su oferta. Sabía que Paul tenía cierta razón, había tenido tiempo para componer y tenía buenas canciones grabadas en su viejo magnetófono… Además, aquellas canciones de Paul eran fantásticas…

-“No puede ser Paul…”
-“Sabes que sí”


En ese momento Yoko entró por la puerta con un bebé en brazos. Paul se levantó y acudió hacia ellos. Yoko estaba muy sorprendida. Miró a John.

-“¿Qué…?
-“Hola Yoko”
, dijo un jovial McCartney mientras hacía carantoñas al bebé

Paul sacó un pequeño peluche de un bolsillo interior de su abrigo y lo acercó a la cara del bebé mientras, con voz aflautada, tarareaba canciones infantiles.

John sonrió ante la escena.

-”Bueno, me tengo que ir”, dijo Paul, ”Espero tu llamada”

Paul abrió la puerta.

-”Paul…”, dijo Yoko, ”Gracias”

Paul levantó la mano en señal de despedida y salió del apartamento.

-”¿De qué demonios estaba hablando?”, preguntó Yoko
-”Nos acaba de visitar el Fantasma de las Navidades Pasadas…”
Sigue así Guilletek, ¡te queremos! [tadoramo]
Grandioso macho, ¿no has pensao en sacar un libro?
CAPÍTULO 17


No podía ser posible. De nuevo se había quedado sin güisqui. Era tarde y estaba demasiado cansado para bajar a por más. Recordaba haber comprado esa botella pocas horas antes. Estaba vacía.

-“¿Habré bebido demasiado”, pensó…, ”No…, debe ser que hacen botellas muy pequeñas…”

Depositó el vaso, completamente vacío, en el suelo.

Se incorporó con intención de dirigirse al baño. Estaba solo en casa. Tropezó con una mesa y cayó al suelo golpeándose en la cabeza. El teléfono sonaba insistentemente.

-“Ya se cansarán…”, pensó

Pasados unos minutos, Ringo seguía en el suelo y el teléfono volvía a sonar. Sin levantarse de la alfombra, tiró del cordón del teléfono haciendo caer el auricular.

-“¿Quién demonios es?”
-“Joder…, ¿dónde has dejado tu educación?”
-“¿George…?”
-“El mismo…, pero…, ¿Qué jodida forma de contestar es esta?”


Ringo se intentó incorporar. A duras penas consiguió sentarse en el suelo.

-“Perdona George,…pero creo que no es un buen momento”
-“Ya veo…, ¿estás bien?”
-“Eso creo…”
-“Vale, oye…, seré rápido. Paul ha venido a verme…”
-“¿Qué?”
-“Sí…, hemos quedado mañana aquí, en mi casa… A eso de las seis de la tarde…, te esperamos allí”


Colgó. Ringo dejó caer el auricular al suelo y dio con su cabeza en el suelo. Tenía mucho sueño. Se durmió imitando el constante tono intermitente que salía del auricular. Mañana nunca se sabe.

George siempre había sido un buen anfitrión. Había pasado tiempo y, aunque hablaban de vez en cuando por teléfono, llevaban casi tres años sin verse. Ringo observó como el camino hacia la puerta de la casa de George, cuyo trazado quedaba marcado por dos filas de velas encendidas, estaba cubierto de pétalos de flores.

-“¡Ringo!, ¡Espera!”

Starr se dio la vuelta. Hacía tiempo que no oía esa voz

-”Hola Paul”

Ringo repasó a McCartney de arriba abajo. Parecía más joven que la última vez que se vieron. Llevaba el pelo largo aunque había recortado su flequillo y, en general, toda la parte superior de su melena.

-”Me alegro de verte… Pero, dime, ¿de qué va todo esto?”
-“Pasemos adentro, no seas impaciente”


Paul agarró cariñosamente a Ringo y se sorprendió del fuerte hedor a alcohol que desprendía.

George esperaba en el salón. Impoluta aunque estrafalariamente vestido. Imitó con la boca un sonido de fanfarrias y levantó los brazos.

-“¡Sean bienvenidos caballeros!, Sir Paul…, Sir Richard,…Sir…, ¿y John?”
-“Hola George…, John no vendrá…”


George cambió el gesto, Paul le había dicho que todos estarían allí. Se disponía a protestar cuando, de repente, escucharon un fuerte estruendo en el jardín. Los tres se miraron sorprendidos y se apresuraron en salir corriendo en dirección a la puerta principal.

-”¿Dónde se han visto unos Mosqueteros sin D’Artagnan?, ah… George, lo siento por tu árbol…No lo vi.”

Era John

Paul y Ringo corrieron a su encuentro mientras George se acercaba a comprobar como el Rolls de John había arrancado uno de sus árboles de raíz.

-”Pero… ¿cómo?”, preguntó un incrédulo McCartney
-”Paul, deberías volver a vivir en la ciudad…¿Has oído hablar de los contestadores automáticos?, …Escuché algunos de tus cientos de mensajes y me dije…¿Qué coño?, vamos a ver qué se le ha ocurrido ahora al Gran Creador de Ob-la-di Ob-la-da?”

Paul recibió bien el sarcasmo y fingió disponerse a iniciar una pelea con John. George se unió al grupo.

-“Me has jodido el árbol.”
CAPÍTULO 18



Los cuatro estaban de nuevo sentados en la misma mesa. Olía a incienso. George les había servido unas tazas de té aromático que poco a poco probaron con recelo.

-“Bueno”, dijo John echándose hacia atrás en la silla, ”¿os ha contado ya Paul el motivo de su visita?”
-“Aún no”
, dijo George levantándose en busca de la tetera.

Paul acercó su taza a George para que le sirviera un poco más.

-“Chicos, …¿cuánto hace que se editó “Downstairs”?”, dijo Paul incorporándose.
-“No sé…¿tres años?”, contestó Ringo.
-“Más o menos…”, dijo Paul, ”George…, ¿has parado de componer en este tiempo?”
-“No”
.

John sonreía viendo como Paul buscaba la forma de argumentar su idea.

-“Pues ten por seguro que ni John, ni yo hemos dejado de componer tampoco”, dijo un cada vez más animado McCartney.
-“¿Y yo?”, interrumpió Ringo haciéndose el ofendido.
-“Tú también…, claro”
-“¿A dónde quieres llegar, Paul, habla claro?”
, dijo George.
-“Yo creo que está claro…, si hacemos una selección de lo mejor que hemos escrito durante estos tres años tendríamos un material fantástico”
-“¿Cómo The Beatles?”
, preguntó George.
-”¿Cómo si no?”

Paul miraba alternativamente a George, Ringo y John en busca de alguna reacción pero, en un primer momento, sólo encontró miradas esquivas aderezadas con el más absoluto de los silencios.

Los segundos pasaron y Paul se desesperaba por momentos. Estaba decidido a retomar su discurso cuando George, a capella, comenzó a cantar:

”Give me love, give me love, give me… peace on earth…”


-“¡Hey!, ¡eso mola!”, exclamó Paul.
-“La verdad es que tiene buen pinta…”, añadió John

Ringo se había levantado y tenía la guitarra de George en la mano. Con un guiño puso el instrumento en manos de Harrison.

-“Tócala otra vez, Sam”

George tocó la canción completa ante la atenta mirada de sus compañeros que pronto empezaron a hacer percusiones con palmas, mesas y todo lo que vieron alrededor.

-“Tengo varias…”, dijo George cuando el último acorde de la canción aún resonaba en la habitación, ”Pero, ¿qué más da?, bastará con que toque dos…”
-“¿Quiere decir eso que estás dispuesto a seguir adelante?
, preguntó ilusionado Paul.
-“¡Mira que eres cerdo, Paul!, ¡Intentaba quejarme!, pero si es lo que quieres saber… Sí, estaría dispuesto a grabar otro puto álbum de los Beatles”

Furioso, George comenzó a tocar otra canción

”You…”


Habiendo acabado la canción y sin mediar palabra con sus compañeros, volvió de nuevo a la carga

”That’s all…”


Harrison estaba como poseso y empalmaba unas canciones con otras, así, siguió con ”Isn’t it a pity”, “What it’s life”, “Beware of darkness” y “All things must pass”… George abrió los ojos. Durante la interpretación de todas las canciones los mantuvo cerrados.

-”Joder…”, dijo John con un hilo de voz.
-”Quizás deberíamos revisar la “norma” para este trabajo…Porque, hay trabajo ¿no?”

George y John se miraron…

-“Sí, pesado, sí… hay trabajo…”, dijo John.

Entre tanto, Ringo había escuchado todas las canciones, así como la conversación posterior desde la cocina. Tomó un último trago antes de desplomarse en el suelo.
qué decir...enorme Guille,enorme ;)
Guilletek escribió:Entre tanto, Ringo había escuchado todas las canciones, así como la conversación posterior desde la cocina. Tomó un último trago antes de desplomarse en el suelo.

ein? Oooh

Impresionante, como de costumbre [inlove]
Mis mas sinceras felicitaciones Guilletek, sublime, eres un artista ;)


Saludos
CAPÍTULO 19


George se retorcía en remordimientos. Horas antes de que llegaran los chicos se había encargado de esconder todas las bebidas alcohólicas de su casa. Todas menos una. La vieja botella de bourbon que guardaba en el armario de las conservas había escapado a su particular “ley seca”, pero no al olfato de Ringo. Sabía de los problemas de Ringo con el alcohol, amigos comunes le habían dado buena cuenta de las orgías etílicas del batería.

-”No le des más vueltas George,… no eres su niñera”, -dijo John con la palma de la mano sobre el hombro de un abatido Harrison-, “yo ni siquiera sabía que tuviera problemas con la bebida”
-”Ni yo…”, -añadió McCartney-.

George levantó la vista y miró a ambos con una expresión que aunaba pena y desprecio.

-”Lennon y McCartney…¡Ja!, ¿Cómo iban a saber sus majestades que el pobrecito batería no lo estaba pasando bien?, claro… si no hay grupo, no hay Ringo… ¡Qué más da si revienta!, ¿Podéis mirar más allá de vuestras putas narices?”
-“George…, no te cabrees…”


Paul no terminó la frase, la mirada de George lo fulminó. Fue John el que intervino.

-”Por ahí viene el doctor”.

El doctor Lockiert se había encargado siempre de ellos. Si no fuera por su extremadamente discreta clínica privada hubieran tenido que responder ante muchas preguntas. Todos ellos habían pasado algún día entre sus exclusivas paredes. La sonrisa que dibujaban los labios de Lockiert sirvió de bálsamo para los ansiosos John, Paul y George.

-”Está bien, le hemos practicado un lavado de estómago y enseguida podréis pasar a verle” –dijo el doctor- ”De todas formas…, si sigue a este ritmo se va a destrozar el hígado. La cantidad de alcohol en sangre que presenta es una verdadera barbaridad”
-“Descuide doctor, nos ocuparemos de él”
–dijo George mirando alternativamente a Paul y John-.

Ringo estaba en la cama, tapado hasta los ojos. No se encontraba bien, pero sobre todo sentía una enorme vergüenza. ¿Cómo podía haber llegado a ese punto? Recordaba sus fiestas con Keith Moon, sus largas noches sin dormir, sus días encamado acumulando fuerzas y moral para una nueva borrachera. ¿Cuándo empezó todo aquello?, ¿era capaz de controlarlo?

John asomó por la puerta. George y Paul estaban detrás.

-”Chicos…”, -dijo Ringo con un hilo de voz-.
-”No hay nada que explicar Ring…, descansa. Cuando salgas de aquí tenemos mucho trabajo que hacer” –cortó John sentándose en una esquina de la cama-.

Paul abrió los ojos aún incrédulo, John le miró de reojo y esbozó una media sonrisa.

-”Bueno…, tengo que irme”, -añadió John-, ”tengo un avión que coger esta tarde y no me gustaría perderlo…, cuídate Ringo y llámame si necesitas algo”.

John se puso el abrigo y salió de la habitación haciendo una amanerada reverencia. Paul salió tras él.

-“¡John!, ¡espera!”
-“¿Qué pasa Macca?”
-“Sólo quería darte las gracias…”


John quedó pensativo.

-“Jodido engreído…, no lo hago por ti”
-“No quise decir eso…, pero en cualquier caso, gracias”
-terminó Paul guiñando un ojo.

Lennon elevó la barbilla en señal de despedida y, con las manos en los bolsillos, se dirigió al ascensor. Paul giró sobre sus talones y volvió a la habitación.

Paul abrió ligeramente la puerta de la habitación de Ringo y vio como éste y George se abrazaban. Los sollozos del batería sonaban apagados en el hombro de George.

McCartney cerró la puerta y apoyó su espalda en el marco de la puerta. Cerró los ojos, respiró con fuerza y se armó de valor para entrar en la habitación. Al cruzar la puerta, su mirada se cruzó con la de dos muchachos de Liverpool, llorosos, infantiles. Por un momento volvió a ver a dos chicos de veinte años mal cumplidos que necesitaban su apoyo. Quería abrazarlos.

-"Os llamaré mañana para fijar horarios..."

Fue lo único que salió de su boca. Nada más decirlo se arrepintió enormemente, pero ya era tarde. Se puso el abrigo y salió de la habitación...

Mientras le conducía al piso inferior golpeó repetidamente su cabeza contra las paredes del ascensor..."¿Cómo puedo ser tan hijo de puta?"

***


Tras firmar algunos autógrafos, John se acomodó en la butaca del avión. Le había tocado ventanilla. Tenía ganas de volver a casa. Quería abrazar a Yoko y a Sean y, por un momento, se preguntó si había hecho bien aceptando volver a grabar con los muchachos. Le costaba imaginarse en Londres volviendo a la rutina de antaño. Pero, ¿por qué en Londres?, quizás debería hablar con el resto y sugerir que el disco, o al menos su parte se grabara en Nueva York. Estaba decidido, no se alejaría de su familia.

Por otro lado, estaba preocpado. El material de George que había oído era bueno, muy bueno; las canciones que Paul le tocó en su apartamento eran geniales… ¿Tenía él algo de ese nivel?, por primera vez desde hacía mucho tiempo se sintió inseguro.

-“Por favor, abróchense sus cinturones, el avión va a despegar en breves instantes”

John sacó un bolígrafo del bolsillo interior de su chaqueta y comenzó a garabatear los títulos de las canciones que había escrito y que podrían formar parte del nuevo álbum.

-“Veamos… ¿Cripple inside?... Hmmm, no está mal…, pero creo tener mejores… ¡Isolation!, esa es buena” –se dijo mientras apuntaba el título en el papel- ”Mind games…, sí. Out the blue…también, seguro que esta le gusta a Paul… ¿Qué más?, Look at me,#9 dream, Whatever gets you thru the night, I know I know…¡Bueno!, parece que sí tengo material…”, -pensó John dejándose caer en la butaca-

”-¿Desea algo el señor?”-dijo de forma rutinaria la azafata mientras ordenaba el carrito de las bebidas-.
-“¿Qué me recomiendas, la píldora azul o la roja?” –contestó John en tono socarrón-.

La azafata apartó la vista del carrito para encontrarse con los ojos de Lennon que, tras sus redondos cristales, parecían sonreírle. Se ruborizó.

-“¡Señor Lennon!, pe… pe…perdone, no le había visto”

John hizo un gesto de condescendencia y señaló una lata de refresco de cola que la azafata se apresuró a servirle.

-“Me encantó Hey Jude, señor Lennon. Espero volver a oirlos pronto”, dijo ella aún sonrojada mientras se alejaba por el pasillo.
-“Gracias señorita, a mí también me gusta. Es de las mejores de Ringo…”
CAPÍTULO 20


THE BEATLES
(sin nombre)
Apple / EMI-Parlophone
*****


”Cuando tuve entre mis manos el nuevo álbum de The Beatles –con preciosista portada reproduciendo una obra de Stuart Sutcliffe-, lo primero que me sorprendió fue su austera presentación. Ni la portada, ni su reverso presentan ningún texto salvo los propios de la discográfica. La galleta central del disco, completamente negra, invita a pensar en un trabajo a medio acabar, casi un acetato. Los títulos de las canciones (quince) aparecen, garabateados en una pequeña porción de papel, con una tipografía que simula la escritura manual.

Al principio asusta, pero cuando pones la aguja en el surco del disco y escuchas las primeras notas de ”Band on the run”, las dudas se disipan. Estamos ante una nueva obra maestra del cuarteto de Liverpool. La canción que abre el álbum, una sofisticada suite-pop, tiene por intérprete vocal principal (y creo que a la batería) a McCartney.

Harrison lidera ”You” un vibrante tema que, a fuerza de machacar un pegadizo riff, se cuela entre los huesos. Será la primera de las cuatro canciones que el guitarrista incluye en este innominado trabajo. Desde “The Beatles”, de 1968, George no había incluido tantas canciones en un disco del grupo y de eso hace ya siete años…

Lennon aparece por primera vez con la fantástica ”Isolation”. Genial tema con aires del mejor R&B que da paso a la potente ”Jet” de Paul. Buen rock comercial.

Harrison toma de nuevo el mando con ”What it’s life”; otra vez un riff arrebatador. Con ”Out the blue” un Lennon bastante más comercial que en otras ocasiones sosiega el ritmo. El tempo del disco baja de intensidad aún más con la maravillosa balada ”My love”, en la mejor tradición de balada mccartiana.

George ataca por tercera vez con la hippie ”Give me love” que se ve sucedida por el ”Mind games” de Lennon y la potente ”Let me roll it” de Paul. John recupera su estilo de 68 con ”Look at me” y McCartney se desata con ”Magneto and Titanium man”.

Resulta maravilloso escuchar como la voz insegura del joven George de los años de la beatlemanía se ha tornado en la maravillosamente sensible línea vocal de ”That’s all”.

La traca final del disco se abre con el lennoniano funky comercial de “Whatever gets you thru de night” (en la que, llámenme loco, me parece oír a Elton John), el music hall de McCartney con ”You gave me the answer” y la potentísima ”1985”, de nuevo a cargo de Paul.

Resumiendo, sobresaliente y enigmático trabajo de los de Liverpool. Un imprescindible desde el día de su publicación.

Charles Imeburn.
Melody Maker
19 de octubre de 1975





Cuando Ringo terminó de leer la reseña del nuevo álbum tuvo un sentimiento agridulce. Por un lado se alegraba, cómo no, del buen recibimiento del disco por parte de la crítica especializada; por otra, no podía evitar pensar que había muy poco de él en el nuevo e innominado trabajo de los Beatles. Sus problemas con el alcohol se agravaron considerablemente tras el “incidente” en casa de George obligándole a ingresar en una Clínica de desintoxicación. Sabía que John y, sobre todo, Paul no iban a esperar a que terminara el tratamiento una vez empezaran a ponerse a trabajar. No sabía quién había tocado la batería en mucho de los temas, en algunos parecía el propio Paul, pero en otros muchos no reconocía al hombre detrás de las baquetas.

El timbre de la puerta lo sacó de repente de sus pensamientos. Llevaba ya algunas semanas en casa pero aún no se sentía demasiado cómodo; dejo el periódico en el brazo del sillón y se dirigió hacia la puerta principal.

Era Paul, sin mediar palabra entró en casa de Ringo frotándose las manos violentamente.

-”Hace frío…” –dijo mientras resoplaba y golpeaba el suelo con las plantas de los pies-.
-”Hola Paul…, ¿qué tal?, ¿quieres un té?”
-“¡Claro!, ¡Creí que nunca me lo ibas a ofrecer!


Ringo se dirigió a la cocina, Paul entró en el salón y recogió el ejemplar del Melody Maker del suelo, se había caído del sillón. No tardó en ver la crítica de Charles Imeburn. Una sonrisa de satisfacción asomó en su rostro. Sabía que el disco era bueno y, en parte, se sentía como el principal instigador del mismo. Esa misma mañana había recibido una llamada de un directivo de EMI informándole de que el disco era número uno en doce países.

Ringo apareció en la instancia con dos humeantes tazas de té.

-“¿Has leído la crítica?”-dijo Paul hinchado de orgullo-.
-“Sí…”
-“¡Somos grandes!”
-“Eso parece, por lo visto habéis grabado un buen disco”
-“¿Habéis?”


Ringo se sentó.

-“Bueno…, yo no he estado en el disco. Sólo he tocado en un par de temas”

Paul miró al suelo ligeramente avergonzado.

-“Sí, lo sé… Por eso decidimos no poner créditos, ni título, …ni siquiera el nombre del grupo en la portada…” –se explicó Paul- ”Incluso Elton intervino en una canción de John y no lo hemos detallado en los créditos… ¡Joder!, realmente hemos grabado las canciones con otra gente, pero para el público son los Beatles…”
-“¿En serio?, ¿Elton John ha participado en el disco? …, bueno supongo que habéis intentado hacer lo mejor para todos…”
-“No lo dudes”


Ringo miró desafiante a Paul.

-“Para todos…vosotros, claro. ¿Tan difícil era esperar?”

Paul no contestó y se limitó a encogerse de hombros.

-“Da igual, hecho está…” –añadió Ringo fingiendo un gesto de comprensión- “…aún no lo he oído, ¿te quedas a cenar y lo escuchamos juntos?”
-“Claro, Ringo, claro…”
, -dijo Paul con una triste sonrisa-,"Por cierto, John quiere que nos veamos la semana que viene"
-"Vale, ningún problema"
Tremendo, como siempre.

Saludos!
Guilletek escribió:
CAPÍTULO 20

y la potentísima ”1985”, de nuevo a cargo de Paul.



Es la misma cancion que la del grupo bowling for soup? (me parece que del album a hangover you don't deserve)

Guille, he encontrado este hilo ayer y ya me lo he leído todo.
Esta GENIAL [oki]
z00m _24 escribió:
Es la misma cancion que la del grupo bowling for soup? (me parece que del album a hangover you don't deserve)
[oki]


no, no tiene nada que ver
CAPÍTULO 21


Todos se sorprendieron de que la idea saliera de John, no obstante los tres la recibieron de buen grado. Al parecer, había conseguido alquilar una pequeña isla del Mediterráneo durante tres semanas. Durante la travesía en barco, Lennon les comentó que tenía la intención de que los cuatro pasaran tres semanas juntos, solos, sin ni siquiera sus instrumentos musicales.Estarían obligados a hablar. Únicamente les acompañaban una docena de personas que se encargaría del mantenimiento del pequeño hotel en el que se iban a alojar.

John quería que durmieran en habitaciones dobles y que cada día cambiasen “de pareja”.

-“No tengo nada en contra de tu idea, pero…” -comentó extrañado George- ”¿a qué fin viene todo esto?”

John rió escandalosamente.

-”¡Joder!”…¡Ya era hora de que alguien lo preguntara!” –contestó John a voz en grito- ”en realidad es idea de Yoko…, sí, por mucho que os sorprenda”
-¿Por qué?-preguntó Paul con la palma de la mano sobre la línea de los ojos a modo de visera. El sol contemplaba la escena.
-”Digamos que no he atravesado una buena racha últimamente…, ya sabéis, el éxito del disco, volver a grabar… No sé, supongo que pasé la crisis de la ex – estrella de rock”
-”Explícate…”, -dijo Ringo.
-”La verdad es que disfruté con este último trabajo, creo que es muy bueno… Y no sé…, podría decirse que mi ego se disparó… Estoy confuso”
-”Sigo sin entenderte”-replicó el batería.
-”No es fácil de explicar, Ritchie. Supongo que mi vida corriente, ya sabes, con Yoko y Sean, me llenaba por completo hasta que he vuelto a probar las mieles del éxito”
-”Significa eso que…”-se apresuró a interrumpir McCartney.
-”No significa nada, Paul… Simplemente quiero aclarar mis ideas. Amo a Yoko y ten por seguro que no voy a cometer con Sean los errores que cometí con Julian… No sé, estoy confuso y Yoko sugirió que me vendría bien ver todo con cierta perspectiva”
-“Creo que te entiendo”
-dijo George.

Paul resopló con cierta desesperación, ¿era él el único que no entendía nada?

Pasadas varias horas llegaron a su destino. Parecía una isla semi desierta. El sol estaba escondido tras unas amenazantes nubes.

-“¡Joder!, ¡parece que nos han seguido desde Londres!”-dijo un enfurruñado George.

Tan pronto como hubieron llegado al hotel se repartieron las habitaciones. Ringo dormiría con John y Paul con George. Pasada una hora Ringo, exasperado por la eterna conversación telefónica que John mantenía con Yoko desde el momento en que entraron en la habitación, decidió bajar al bar del modesto hotel en busca de un refrigerio. George estaba allí, solo.

-“¿Puedo invitarle a una copa Sr. Harrison?”-preguntó Ringo con un tono de voz exageradamente amanerado.
-“Sólo si usted me acompaña, señorita”-contestó George torciendo el gesto de la boca en gesto chulesco.

Ambos rieron. Ringo pidió un refresco, George, que apuraba una enorme cerveza, le imitó.

[i ]-”Bueno, ¿qué haces aquí?, ¿y John?”
-“Lleva más de una hora hablando con Yoko… ¡Imagínate!, en una habitación de escasos veinte metro cuadrados…[/i]-contestó Ringo llevándose la mano en forma de pistola a la sien y fingiendo disparar- ”¿Y Paul, qué hace?”
-“Ya lo conoces, empezó a hablar de las críticas del disco… que si había que convencer a John para volver a hacer una gira…, que si lo mejor estaba por llegar…. Lo de siempre”
-“No cambiará nunca”
-asintió Ringo.
-“Lo sé…, pero parece que no se da cuenta de que los demás sí hemos cambiado…, y mucho…”-dijo George mirando el fondo de su vaso-”Oye…, ¿te importa?”-dijo señalando una botella de ron que reposaba en la barra.
-“No, no…, no te cortes”

George se sirvió una copa haciendo un gesto al camarero.

-”Como decía”-continuó George-”Paul tiene que darse cuenta de que ya nada es lo mismo…, pero, en fin…, cada uno es como es. Bueno, cuéntame…, ¿qué tal de lo tuyo?”
-“Bien, bien…, mucho mejor. El médico que me trata en la clínica me dice que ya salgo del túnel… ¿Y tú?”
-“Regular… Pattie y yo lo hemos dejado”
-“¿En serio?”
-“Sí…, la verdad es que tampoco me preocupa demasiado pero me apetece encontrar un poco de estabilidad”
-“¿Qué pasó?”
-“Bueno…, parece que le gusta más como toca la guitarra otra persona…”


Ringo entendió rápidamente a quién se refería George

-“¿Eric?”
-“El Mano Lenta estuvo rápido esta vez”
-dijo George sonriente-”Ya sabes…, no tengo nada que reprocharles…, yo no he sido precisamente un ejemplo de fidelidad…”
-“Ya veo…”


Ringo miró fijamente a los ojos de George, algo en ellos lo alejaban mucho de ese muchacho flacucho y desgarbado que conoció veintitantos años atrás. Su mirada transmitía paz, tranquilidad y una sorprendente madurez. Seguía practicando su característico humor negro, pero sus ácidas bromas contrastaban más que nunca con esa mirada…, esa mirada mitad triste, mitad sabia, tan amable como dura.

-”George…”
-“Dime”
-“Cuando todo esto acabe, te echaré de menos”
-“Amigo…, no puedes echar de menos a quien permanece a tu lado”


Ringo, con un hilo de voz, pronunció un casi inaudible “gracias” antes de abrazar a George con todas sus fuerzas.

-“¡Joder!, ¡os dejo un momento solos y dais rienda suelta a la pasión!, ¡panda de maricas!”

John había entrado en el bar.
Como siempre Guille [oki].Pregunto ¿tienes pensado en que "época" vas a finalizar?¿Llegarán estos Beatles hasta los 90?
(¿morirá Lennon?)
se echaba de menos guilletek, gracias por el trabajo
Luis14 escribió:¿morirá Lennon?

Ya que está idealizando la historia, espero que no muera [oki]
PD: Genial guilletek
The_Blind escribió:Ya que está idealizando la historia, espero que no muera [oki]


Hombre,ya,pero se está cambiando la historia de los Beatles,no la historia general... ein? Pero bueno,eso queda en manos del que escribe [oki]
Luis14 escribió:Hombre,ya,pero se está cambiando la historia de los Beatles,no la historia general... ein? Pero bueno,eso queda en manos del que escribe [oki]

Curioso reflote, hacía ya tiempo. A ver si se pasa el autor y nos saca de dudas X-D
volveré, volveré... pronto además...
CAPÍTULO 22


Ringo no tardó demasiado en salir del bar del hotel. Tenía la sensibilidad a flor de piel y prefirió salir a tomar un poco el aire. Los alrededores del pequeño hotel en el que se alojaban parecían tranquilos, el escenario ideal para un paseo.

Una pequeña senda a duras penas se abría camino entre la descuidada vegetación. Ringo comenzó a caminar, la temperatura había bajado unos grados y la brisa fresca le despejó en pocos segundos. Llevaba casi una hora en un absoluto silencio sólo interrumpido por el ruido de sus zapatos, cuando le pareció escuchar los acordes de una guitarra.

Ringo habría distinguido ese particular estilo de tocar entre cientos de guitarristas. Era Paul. Parecía que la canción que tocaba estaba naciendo en ese momento. La melodía, a medio hacer, comenzaba a esbozarse entre tarareos y silbidos sobre un arpegio de guitarra. De vez en cuando, un ensimismado Paul, dejaba caer algún verso, “I’m carrying, something…”

-“Es muy bonita”

McCartney tiró la guitarra a un lado y se revolvió rápidamente adquiriendo una posición defensiva que relajó inmediatamente al encontrarse con Ringo.

-”Joder, me has asustado”-dijo Paul resoplando y volviendo a sentarse.
-“Lo siento… No esperaba encontrarte por aquí… Bonito sitio este…”

Ringo miró a su alrededor. Estaban en un pequeño claro en el que no cabrían más de diez o doce personas. Un pequeño pero ruidoso arroyo cruzaba la estancia.

-“Sí, no está mal”-prosiguió Paul-“lo encontré de casualidad…, ya sabes” –dijo señalando la guitarra- “John no quería que hiciéramos música durante estos ejercicios espirituales…”
-“¿De dónde sacaste la guitarra?”
-“Es del camarero del hotel…, cuando John se fue, pedí una copa a recepción y el tipo se me presentó con una guitarra para que le tocara Yesterday”


Ringo sonrió.

-“Así que aproveché para tocar un poco…Llevo todo el día con esta melodía en la cabeza”-concluyó Paul.
-”Es bonita”
-“Gracias, siempre tuviste buen gusto para esto de la música”
–bromeo un risueño Macca.

Paul, cruzando las piernas, se sentó de nuevo en el suelo. Ringo le imitó.

-“Vengo de hablar con George”
-“¿En serio?, ¿se puede hablar con él?, a mí me dejó con la palabra en la boca… ¡Joder!, ¡yo sólo quiero que sigamos adelante!”
-“Paul…”
-le interrumpió Ringo con aire condescendiente- ”¿Cuántas veces tienes que oírlo para creértelo?, ¡no somos los mismos!, todo ha cambiado”
-“Pero el último disco es genial”
-“Ese no es el problema, nunca lo ha sido. Cuando hacemos música somos los más grandes”
-“¿Entonces?”
-“Joder Paul, parece que no quieres entenderlo”
-dijo Ringo palpándose nervioso la chaqueta en busca de un cigarrillo-”Deja que las cosas sigan su curso”

Paul se recostó en la hierba usando las palmas de sus manos, cruzadas tras su cabeza, como almohada. Ringo encendió su cigarrillo.

-“¿Qué tal te va todo, Paul?”-dijo Ringo tras unos largos minutos en silencio.
-“Bien…, supongo. Las niñas y Linda están bien… ¿Sabes?, a veces pienso que voy a tener más hijos, me gustaría ir a por el chico…Quizás en un par de años”
-“Seguro que eres capaz de proponerle que monte un grupo con nuestros hijos”


Paul soltó una sonora carcajada.

-“Es una opción”-dijo sin parar de reír.

John y George llevaban ya un rato bebiendo, demasiado tiempo para mantenerse sobrios. Los recuerdos de juventud sobrevolaban un cargadísimo ambiente. Harrison insistía en continuar la conversación con una jarra de cerveza vacía posada sobre su cabeza ante la preocupada mirada del camarero. John no podía contener la risa contemplando como su compañero, entre equilibrios, intentaba mostrarse como un interlocutor serio.

-“Basta ya George…”-dijo sin parar de reir-”deja de jugar con la maldita jarra”

George efectuó una reverencia dejando caer la jarra. John la cogió antes de que se estrellara contra el suelo. Paul y Ringo aparecieron mientras George recitaba al camarero el número de habitación de John para que cargaran las bebidas.

-“Yo estoy cansado chicos, me subo a la habitación”-dijo Harrison estirándose.
-“Yo también me retiro”-añadió Ringo levantando la mano.

Una vez Ringo y George salieron del bar, Lennon tocó a McCartney en el hombro intentando captar su atención.

-“Es hora de que tú y yo hablemos muy en serio”
siempre lo dejas en lo mejor.... [bad] [boing] XD
CAPÍTULO 23



Paul había cambiado poco respecto a aquel muchacho que conoció años atrás. La misma cara redonda, los mismos ojos tristes, la misma sonrisa de conejo…, pero algo era distinto. McCartney esquivaba su mirada y buscaba, nervioso, algo con lo que entretener las manos, finalmente decidió encender un cigarrillo.

-“¿Estás nervioso?”-preguntó John.
-”No…,¿por qué habría de estarlo?”-contestó Paul dando rápidas y cortas caladas a su pitillo.

Lennon sintió una especie de regocijo interno al comprobar que, de alguna forma, aún ejercía cierto liderazgo sobre su compañero. John sabía que, desde hacía años, Paul era el motor de la banda pero jamás le permitiría ser el líder.

-”Tranquilo, Paul”
-“Te repito que no estoy nervioso Johnny”


John cogió las dos cervezas que el camarero les había servido y señaló con la barbilla una mesa vacía al fondo de la estancia. Ambos se dirigieron hacía allí.

-“Tú dirás”-dijo Paul sentándose.
-”Paul…, no sé por dónde empezar…Tío…, cómo decirte…, Paul, creo que no ves lo que tienes delante de tus ojos… Estás obsesionado con los jodidos Beatles…No sé, a veces pareces más un puto fan que un miembro de la banda… Hemos hecho cosas buenas, pero sólo es un grupo…Quizás podamos hacer más cosas, no digo que no…

John paró su perorata al observar que Paul miraba apesadumbrado al suelo.

-“¿Pasa algo Macca?”

Paul no contestó en un primer momento, pasados unos segundos soltó un casi inaudible ”no lo entiendes”

-“Entender ¿qué?, ¿qué no entiendo?”.


McCartney, levantó la cabeza y miró a John directamente a los ojos. Lennon se quedó helado, nunca había visto esa mirada en su amigo, estaba absolutamente vacío.

-“Soy el beatle-Paul”

John tragó saliva y tuvo que mirar hacia otro lado. Por primera vez en su vida alguien le hacía desviar la mirada.

-”¿Qué quieres decir?”-dijo John tratando de recuperar la compostura.

Paul se revolvió en la silla y, apoyando los codos encima de la mesa, acercó su rostro al de John tanto como permitía el tablero de la mesa.

-”No sé que hay después de los Beatles…Sin grupo, estoy muerto”-susurró, dejándose caer sobre el respaldo de la silla.

John se quedó mirando a Paul en silencio, intentaba elaborar rápidamente un comentario jocoso para romper la tensión, pero no lo consiguió. En lugar de hablar, cogió con decisión su cerveza y se dispuso a tragar tanto líquido como su capacidad respiratoria permitiera; apenas quedaban unas gotas cuando volvió a posar el recipiente en la mesa. Paul mantenía su mirada clavada en John, apenas pestañeó durante un largo tiempo. Apretaba sus labios con tanta fuerza que su rostro parecía temblar bajo la tensión.

-”No digas tonterías Paul… ¿por qué ibas a estar muerto?, ¡Hace años que componemos por separado!, no me necesitas… Puedes seguir componiendo tus canciones de abuelita sin mí”-dijo John intentando fingir un tono jovial que Paul no recibió de buen grado.
-”Os necesito, John. Lo creas o no, no me veo capaz de seguir adelante sin el grupo”
-“Pero Paul…, sabes que se acabó. No pongo la mano en el fuego…, quizás lleguemos a sacar algún disco más, pero el grupo está muerto”
-“Entonces, ¿qué hacemos aquí?, ¿qué mierda es esta?
-“Bueno, en cierto modo quería quitarme el gusanillo, ya sabes… Es difícil dejar de ser una estrella del rock y, la verdad, disfruté con este último disco…”
-“¿Entonces?”
-“Ya sabes…, quería que volviéramos a estar juntos…, no sé…, supongo que quería comprobar si la magia seguía allí…”
-“¿Y…?
-“Obviamente no…Mira tío, tienes que verlo, está delante de tus narices. George no te soporta, o mejor dicho, no soporta al Beatle-Paul…, Ringo está hecho una mierda y yo…, yo no paro de pensar en ella”
-“¡Ah!, claro…, ella…”


John asesinó a Paul con la mirada.

-”¿Qué pasa?”-dijo Paul desafiante-”tampoco puedo opinar, todo el mundo puede hablar…¿sólo soy yo el que no ve lo que tiene delante de las narices?, ¿no te preguntas por qué todos la odiamos?, vamos…, pregúntale a George o a Ringo que piensan de tu monita amarilla

Apenas terminó la frase, el puño derecho de John se estrelló en la cara de Paul arrojándolo al suelo. Lennon se precipitó sobre él intentando inmovilizarlo, Paul esquivó el envite de John rodando sobre si mismo y le golpeó en el costado. El ruido alertó al camarero que, solicitando ayuda a gritos, acudió a separarlos. Enseguida tres hombres más entraron corriendo en la estancia y, tras unos forcejeos, consiguieron separarlos.

-”¡Vete al infierno, John!”-gritó Paul con lágrimas en lo ojos.

John no contestó, hizó un ademán de forcejear con los empleados del hotel para tratar de soltarse y, comprobando que le era imposible, dejó de intentarlo.

Al día siguiente, sólo había tres tazas en la mesa que el hotel había preparado para el grupo.

-”¿Y Paul?”-preguntó Ringo mientras se estiraba para desperezarse.
-”Muerto”-contestó John mirando al suelo.
Como dijo alguien en un post anterior, esto es totalmente publicable. Eres el rey, Guilletek.

El final de este capítulo es digno de un maestro del suspense. Sigue así.
gracias por estos ratillos guilletek
gracias por los comentarios.

Sólo quedan tres o cuatro entregas...
Guilletek escribió:gracias por los comentarios.

Sólo quedan tres o cuatro entregas...

Nuuuu, cúrrate algo más: los Beatles 10 años (aún) más tarde o un spin-off o algo [carcajad].
CAPÍTULO 24


Es curioso lo errático que resulta el caminar de la gente cuando la contemplas desde lo alto, ”parecen hormigas”, pensó mientras apuraba la colilla del último cigarrillo que le quedaba. La hinchazón del labio le impedía fumar con normalidad obligándole a soportar el pitillo con la comisura de los labios adoptando una pose francamente bogartiana.

Paul se encontraba en la azotea de un céntrico hotel londinense. Estaba muerto o, por lo menos, así se sentía. Sabía que su pelea con John había puesto punto final a los Beatles. Durante unos segundos contempló el lejano pavimento sopesando la posibilidad de encontrase con él. No era la solución. Se sentó en el suelo y trató de repasar las últimas horas, las últimas malditas horas.

Insultar a Yoko fue un error, lo sabía, pero sentía un contradictorio placer al comprobar que era capaz de herir al aparentemente granítico Lennon. Era consciente que su amistad había terminado, los insultos de John aún retumbaban en su cabeza. Tenía presentes sus gritos y sus contorsiones al intentarse liberar de los empleados del hotel que lo retenían.

-Tenías razón cabrón, tenías razón… ¡Estás muerto!

Paul, absorto en el recuerdo del furibundo Lennon, volvió en sí al notar el calor del cigarrillo consumido en el labio. Una larga columna de ceniza se mantenía adherida en milagroso equilibrio al pitillo.

***

-¿Muerto?-gritó George histérico-¿Qué quieres decir?, ¿Paul ha muerto?

John elevó su vista del café. Se recogió el pelo con la mano derecha e intentó engancharlo en la parte trasera de su oreja. Se recostó despacio en su silla y comenzó a dar pequeños golpecitos con la cucharilla del café en su taza.

-Supongo que se podría decir que, físicamente, sigue vivo
-¡Maldito hijo de puta!-gritó Ringo levantándose airosamente-¿Qué cojones pasa aquí?, ¿Dónde está Paul?

Lennon comenzó a incomodarse por la violencia de la situación.

-Tranquilos, Paul está bien…, al menos estaba bien cuando salió de aquí…, tuvimos una pelea y…, bueno…-John se quedó pensativo mirando al vacío- Creo que ha sido suficiente, me vuelvo a casa.

John se levantó y se dirigió hacia la salida. Antes de que pudiera alcanzarla, George le agarró fuertemente por el brazo.

-Suéltame-dijo John sin ni siquiera darse la vuelta.
-Cuéntanos qué demonios pasó anoche-ordenó George seguro de sí mismo.
-Suéltame

Algo en la voz de John hizo comprender a Harrison que sería mejor dejarlo ir.

-Vete al infierno John-acabó George con desprecio.
-¿Qué te hace pensar que no hace tiempo que estoy en él?-contestó Lennon con una mueca.

Cuando George llegó al bar, encontró a Ringo hablando con dos de los empleados del hotel.

-¡Ven George!, ¡ellos lo vieron todo!-gritó Ringo.

Harrison se incorporó al grupo. Uno del los empleados, un hombre pequeño y regordete al que le costaba hablar sin esfuerzo, retomó el relato.

-…como le decía señor Starr, el señor McCartney le dijo algo al señor Lennon que le hizo volverse como loco…
-Creo que insultó a su mujer-interrumpió otro de los empleados-La llamó “mona” o algo así

George y Ringo se miraron sorprendidos.

-¡Demis!-chilló indignado el hombre regordete-¡Yo estoy contando la historia!
-Perdona
-dijo el segundo hombre avergonzado.
-Como decía-prosiguió el primero-el señor Lennon reaccionó ante algo que le dijo el señor McCartney y se avalanzó sobre él…Estuvieron intercambiando golpes en el suelo hasta que yo y mis compañeros llegamos a separarlos…El señor Lennon estaba como loco, parecía una fiera… Decía continuamente “estás muerto cabrón”… El señor McCartney parecía impresionado…Nos preguntó cómo podía salir de la isla en ese mismo momento… no sé…, parecía estar más asustado que enojado
-Yo le dije que podría usa el helicóptero que tenemos para emergencias para llegar al continente y coger un avión desde allí
-¡Denis!
-Perdón
-En efecto…, el señor McCartney salió esta noche en helicóptero y, por lo que sabemos, cogió un avión a Londres en cuanto pudo


***

El continuo circular de gente mantenía a Paul en vela. No podía cruzar la puerta de la azotea y volver al mundo real. ¿Qué iba a ser del Beatle Paul?, ¿qué iba a ser de McCartney sin Lennon?, se sentía vacío. Sólo sentía la quemazón que la excesivamente apurada colilla del cigarro le había causado en el labio pero, incluso esa sensación, se vio mitigada por la salada humedad de sus propias lágrimas.
ya solo queda el final no guilletek? nos tienes en ascuas...;)
Esperemos que no deje mil interrogantes abiertos en el último [comor?]
CAPÍTULO 25


Nueve de octubre de 1979. Treinta y nueve años. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Sus recuerdos de gloria beatle eran tan cercanos que no podía asumir que hacía más de quince años desde que sus primeros discos asombraron al mundo. Era pronto. John decidió quedarse un rato más en la cama y abandonarse a sus recuerdos.

¿Qué habría sido de Paul?, ¿Cuánto tiempo hacía que no sabía de él?, ¿tres, cuatro años?

El rencor seguía presente. Nunca le perdonaría aquellas palabras y, más aún, que le hiciera perder los estribos de aquella manera. De alguna forma ese día Paul murió, pero él, el Gran John Lennon, tampoco salió vivo de la trifulca. Algo murió en la cantina de ese hotel. Tampoco había vuelto a saber nada de George..., no de Ringo. Aún recordaba sus miradas aterrorizadas cuando les dijo que Paul había muerto. Sentía un intensó dolor al recordar aquellos días.

Sin embargo, no podía evitar que sus labios esbozaran fugaces sonrisas cuando recordaba anécdotas del grupo, y Paul estaba allí. El viejo Paul…

John seguía soñando despierto cuando la puerta se abrió de repente. El pequeño Sean entró desbocado arrojándose a la cama de su padre.

-¡Felicidades papá!
-¡Felicidades hijo!


John se sentía especialmente orgulloso del pequeño Sean. Se sentía tan unido a él que no podía evitar pensar que el hecho de que hubieran nacido el mismo día respondía a algún tipo de señal. Yoko entró poco después con una amplia sonrisa. Se acurrucó junto a su marido dejando al pequeño Sean en medio de ambos.

-Felicidades cariño…, felicidades pequeñín.

John sonrió, miro por un momento las caras de su mujer y su hijo y, dirigiendo la mirada hacia el techo de la habitación, cerró lentamente los ojos y sonrió…, hasta que el sonido del timbre del teléfono rompió el silencio.

-Déjalo John…, volverán a llamar…-suplicó Yoko.
-Quizás sea para el niño… Voy a cogerlo

Yoko respondió con una no disimulada mueca de disgusto mientras John se levantaba apresuradamente.

-Vuelvo enseguida-dijo Lennon con una gran sonrisa a la que Sean respondió ocultándose con gesto pícaro bajo las sábanas.

John corrió por el pasillo. El teléfono llevaba rato sonando, parecía que, quien llamara, tenía paciencia. Levantó el auricular recuperando el aliento.

-¿Diga…?

Nadie parecía contestar al otro lado.

-¿Oiga?, ¿quién es?-repitió John.
-Hola John…, soy yo…, Paul

Durante unos segundos, John sólo pensó en gritar y colgar inmediatamente, pero algo le obligaba a permanecer a la escucha.

-¿Qué demonios quieres?
-Es tu cumpleaños…
-Supongo que sí…
-¿Puedes asomarte a la ventana?
-¿Asomarme a la ventana?, Paul no estoy para tus jodidas chorradas…, piérdete.
-¡Espera!, ¡no cuelgues!, asómate por favor…


John estaba harto. Quería acabar con la conversación lo antes posible. Se acercó a la ventana y corrió levemente la cortina con la palma de la mano izquierda. Una cometa flotaba a escasos centímetros de su ventana, estaba decorada con dibujos psicodélicos que repetía continuamente “Mr.Kite”. Un papel colgaba de la cometa. John abrió la ventana y recogió el papel…

”Estaba soñando con el pasado
Y mi corazón latía rápidamente,
Empecé a perder el control, empecé a perder el control
No quise herirte, siento haberte hecho llorar, no quise herirte.
Sólo soy un chico celoso.

Me sentía inseguro,
Quizás ya no me quisieras,
Estaba destrozado por dentro, estaba destrozado por dentro
No quise herirte, siento haberte hecho llorar, no quise herirte.
Sólo soy un chico celoso.

Intenté llamar tu atención,
Aunque tú trataras de esconderte
Me tragaba mi dolor, me tragaba mi dolor”


Era la letra de “Jealous guy” una de las canciones de John que se editaron en el doloroso “Downstairs”. Abajo, escrito con una minúscula y temblorosa letra, John pudo leer.

-Tú lo escribiste, no puedes decirme que no lo entiendes…Lo siento, John

“Jodido Paul”, pensó John. Corrió del todo la cortina y siguió la trayectoria del hilo que apresaba la cometa… Al final estaba él. Sostenía el hilo sacando un brazo de la cabina telefónica en la que se encontraba.

-Bueno…¿Qué dices?-dijo Paul inseguro.

No hubo contestación hasta pasados unos minutos.

-Ego te absolvo-dijo John con voz seria. Paul pudo contemplar como John trazaba el gesto católico de la cruz desde su ventana.
-No sabía que fueras tan religioso ahora-dijo un exultante McCartney.
-Es lo menos..., cuando se aparece un muerto…

Colgó.

Paul sonrió y saludó con el brazo. John volvió a correr la cortina y se encontró al pequeño Sean a su lado.

-¿Quién era papá?
-Mi regalo de cumpleaños, hijo
Impresionante Guille.

Saludos!
Genial pero... no puede ser, no puede terminar :(
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