Suscribo palabra por palabra lo que dije de FFXV y sus DLC páginas atrás antes de jugarlos tras haberlo hecho recientemente.
La mayor cohesión que tienen con el juego en el que se ambientan es que, como él, no se decantan por un tono particular. Y es una lástima, pues cuando lo hace y se siente cómodo consigo mismo, llegan a brillar; a divertir. En serio.
Lamentablemente, parecen muy empeñados en que no disfrutemos del todo de la experiencia. O mas bien, ellos mismo siguen dudando de qué hacen a cada paso que dan, lo cuál me parece un grave problema del título en cuestión.
Matizar, eso sí, EPISODE GLADIOLUS, pues a pesar de tratarse de un producto muy discreto en lo que a contenido y valor se refiere, tiene un diseño mucho más sincero consigo mismo, y por tanto, más centrado en su objetivo.
Es un pequeño espacio de recreo que en ocasiones llega a ser bastante divertido. Mención especial:
Trataré de resumir, aunque aviso que se meda realmente mal.
EN LO ARGUMENTAL:Estos episodios son, a efectos prácticos, contenidos que no añaden nada relevante a la experiencia original, y que, sin embargo, tienen la osadía de hacer desfilar delante de nuestras narices extractos argumentales de cierta importancia para lo que se presupone es el objetivo principal del juego: sus personajes. Y digo se presupone porque el juego es tan indeciso en su diseño que no tengo realmente claro qué es lo que se propone. E insisto, digo osadía porque parece que restriegue por la cara del jugador el hecho de tener que pasar por caja para poder enterarse de según qué cosas. Aunque creo que es más torpeza que osadía, ciertamente. Ya que lo narran todo con una desgana hacia el jugador que, salvando ciertos puntos muy concretos, hiela la sangre.
Para entendernos, pongo un ejemplo práctico:
EN LO JUGABLE:Mantengo lo que dije acerca de la nula cohesión que parecían tener estos subproductos con respecto a la experiencia original. Y no tendrían por qué tenerlo si, al menos, se tratasen de experiencias alejadas pero holgadamente satisfactorias. Es decir, de productos que triunfasen en lo que se proponen. Sobra decir que no es así.
Quizá el que más se acerque a ello por la humildad de su propuesta sea el EPISODE GLADIOLUS. No obstante, y a pesar de haberlo disfrutado, no puedo recomendar un producto que se centra única y exclusivamente en un aspecto tan concreto del diseño del juego y que, además, se permite la licencia de experimentar con él. No mucho, tampoco vayamos a volvernos locos. Pero al menos pone algo de carne en el asador. Aunque sean un par de longanizas. Para mi ha sido un acierto, pero para otros jugadores puede ser un error. Y el diseño general de la gama de productos de FINAL FANTASY XV es tan indeciso, reitero, que titubearía fácilmente ante la crítica más torpe.
Quizá les hubiese ido mejor como pequeños momentos dentro del juego original. Algo adaptados. O qué demonios, tal cuál están. Tal vez ya he rebajado mucho mis expectativas con SE.
En cualquier caso, esa habría sido a lo mejor una decisión más acertada. Incluso podrían haber insuflado algo de variedad y vidilla al cómputo global. En otra ocasión, quizá.
En definitiva, mucho tendría que aportar EPISODE IGNIS para que, junto al resto de EPISODE's, confirmasen un aliciente real para viajar a ellos.
Son DLC's que pueden molestar porque se tratan de productos indecisos, con estelas de cierta calidad, pero indecisos al fin y al cabo, que además se toman la libertad de narrar cosas importantes de una manera insulsa. Y eso molesta y duele.
Sigo pensando que FINAL FANTASY XV necesitaba un año más de desarrollo para ser un gran juego, pero entiendo perfectamente las circunstancias de su accidentado desarrollo.
Hay gente que odia a Tabata. Yo creo que se trata de un gran director. Sin él, el apocalipsis Noctis habría tomado un significado mucho más literal.