El juego tiene unos gráficos alucinantes y una jugabilidad exquisita, pero, como siempre, Turn 10 se deja una de las cosas más importantes de los fines de semana de carreras en el tintero, la puta CLASIFICACIÓN. Puedes vestir a tu drivatar de payaso, pero no puedes hacer vueltas de clasificación... nada más que añadir, señoría.
El resto creo que ha mejorado una barbaridad y es cierto que el juego en la X luce alucinante, como ningún otro forza, es que no parecen ni los coches del 6.