"Castigar a un ciudadano sin internet..." La expresion suena de lo más retrogrado que existe. Es decir, privas a la persona de la libertad que supone conectarse a internet, realizar transacciones, culturizarse, informarse y comunicarse con el resto del mundo (entre otras multiples funciones básicas para vivir con algo de dignidad hoy dia), y todavía pretenden que un gesto como ése parezca constitucional en alguna democracia.
Siguen viendo al usuario como responsable de la caida del imperio audiovisual, en lugar de buscar alternativas más interesantes y flexibilizarse ante lo que supone internet en la vida actual.
Espero que al menos los jueces españoles siguan frenando ideas tan intervencionistas como estas, por lo que tiene de intromisión en las libertades y la intimidad de los ciudadanos, manteniéndose al margen de los intereses mercantilistas de los lobbys de la industria audiovisual y sus perros recaudadores camuflados de entidades de protección de derechos de autor que no son más que grupos de artistas frustados y acabados que se vengan de la sociedad que no les dio el sitio con el que soñaron inventando fórmulas impositorias de las que beneficiarse con el trabajo de otros. Perros.