Cuando era mas joven, estaba en una tienda de cartas, cuando de pronto entra un chavalín entre 11 y 13 años muy alterado, se acerca al dependiente y le dice...
-"¡Señor, me quieren pegar!."
A lo que el dependiente se le queda mirando de reojo un ratito y le responde...
-"Bien hecho."
La cada del chaval fue de desesperación total, y mi colega y yo nos quedamos entre flipaos y riéndonos por la respuesta y la escena de los dos.