Imaginad el siguiente supuesto. No digo que sea cierto, pero sería una manera de explicar estas declaraciones.
Soy SONY. Diseño una consola. Para venderla, la presento argumentando que es la más potente para juegos (no me refiero a multimedia) en esta generación.
Luego veo que hay juegos estupendos en ambas consolas (me refiero a las dos más potentes). No tengo la supremacía. Para demostrar que es la más potente sólo tengo mi palabra, y los clientes están empezando a dudar. ¿Y ahora qué digo? Ummm.
1) Reconozco que no es la más potente para juegos para juegos, digo que si a caso es igual: no puedo decir eso. He basado el marketing en decir que es la mejor, y si ahora lo desmiento quedo como una mierda.
2) Digo que por supuesto es la mejor, pero que no lo puede demostrar porque es muy difícil de programar. Ummm. También quedo como un imbécil. Espera, esperaaa. Digo que lo he hecho adrede, porque es la mejor estrategia. Así asombro gradualmente, y mantengo la vida del aparato durante más tiempo. ¡Parece coherente y todo! Hale, a hacer la declaración, que voy a quedar super chachiiii.
Jeje. No me fustiguéis por este post, que sólo es un supuesto en clave de humor.