Los fabricantes que quieran incluir acceso a la Play Store y otras aplicaciones de Google en los
smartphones que vayan a
vender en Europa deberán abonar hasta 40 dólares por unidad a la compañía, según revelan los documentos confidenciales a los que ha tenido acceso
The Verge. Las tarifas, que varían en función del país y los píxeles por pulgada (ppp) del dispositivo, se aplicarán a todos los terminales que se activen en Europa a partir del 1 de febrero de 2019.
Sin embargo, después de pagar la licencia los fabricantes tienen la opción de llegar a un acuerdo por separado con Google. Estos contratos ofrecen la posibilidad de cubrir parcial o totalmente el coste de la licencia a cambio de elegir instalar en los dispositivos el navegador Chrome y la búsqueda de Google. Desde la tecnológica, que realiza estos cambio en su modelo de negocio por la
amenaza de la Unión Europea, se afirma que estos dos servicios son los que financian el desarrollo y distribución gratuita de Android.
En sus documentos Google divide los países de la Unión Europea en tres niveles. En el caso de los
smartphones las tarifas más altas se aplican en el Reino Unido, Suecia, Alemania, Noruega y Países Bajos. En estos estados un móvil con más de 500 ppp tendría que pagar una tarifa de 40 dólares; los dispositivos de 400 a 500 ppp pagarían 20 dólares, mientras que los de menos de 400 ppp verán rebajada la tarifa hasta los 10 dólares. En algunos países los fabricantes apoquinarían 2,50 dólares por cada teléfono de gama baja.
Se desconoce por qué Google divide sus tarifas en función de los píxeles por pulgada, pero podría ser una forma de hacer pagar más a los
smartphones de gama alta que normalmente tienen una densidad más elevada que el resto. Por ejemplo, el
Pixel 3 XL tiene 523 ppp, mientras que el
Galaxy S9 de Samsung suma hasta 570 ppp. En los documentos también se detalla que los fabricantes que decidan no incluir Chrome en sus terminales no recibirán ningún porcentaje de los ingresos generados a partir de las búsquedas realizadas desde el navegador.
Queda por saber quién abonará la factura. Si el fabricante llega a un acuerdo con Google para no tener que pagar la situación será la misma que ahora. Pero en caso de no firmar el contrato o que este solo cubra una parte de la licencia solo hay dos opciones: el fabricante asume el coste o se lo traslada al cliente.
Fuente: The Verge