-Steel Battalion: El mando era una pasada, era increible la sensación de pilotar un VT. Y no es nada fácil. Si te mataban te mataban pero de verdad, tenías que empezar desde el principio. El mando tenía muuuuuchos botones y tenías que leerte un tocho de instrucciones que parecía aquello una oposición. Además, el mando no se acoplaba bien a mi mesa y acababa jugando con los brazos estirados y tras media hora tenía un dolor de espalda del quince. Creo que es el juego más jodido que he probado en mi vida. Una compra friki de la que no tardé en arrepentirme. (Una y no más, desde entonces ni volantes ni movidas raras por si acaso)
-Gun Valkyrie: Me gustó mucho pero tiene la cámara invertida (cosa que odio) y no se puede cambiar, muchos bichos -hasta el exceso-, tiempo límite para cumplir la fase y contínuas presiones sobre sendos sticks para hacer deslizamientos en el aire. Era una tortura jugable y demasiado complicado. Tuve que dejarlo tras repetir N veces una fase.
-Otogi Myth of demons: Joooder que duro me pareció. Igual que el de arriba. Precioso pero muyyy jodido. No pude con él. Lo mandé al cajón porque me veía sudando para pasarme la cuarta pantalla y me dije: "este juego no es para ti"XD
-Panzer Dragoon Orta: El jefe final cuando se pone bruto no puedo con él. Tampoco es que se me diera bien el juego, pero tras intentarlo unas 5 veces y no matarlo me quedé sin acabarlo.:-|
-Ninja Gaiden: 26 horas de juego y me queda poco, me parece un juegazo pero es jodidísimo. Ver como un ataque de un enemigo normal te quita 50% de barra de energía te hace sentirte débilXD.
-Viewtiful joe: Otro más que me encanta pero que se me da terriblemente mal. Acabé frenético y lo dejé por mi salud mental sin terminar. Muy caótico para mi, se me daba fatal.
Khonan escribió:Mario sunshine---> se me hacía imposible conseguir los soles necesarios para ir contra bowser, y lo dejé por cansancio, mira q me gustaba pero tirarme una hora recolectando monedas para un sol, se me hacía imposible xD
Hago propias tus palabrasXD. Acabé harto de él tras darle bastante duro. Aún recuerdo la fase del molino. Dios que asco de cámara, que sudor en las manos, que de tacos solté.
Y ahora mismo no recuerdo más.