Arvo escribió:Salvando el respeto por la persona, indiferencia absoluta en cuanto al legado. Commodore frente a Sinclair era como un Ferrari frente a un triciclo. Mi primer computadora fue un VIC-20 de 1980 más o menos, que regalaban algunos bancos, de ahí un par o tres años más tarde al mítico C-64 ( 4 osciladores de sonido tenía esa bestia en aquella época, anda que no me había pasado tardes picando códigos de juegos que salían en revistas y pirateando cintas de los comerciales ... ) y finalmente al Commodore Amiga para juegos y el Amstrad 1640 para trabajar en casa y un VAX en clase. Solo cuando llegaron las 3DFX empezó a tomar cuerpo el potencial del PC para jugar.
Bueno, hay mucho que matizar ahí. De entrada, hay que decir, para quien no conozca estos microordenadores ni la época en cuestión, que tanto el Commodore Vic 20 como el C-64 como el Spectrum, eran ordenadores que incorporaban, de fábrica, no sólo el firmware necesario, sino también el lenguaje de programación BASIC, de modo que al encender el ordenador, te salía ya el lenguaje BASIC indicando que el ordenador estaba "Ready". Esto es absolutamente distinto con un PC, en el que hay que cargar el disco con el sistema operativo. Pero con los microordenadores de 8 bits no ocurría esto, sino que nada más encenderlos, ya estaba disponible el lenguaje BASIC. Por ello, para juzgar estos equipos, hay que ponderar la calidad de ese intérprete BASIC, y no solamente valorar el hardware.
Por su aspecto, los modelos Commodore Vic20 y C-64 parecen equipos profesionales (¡ese teclado!) pero en realidad, el intérprete Basic que incorporan es primitivo en comparación con el que trae el Spectrum. Clive Sinclair redujo los costes en la construcción y simplificó todo lo que pudo la circuitería electrónica, pero dotó al Spectrum de un firmware de primera clase. En el Sinclair ZX80 y ZX81 se simplificó enormemente la electrónica de tal modo que fue viable hasta vender esos ordenadores como kits por sumas de dinero muy razonables para la época. Hay que pensar, que tan sólo unos años antes, para montarte un ordenador personal, tenías que gastarte mucho mucho dinero y juntar un montón de circuitos.
El Sinclair ZX81 sólo contaba con este circuito y montaba además un microprocesador Zilog Z80 que era más potente que la mayoría de 8 bits que había en ese momento, incluido el Intel 8080.
Este único circuito impreso, es el Sinclair ZX81. Hoy podría confundirse con un Arduino.
Ahí tenemos un sistema informático completo: modulador RF monocromo (dispositivo de salida visual de datos), cable para conectar el teclado (dispositivo de entrada de datos) y los minijacks de entrada para grabar y reproducir programas a 256 baudios. Y, por supuesto, el Zilog Z80 (unidad central de procesamiento).
Este circuito se podía ampliar y modificar, por ejemplo se le puede poner una ampliación de 16 Kbytes, aunque las hubo hasta de 64 y más.
Así que Clive Sinclair quería diseñar algo sencillo, fiable, que fuese económico, y que se vendiera mucho, que se volviese tecnología popular, el "Ford T" de la informática. ¡Sin duda lo logró! Primero con los ZX80, ZX81 y después, sobre todo, con el Spectrum, que reinó toda la década de 1980 y sigue vivo hoy.
Commodore siempre fue un artículo de lujo. Sinclair en cambio creó un segmento de mercado antes inexistente: la microinformática de "clase media". Un segmento de mercado que fue el que impulsó la informática en los años ochenta, porque si hubiera sido gracias a Commodore, y a su colega Apple, aquí pocos ordenadores habríamos visto.
Además, es una paradoja que el Commodore 64 original, con su caja "Breadbin", es un modelo muy bien presentado, pero internamente es chapucero. El procesador es de menor rendimiento que el Zilog Z80 que montaban ordenadores anteriores como el Sinclair ZX80 y el ZX81 (y después el Spectrum, y todos los Amstrad incluyendo la serie PCW) y la electrónica es poco fiable y se podía estropear. No es fácil a día de hoy dar con un C-64 "Breadbin" de los primeros que no haya sido modificado.
Commodore te obligaba a comprar su grabador/reproductor de cassette de su propia marca, y no ofreció nunca un intérprete Basic digno, al contrario que Sinclair, que dotó desde el principio a sus equipos con un buen intérprete Basic.
Por poner una comparación llamativa: el Sinclair ZX81 podía calcular las funciones trigonométricas seno, coseno y tangente, directamente, simplemente escribiendo un comando en Basic; eso no lo puedes hacer en un más sofisticado Amstrad CPC. Tampoco en un C-64. Tienes que crear primero la función.
Con un ZX Spectrum podrías aprender a hacer un programa en Basic en apenas unas pocas horas. Sabrías cambiar los colores de la pantalla, de las letras, del borde de la pantalla... Podías generar sonidos. Todo ello con instrucciones Basic muy bien diseñadas. Eso con un Commodore no se podía hacer de una forma tan simple porque su intérprete Basic era muy poco refinado. Sí podías hacer cosas, pero usando "Poke" y jugando con posiciones de memoria, algo que no es nada intuitivo, ni tiene nada que ver con usar instrucciones de un lenguaje de alto nivel. El BASIC del Commodore era como un intérprete a medio hacer al que le faltaba un acabado mejor.
El BASIC del Spectrum te enseñaba BASIC. El BASIC del Commodore te enseñaba a programar esa máquina concreta. Los conocimientos adquiridos con el Spectrum eran válidos para otros lenguajes Basic como el Locomotive de Amstrad o como el GW Basic de Microsoft; pero no te servía de nada aprenderte todos los comandos "Poke" de Commodore, sólo para esa máquina.
Para mí, el C-64 tenía el enorme atractivo de un teclado profesional, porque si conocías el teclado del ZX81 y del Spectrum, el del C-64 era en comparación una maravilla. Pero como microordenador, el C-64 era primitivo en comparación con el ZX Spectrum.
El C-64 realmente no estaba diseñado para ofrecerle al usuario la oportunidad de aprender programación y hacer sus propios programas, sino para servir como estación de juegos, para que fueses consumidor y usuario de los juegos y programas comerciales, pero no para que los hicieras tú. En cambio Sinclair sí tenía desde el principio la intención de ofrecer al público, como gran motivación, aprender BASIC y conocer lo que es la programación.
Pero si volvemos a los ochenta, sin restricciones económicas, claro que te puedes comprar un Apple o un Commodore, con monitores en color, y con todo lo que quieras (incluyendo unidades de disco) pero para un adolescente de una familia media, el C-64 era demasiado costoso. Y hoy sabemos además, que con un C-64 no habrías aprendido más, si tuviste un Spectrum.
Esto no quita que sea interesante manejar un Vic20 o un C-64, pero viniendo de un Amstrad, o de un Spectrum, no te vas a impresionar. El teclado le da al C-64 aspecto de superioridad sobre esos modelos, pero nada más.
Y para finalizar el comentario con una curiosidad, te pongo esta imagen de la serie "Whiz Kids" (1983) en la que el protagonista, Richie Adler, maneja un Tandy TRS80, y no un C-64 (supongo que serían cuestiones comerciales). En un episodio salía un ZX81