Ocurrió lo esperado con Final Fantasy XIII-2. El juego no exige absolutamente nada a nivel de dificultad en todo el recorrido pero, por sorpresa para nadie, incluso el primero de los 12 bosses finales seguidos que tiene este juego me mata en 5 segundos sin poder hacer nada. Ni de coña voy a farmear para terminar este videojuego. Creo que aquí se queda.