La policía analiza el vídeo de Metro que muestra la agresión neonazi
El detenido se negó a declarar ante los agentes de Homicidios
F. J. BARROSO - Madrid - 13/11/2007
http://www.elpais.com/articulo/madr...113elpmad_4/TesTodo quedó grabado. La muerte de Carlos Javier P., de 16 años, fue captada al detalle por las cámaras de videovigilancia de Metro. La grabación está desde ayer por la tarde en poder de los investigadores de la policía.
Las grabaciones revelan que el detenido, Josué Estébanez de la Hija, un soldado profesional de 24 años, se subió en la estación de metro de Plaza de España en un tren de la línea 3 en dirección a Legazpi. Permaneció sentado en el vagón hasta que le cedió el sitio a otra persona. Al llegar a la séptima parada, Legazpi, ocurrió la agresión.
La parte más importante de la grabación recoge cómo se produjo el apuñalamiento. El supuesto homicida, que iba vestido con una camiseta con un emblema que posiblemente le identificara como neonazi, se dirigía a la manifestación convocada en Usera por el partido ultraderechista Democracia Nacional.
Cuando el convoy enfoca el andén de Legazpi, Estébanez se pone en alerta al ver a un grupo de unos 30 jóvenes de estética redskin(rapados de izquierda). Saca del bolsillo una navaja marca Opinel, de unos 25 centímetros de longitud, y la oculta con el brazo sobre el muslo. En ese momento, el metro para y se abren las puertas. Entran los rapados, que se le quedan mirando al identificar su vestimenta, según fuentes policiales. "¿Qué pasa?", les espeta Estébanez.
A continuación, el agresor lanza una cuchillada contra el pecho de Carlos Javier P., que le afectó en el pulmón y le alcanzó el corazón. El vídeo también graba la huida despavorida de los pasajeros del vagón hacia el andén. Los amigos de la víctima intentan repeler el ataque y el agresor lanza más cuchilladas. Alejandro Jonatan M. M., de 19 años, recibe una en el pulmón.
Estébanez se queda solo dentro del vagón. Desde fuera, los rapados comienzan a lanzarle objetos y le increpan para que salga. Uno coge un extintor y lo estrella en el interior del vagón. El aparato se rompe y el polvo que contiene se desparrama por el aire y dificulta la visión. La víctima, moribunda, está tendida en el suelo del vagón. Carlos Javier P. sangra abundantemente.
El supuesto agresor sale del vagón y echa a correr, pero le alcanzan algunos amigos de Carlos Javier, según fuentes policiales. Los rapados no logran frenar la huida. Estébanez sale a la calle. Los vigilantes de seguridad de la estación de Legazpi habían dado aviso urgente a la policía de lo que estaba ocurriendo en el vagón y el andén. En la boca del metro, un par de agentes municipales detienen al presunto homicida.
Antes de ser trasladado a la Brigada Provincial de Policía Judicial, Josué Estébanez fue conducido a la clínica de la Concepción, donde fue atendido de heridas leves.
Estébanez ha permanecido detenido en la comisaría de Tetuán hasta que ayer por la noche fue interrogado por los agentes del Grupo VI de Homicidios. Asistido de un abogado, el supuesto autor de la puñalada mortal que le costó la vida a Carlos Javier P. se negó a declarar, según fuentes del caso.
Está previsto que hoy pase a disposición del juzgado de guardia que instruye el homicidio del menor, vecino de Vallecas. La policía concluyó ayer las ruedas de reconocimiento de los testigos y víctimas que también resultaron heridos por el detenido. Al ser muchos de ellos menores, tuvieron que ir acompañados por sus padres y por el fiscal.
LA VÍCTIMA: "Carlos no pertenecía a ninguna banda", asegura su familia
Carlos Javier P. no dijo adónde iba el sábado por la mañana. Salió de su casa, en el distrito de Puente de Vallecas, y sobre las doce del mediodía, en un vagón del metro de la línea 3, recibió una puñalada en el corazón que se llevó su vida por delante.
Carlos tenía 16 años. Vivía con su madre y con su abuela cerca de la avenida de la Albufera. Había dejado el instituto hacía tiempo -así lo confirmaron fuentes del IES Tirso de Molina-, donde estuvo matriculado hasta 2005. Algunas fuentes consultadas aseguran que Carlos tenía novia y que ella estuvo presente cuando fue apuñalado el sábado.
Ayer por la mañana le fue practicada la autopsia. En las puertas del anatómico forense, su familia pedía justicia. "Han matado a un chico de 16 años que era un cielo, que nunca se había metido en ningún problema", dijo su prima Salud, que insistió en que Carlos "no pertenecía a ninguna banda". "Es muy fuerte, se trata de una muerte absurda que no entiendo para nada. Que se acabe cuanto antes con estas situaciones", insistió. Junto a ella estaba su tía Concha: "No hay derecho. Estamos medio muertos. Era un niño muy bueno", afirmó.
Carlos Javier será incinerado hoy en el cementerio de la Almudena.
EL PRESUNTO ASESINO: Un soldado profesional con un año escaso de carrera
Un año escaso de carrera profesional. Eso es lo que llevaba Josué Estébanez de la Hija, el supuesto homicida del menor Carlos Javier P., de 16 años, como militar. Desde enero se encontraba en el batallón de honores del Regimiento Inmemorial del Rey del Ejército de Tierra. Este batallón se encuentra en el acuartelamiento general Cavalcanti, con sede junto a la autovía de Extremadura (A-5) y cerca del término municipal de Pozuelo de Alarcón.
Según explicaron fuentes del Ministerio de Defensa, no había dado "ningún problema de comportamiento" en el escaso tiempo que llevaba en el Ejército. No había sido arrestado por nada destacado en este periodo.
Estébanez nació el 19 de noviembre de 1983 en un pueblo de Vizcaya, que no fue facilitado por fuentes militares para evitar posibles problemas a sus familiares. De complexión delgada, mide unos 1,80 metros de altura.
Fuentes policiales indicaron que el detenido no estaba fichado, pero sí había sido visto en conciertos de grupos neonazis. Nunca se había metido en agresiones racistas, xenófobas o ideológicas. Hasta el domingo, cuando fue detenido instantes después de apuñalar, supuestamente, a un menor red skin. Hoy pasará a disposición judicial.