Denuncias mutuas y expedientes UEFA. Es el penúltimo capítulo de una serie donde José Mourinho, el hiperlíder, lo ha acaparado absolutamente todo: Ha escrito un guión adaptado de conspiraciones, ha brillado en los títulos de crédito, ha impactado en su papel de eterno protagonista y se ha sentado en la silla del director. Para gloria y disfrute del "Mou Party". Lo que debía ser una cuádruple fiesta del fútbol ha derivado en un carrusel de gases verbales, fuego cruzado y acusaciones sin pruebas. Un horror que provoca tanta grima como hastío. Mourinho, jaleado por ese sector del periodismo que pone sus ventas por delante de la verdad, se ha convertido en una especie de Doctor Caligari que dirige, a su voluntad, a un ejército de zombis. Dice que el Barça domina a la UEFA. Muchos le aplauden. Sospecha que la presunta fechoría puede tener su origen en que el Barça porte el logo de UNICEF en la camiseta. Su clá ríe la barrabasada. Sostiene que existe una conspiración arbitral que, dirigida por Ángel María Villar, teledirige a los árbitros para conspirar contra el Real Madrid. El club, quién le ha visto y quién le ve, le apoya. Cubre de barro a Guardiola y deslegitima los triunfos del Barça en Europa. La consigna, "estamosconMou". Y también insinúa que el Barcelona ya está en la final y que el Real Madrid está eliminado porque no tiene nada que hacer. Muere el "PodeMous"; gloria al "LloreMous". Protocolo: Lo que diga Mourinho.
Pero si gana Mourinho, pierden todos. El Real Madrid pierde su imagen, la Liga pierde crédito, la UEFA ve su competición erosionada y los árbitros ven cómo de duda de su profesionalidad. El puto amo y el puto jefe de la sala de prensa está como el niño de 'El Sexto Sentido'. En ocasiones, ve muertos. Dice que la Champions está adulterada y que los árbitros pactan situaciones de antemano. Atención, preguntas: Si la Champions está adulterada ¿lo estaba cuando el Real Madrid ganó 9 títulos? ¿ ya era una competición corrupta cuando la ganaron Oporto e Inter? ¿sólo es corrupta cuando no levanta el título Mourinho?. Dice, sin pruebas, que Villar teledirige a los árbitros en contra el Real Madrid y echa un buen puñado de porquería sobre la Federación. Vamos, que es un fiel creyente del Villarato. Más cuestiones: Si es cierto que existe el Villarato y si Angel María teledirige a los colegiados contra el Real Madrid ¿cómo se come que Florentino Pérez haya recibido la medalla de oro y brillantes de la Federación? Si Mou tiene razón ¿por qué el Madrid no abandona la Federación? ¿por qué seguir jugando una Liga y una Champions que están adulteradas? Y por último, si la RFEF está a favor del Barça ¿cómo es posible que el Real Madrid haya levantado la Copa del Rey, el único trofeo que organiza esta Federación presuntamente 'vendida' al Barça?
La penúltima explosión de Mourinho, una central nuclear de conflictos, pone los índices de radiación por las nubes. En mitad de esta tormenta de porquería, conviene recordar qué significa el Real Madrid, con una anécdota: Cuando Valdano ganó su primer título con el Madrid, la Copa de la UEFA, entró en el vestuario y se encontró con Camacho. El de Cieza se levantó y dijo: "Brindemos por el título del año que viene, este ya se terminó". Valdano, descolocado, se dirigió a Camacho: "Pero José ¿cómo voy a olvidarlo si es el primer título que he ganado en mi vida?". Camacho contestó: "Argentino, no te has enterado de nada. Ganar aquí es obligatorio. Lo que tenemos que hacer es lamentar los títulos que perdimos y no festejar la mierda que ganamos. Pasados los años, Valdano recordó aquella anécdota: "Estando en el Madrid, uno sabía que no había escondite en la derrota. Que si uno perdía, fracasaba. Uno, estando en el Zaragoza, podía echarle la culpa de la derrota al árbitro, o a otra cosa. En todos los sitios hay un escondite para perder, menos en el Real Madrid".
Hoy el cuento ha cambiado de manera sensible. El mejor ejemplo, esta misma mañana. Un periodista ha formulado una pregunta al entrenador del Real Madrid, el Mejor Club del Siglo XX: "Al margen de la cuestión arbitral ¿cree que el Real Madrid como equipo y usted como entrenador, tuvieron parte de culpa en la última derrota?". El entrenador portugués, el puto jefe y el puto amo de la sala de prensa, ha contestado sin titubear: "Cero". Mourinho siempre encuentra un escondite. Ha entrado en el Real Madrid, pero el Real Madrid jamás entrará en él.
Rubén Uría / Eurosport