El final de la expresión es conocida, sin embargo es la marca utilizada por Xavi para la única jugada a balón parado del Barça que tuvo finalización en el estadio Juegos del Mediterráneo. 2º tiempo, enésimo saque de esquina a favor del Barça; Xavi con las manos arriba marca jugada; nadie parece estar atento, repite el gesto y empieza el movimiento, Bojan pide a la corta para jugar el 2x1. No existe posibilidad, el Almería está atento, han preparado el partido y todos saben lo que deben hacer, la situación se convierte en un 2x2 y el balón acaba en Abidal que tira a puerta con oposición. Nada destacable pero era la primera y única estrategia que tuvo un mínimo de éxito. El partido es una decepción mayúscula para los culés porque evidencia que al equipo azulgrana le faltan horas de entrenamiento de calidad. Nadie podrá recurrir al tópico de que lo han dado todo. El Barça, en época de recesión, debería preparar los partidos con minuciosidad, convertir cada partido en una batalla pero sigue empeñado en ganar sin bajar del autobús en un camino que sólo lleva al fracaso o al milagro.
Desde París, el Barça ha caído en la trampa de necesitar dos parámetros para ganar: uno, imponer su estilo de juego y dos, marcar la diferencia con calidad individual. El resto del juego se desprecia como si la Champions ganada por Rijkaard hubiese sido fruto de estas premisas. El empate de hoy invita a la reflexión y a la toma de decisiones a quien corresponda. Existen muchas maneras de fracasar pero hay una que un deportista no se puede permitir y es la ausencia de dedicación profesional. Unai Emery y sus jugadores le han sacado los colores al Barça en un aspecto: el estratégico, que sólo exige horas de entrenamiento con repetición sistemática, ya sea de manera integrada u analítica, además de estudio profesional por parte del cuerpo técnico. Si a ello le sumas un profesional dentro del cuerpo técnico, capacitado para diseñar soluciones a balón parado novedosas que te hagan ganar partidos. El responsable del trabajo estratégico en el cuerpo técnico: Unzué.
Derrota con el Villareal, dos días de jolgorio y una semana para preparar un partido que podía significar la última oportunidad para engancharse a la liga; una competición que debería ser prioritaria para un vestuario que la temporada pasada se cansó de pedir revancha mientras el Madrid celebraba. Una cortina de humo, palabras vacías porque los hechos demuestran que la plantilla del Barcelona vive para la Champions a nivel mental; pero, que a nivel competitivo, puede ser que cuando llegue la hora de la verdad sea insuficiente porque son muchos los vicios adquiridos.
En los primeros 15'; dos ocasiones claras, cuatro saques de esquina a favor y dos faltas laterales para el Barça. No esta mal, pero de ocho posibilidades de gol, el Barça desprecia en entrenamiento semanal seis. Ya no son tantas... con esto cualquier equipo hubiera machacado o al menos intimidado al rival. Analicemos la estrategia ofensiva en comparación con el rival: lanza Xavi, diferencia abismal con Corona, este golpea de empeine interior, su bota impacta en la marca de ‘nike' (le han enseñado a tener referencias), la pelota alcanza altura y la mantiene - síntoma de ejecución técnicamente perfecta - con rosca hacia la portería; un misil que al tocar una frente, local o visitante, saldrá despedido generando una ocasión manifiesta de gol.
Xavi golpea por debajo a la pelota, el balón dibuja una hipérbola y cae semivertical obligando al rematador a darle mucha fuerza al gesto técnico de remate para poder hacer gol. El golpeo no beneficia al atacante sino al defensor. Mal empieza la estrategia ¿Porqué Xavi no ejecuta como Corona? El saque de esquina es un gesto técnico concreto y requiere entrenamiento específico. Este tipo de entrenamiento no se realiza en el Barça. La diferencia es que todos los golpeos de Corona acaban en la cabeza de un compañero generando ocasión de gol y los de Xavi, pasados 15', van todos mal ejecutados y acaban en lugares donde no hay un solo azulgrana. Síntoma de que no se ha perdido ni un segundo. Uno, Emery, le dedica horas, otro, Rijkaard, el sábado antes del partido lo dice de palabra y no le dedica más que unas pocas repeticiones. Cuando compites puedes ganar, perder o empatar pero nunca puedes fracasar por falta de dedicación, esfuerzo y compromiso. Todo esto que les cuento trae daños colaterales. Si no haces daño a balón parado, te van a dar todas las patadas y más cuando quieras desbordar con regates o paredes. Eso será una losa para intentar ganar cuando tu único registro es ganar entrando con la pelota hasta dentro en paredes previsibles o desbordes a cargo de los únicos con cambio de ritmo diferencial: Iniesta o Messi.
El Almería refleja las miserias del Barça a balón parado ofensivo, pero vayamos con el defensivo y la preparación de partido. Aquí la cadena es la siguiente: una persona hace el scouting del Almería, le presenta el video y el informe a Frank Rijkaard y su cuerpo técnico; desde ese momento, el cuerpo técnico debería diseñar todas las sesiones de entrenamiento de la semana en función de la preparación del partido. Llega el partido y el Almería hace en dos ocasiones la jugada Juande, la triangulación Irureta no sale por mal golpeo de Negredo, hemos visto dos goles fruto del corner Sergio Ramos o Rafa Márquez, y por si fuera poco, hemos visto el corner Floro de Zalazar u Óscar García. Las han hecho todas y el éxito o el fracaso lo han determinado la ejecución técnica de los jugadores almerienses.
¿Dónde ha fallado la cadena de montaje?
El encargado del scouting no es el responsable. De ser así, Rijkaard hubiera detectado que le están dando gato por liebre. La realidad es que los planteamientos no consideran al rival, y eso puede valer si tus jugadores marcan la diferencia pero cuando estos no tienen esa capacidad, el cuerpo técnico tiene que marcar la diferencia con la toma de decisiones y con los planteamientos tácticos. El Almería ha sacado todo el repertorio, ni una jugada novedosa para sorprender al Barça; todas ya estaban hechas en liga y todas han salido. El responsable del scouting no puede ser sospechoso, el problema viene de planteamiento y el poco caso, más bien ninguno, que se hace de la información. Hace tres jornadas, el Barça llega al Calderón para matar la remontada y deja a Pablo como jugador sin marca, no se le acosa para derribar al equipo colchonero. Contra el Villareal, sale Guile Franco, lento y escaso de recursos. Pellegrini deja a Tomasson y Nihat en el banquillo, un regalo como el de Robinho en Riazor. En lugar de presionar arriba, tras pérdida recularas, y dejas la salida por el lado izquierdo amarillo abierta paa abortar cualquier intento de presión porque hay dos jugadores: Iniesta y Ronaldinho que no saben ni el donde, ni el cuando ni el como.
La ausencia de preparación se nota en la segunda jugada. Vean el segundo gol de Uche: dos jugadores solos en la segunda jugada, Puyol marcando por fuera. La primera regla de oro en la marca es que el defensor tiene que estar siempre entre portería y jugador atacante. Puyol se sitúa a la espalda del atacante y el linier. En el segundo gol, si Uche ejecuta mal o va al palo, hay dos jugadores en segunda jugada para matar. Das opciones al rival en primera jugada pero si hay milagro y el balón no va dentro, ahí esta Emery que prepara la estrategia completa, primera jugada, opción rechace, transición defensiva y falta táctica. No se entiende que el Barça no hubiera colocado hombre libre en punto de penalti para impedir la jugada Juande, ni un jugador zona en la semiluna del área para evitar el corner Floro. El poder estratégico del Almería era conocido, en lugar de dejar a dos espectadores arriba, coloca dos a los palos, reduces la dimesión de la portería y le das a Valdés más responsabilidad en el blocaje y contraataque.
A pesar del material fotográfico existente (futbolitis sacaba ayer a Emery marcando dos, hoy marca la cinco), que Emery teledirige la estratégia, como si fuera Zeljko Obradovic. Una buena preparación de partido, hubiese significado tener un jugador de campo pendiente de las señas y transimitir a sus compañeros para saber que disposición defensiva adoptar.
El trabajo táctico azulgrana es de palabra,la posición Henry - Thuram como hombres libres en el primer palo en el segundo y primer gol respectivamente delata que no ha habido ejercicio práctico. Ni uno ni otro bien orientados, mal situados. Entrenar significa poner a Xavi / Silvinho golpeando con las diferentes curvas y Henry /Thuram en el primer palo para sacar la pelota y hacer la contra. Hay que dar entrenamiento para dominar los tiempos y las trayectorias, para contrarrestar y sacar ventaja, porque el objetivo no es evitar el peligro sino tender una emboscada al adversario para hacer un despeje orientado que sea el primer toque de un contraataque de tres calles y finalizando en cuatro toques en la portería adversaria con gol.
La estrategia es despreciada desde tiempos ancestrales en Can Barça.Esta semana,el Chelsea se metió de lleno en la lucha por la Premier con gol de Terry rompió el partido a los 10' con una pantalla, una finta y balón al primer palo con un golpeo académico de Lampard. El libreto Mourinho marcaba de diferencia y el análisis de la jugada servía para ver que era un gol que fruto de rentas heredadas. Jugada Mourinho, aunque la ausencia de entrenamiento da lugar a olvidos qu antes eran imperdonables. No estaba el ‘rol Carvalho' en segunda jugada.
En el Liverpool, Rafa Benítez diseña, el equipo ejecuta hasta la perfección en Melwood y la tasa de transferencia a la competición llega en forma de victoria. Bloqueó a la marca de Torres, posición de distracción de Xavi Alonso y golpeo de Gerrard, fruto de la automatización. Ausencia de complejidad, gol sencillo, y remontada culminada.El Schalke 04 más de lo mismo, gol en contra, partido cuesta arriba, juego trabado, de los peores partidos del irregular Schalke 04 en mucho tiempo. Corner al primer palo, toque de cabeza y Westermann, en segunda jugada, marca para ganar en el 80'.El ejemplo es el Arsenal; ha metido muchos goles tras saque de esquina en contra. Y lo hace partiendo de todo el equipo metido en área propia. Y es que la regla es universal: Corner y medio bien sacado, gol a favor, corner mal sacado gol en contra. Los ganadores no sólo contrarrestan, buscan castigar al rival, convirtiendo la virtud adversaria en una oportunidad para dejar KO al rival.
El Barça no entrena para la competición sino para la condición. Las sesiones y los ejercicios no varían según el rival sino que forman parte de una rutina repetitiva, ideal para que garantizar ‘el efecto placebo' en el organismo del futbolitista. De ahí vienen la falta de intensidad y concentración. El futbolista domina tanto la metodología que no necesita concentración ni intensidad para ejecutarlo. Cuando llega la competición, los estímulos, las intensidades y la exigencia te sorprenden para llevarte al fracaso. Tus rivales te llevan muchas horas de ventaja, el diagnóstico es rotundo: Ausencia de entrenamiento cualitativo sin tasa de transferencia a la competición.