De toda la vida en el terreno de juego se han insultado los jugadores, mientras quede ahí no pasa absolutamente nada.
Seguramente le llamo hijo de puta, pero vamos, lo triste es darle transcendencia una vez en frio, como hizo el anormal de Pandiani.
Si ayer J.Martinez fue sincero, ya te digo yo que no pasa nada.