Bueno, tras pillarme la edición limitada a buen precio en GAME, pasarme la campaña y estar dándole a las misiones libres un buen rato creo que voy a intentar hacer un análisis de en qué acierta y en que falla AC:AH.
Voy a empezar diciendo (no me apaleéis) que AC:AH es un buen juego, entretenido, con buena jugabilidad, frenético e impactante. El problema es que se aleja de la estela dejada por sus predecesores. Está bien innovar, por supuesto, pero en este caso, los cambios son demasiado drásticos. AC, nunca ha sido un simulador, pero sabía combinar muy bien con ese híbrido arcade-simulación. El nuevo sistema MDA para combate cercano es un arma de doble filo. Por un lado es digno de ver a tu avión persiguiendo a otro llenándolo de plomo, viendo como de desprenden partes del avión o frenando en seco para hacer una pirueta y situarse a la cola de otro avión que te tenga enfilado. El problema es que sin llegar a ser completamente "on-rails" si que deja esa sensación de que no controlas completamente el avión y que todo está "scripteado" según con qué enemigo entres en MDA. Siempre tienes la opción de no usarlo, pero en ocasiones los enemigos impiden precisamente que hagas esto lanzando bengalas ilimitadas en tiempo record o girando en círculos durante dos horas hasta que consigues que un misil impacte (lo que puede ocasionar que pierdas la misión en caso de que el tiempo sea limitado). Esto es curioso porque mientras que Hawx 2 intentó mejorar la sensación de control del avión para hacerlo menos arcade que en Hawx, acercándolo más a AC, Project Aces ha hecho precisamente lo contrario ha tomado algunas ideas de Hawx y las ha implementado a lo bestia, multiplicando el efecto arcade que ya de por sí tenían. Esto no sería malo si el juego no se llamara Ace Combat.
Otras decisiones chocantes en la jugabilidad son la eliminación "briefing" o del rearme y repostaje en base durante las misiones (limitándose esto último a escena prefijadas), lo que le da una sensación de inmediatez en todo lo que ocurre, lo que lo hace frenético pero deja poca libertad para el jugador. Curiosamente, volvemos a encontrar esta extraña similitud con Hawx, en el que las misiones empezaban directamente en el aire, sin permitirte despegar, o hacer algo más que volar y soltar misiles a cascoporro, cosa que por cierto mejoraron de nuevo en Hawx 2, incluyendo repostajes aéreos o rearmes "in mission" y aterrizajes en tierra o portaaviones. También se observa como han cogido ideas e Hawx 2 en este caso en el manejo del AC-130 o de los bombarderos y por supuesto, la historia (de la que hablaré más adelante). Lo triste es que siendo sinceros, AC:AH queda por detrás de Hawx 2 en jugabilidad y variedad de situaciones, siendo este último más completo en todos los sentidos. Por último en cuanto a jugabilidad, es un error muy grave haber eliminado el modo de vuelo libre, presente en los anteriores AC y en Hawx, lo que deja aún más sensación de rapidez en todo lo que ocurre en el juego. Las mejoras utilizables en el modo misión libre están bien, aunque no alargan demasiado la rejugabilidad, y no permitirte el recorrido relajado de los escenarios una pérdida enorme para un juego de aviación que se precie de serlo.
Las misiones cooperativas no he tenido oportunidad de jugarlas aún con nadie y el multiplayer imagino que estará tan vacío como el de Hawx (en el que siempre están las mismas 4 partidas xD).
Gráficamente mejora punto por punto a su predecesor (Fires of Liberation), sin embargo, aunque los modelados de los aviones son mejores que los de Hawx 2, los escenarios siguen quedando por detrás de estos tanto en definición (aún a 3000 metros de altura) como en elementos (incluso por detrás de los de Hawx). Esto podría achacarse a la destrucción de estructuras pero están prefijadas, por lo que no deberían tenerse en cuenta. Mención especial a los efectos de humo y partículas, que son bastante impresionantes (la misión Huracan es genial en este aspecto).
El punto que aleja totalmente AC:AH de la saga es su historia, no solo por el hecho de estar ambientada en lugares reales, sino también por lo que ocurre en las misiones. Se echan de menos las enormes fortalezas volantes o las grandes estructuras terrestres con múltiples puntos para destruir, lo que le daba un aire de inmensidad a todo lo que hacías en el juego. Aparte de eso, la historia (por mucho escritor de éxito que hayan cogido) se parece excesivamente a las dos Hawx, lo que resulta bastante decepcionante. Aunque, eso si, las cinemáticas son mucho mejores que las del juego de Ubisoft.
Por último, el gran punto fuerte de este juego es la música, sublime. Muy superior tanto a Hawx (aunque este tiene esa maravillosa sonata del menú) como a la mayoría de juegos de la actual generación.
Un saludo.