Este fin de semana hemos visto los 5 primeros capítulos de la serie, mi mujer pensaba que sería rollo anime y no tenía ganas de verla pero al final la convencí para que la viera conmigo. Yo ya conocía el estudio frances que realiza la animación, Fortiche, han hecho varios videoclips muy buenos, los de KDA, Gorillaz, Imagine Dragons pero sobretodo uno de un grupo heavy metal en colaboración con Juanjo Guarnido (el dibujante de Blacksad) que es una pequeña maravilla. También tienen una serie de Groot y Rocket muy resultona. La mayoría de componentes son alumnos prolíficos de la prestigiosa escuela Gobelins, que si no la conocéis pues en su canal de youtube tenéis un montón de cortos bastante curiosos, pero la característica común de esta escuela es que le gusta mucho experimentar con el 3D y su acabado artístico, siempre han buscado un acabado pictórico o de dibujo de comic en muchas de sus creaciones y el Estudio galo también. Así que cuando vi anunciada la serie y vi su imponente aspecto y quien estaba detrás pues me hizo bastante ilusión y no me equivoqué, visualmente es de una vanguardia y un estilo exquisito para ser una serie de televisión occidental, es verdad que en anime se han visto cosas muy psicodélicas y arriesgadas, pero creo que Fortiche sube la apuesta y, aunque arriesga en lo formal, sabe encontrar el equilibrio para gustar a todo el mundo teniendo una factura visual, yo diría que inédita para un producto de gran consumo en Netflix, si bien ya habiamos visto cosas como Love,Death&Robots creo que era algo más minoritario, esta serie en cambio lo ha petado y yo solo espero que a partir de aquí las productoras se lo piensen mejor y apuesten por este tipo de animación tan particular y de calidad.
Aparte de todo este rollo, le sumamos que el guión y la realización/dirección es muy buena. Aún no la he terminado pero el ritmo de la serie sabe mantener el interés narrativo siempre y balancear el peso de las 2 caras de la historia y además regalarnos unas secuencias de acción emocionantes y tensas gracias a lo bien que cuida sus personajes, que si encima le sumamos lo bien que funciona la expresividad facial, se permiten el lujo de mantener primeros planos con unos personajes que exudan sentimientos y no chirrian casi nunca, no hay muecas ni las típicas expresiones de manual que tanto se ven en las pelis Disney y, además cada uno acorde a su naturaleza, es alucinante ver a Jinx en plena efervescencia de locura. Sumémosle también el estilazo, el cuidado que han tenido en la puesta en escena, en cada plano,