El ultimo crisantemo
En el Japón de la época, donde el peso de la mujer en la sociedad era nulo, aparece esta historia de amor y compromiso. Aquí la mujer si es la verdadera protagonista, brillando por encima del llamado a ser “protagonista” de la película.
Crítica directa al halago gratuito, que nos ciega en la consecución de los objetivos. Halagos que nos hacen perder la perspectiva de nuestras actuaciones. En este caso la sinceridad de la protagonista es la que abre los ojos del actor y le enamora ciegamente, enfrentándose a las tradiciones tan arraigadas en el Japón de la época así como a la acaudalada familia del co-protagonista.
La evolución de los dos personajes es muy buena, pasando por un sinfín de situaciones, pondrán a prueba el amor y la unión entre los protagonistas. En un momento límite, el protagonista, llega a la desesperación más absoluta pero una vez más, la figura de la protagonista da la vuelta a esta desesperación y le guía de nuevo.
Con una forma de grabación que sinceramente, me ha sorprendido. Tiene algunos planos secuencia que acompañados de la música, hacen un conjunto bastante vistoso.
No tienen las actuaciones exageradas, tan vistan en películas de la época, aquí los personajes están a la altura de la película, y te empujan a seguir viendo la película para descubrir el desenlace.
Para durar más de dos horas, la película no se hace pesada en ningún momento.
7/10