Los que iban a ganarnos incluso con Nobita de portero.
Entre el zasca y el pollazo en la boca que le ha metido Mariano a Benzefardo (y por extensión, a sus padrinos Zidane y Floripondio) se ha quedado una noche harto fermosa.
P.D. Seguimos dando pena, pero al menos esta semana vamos a dormir en lo más alto.