La capacidad crítica de muchos culés hacia los panfletos radicales del Barça es que los del Madrid son peores, y viceversa con los de la otra afición. Luego saltan con el "no nos representan", pero los defienden más que sus propios redactores jefe, supongo que por pura inercia irreflexiva, porque tanto los panfletos de una parte como los de la otra no representan ni a boixos nois ni a ultra sur, van más allá de lo radical, de lo enfermizamente radical.
Aunque bueno, incluso entre dos mierdas sabes diferenciar la que huele peor, y en ese caso la prensa radical catalana huele peor. Que vayan sin disfraz de falsa imparcialidad como los de Madrid no hace que huelan un poquito mejor, ni aunque se pongan ambientador de pino. Son, a muchas millas de distancia, la peor escoria ¿periodística? ¿deportiva? de Europa y más allá. Son capaces de poner rojo hasta a Gaspart.