He vuelto al streaming, pero no volveré ya a Netflix. Eso está claro.
La gente de Netflix vive en su mundo de la piruleta, siendo ya como es la plataforma más cara de todas las que existen y con uno de los catálogos con menos calidad.
Un año de Netflix, plan premium, (215,88 euros) me cuesta más que las tres suscripciones anuales que tengo, Amazon Prime Video, Apple TV+ y Disney+, que me salen por 175 euros.
Es una completa locura que Netflix cueste más que tres platformas juntas. Y esas tres plataformas te ofrecen 4K, HDR, Dolby Vision y Dolby Atmos, perfiles y compartir cuenta sin problemas.
Y el 26 de octubre llega HBO Max con un precio anual de 69,99 euros.
Llevo sin ver Netflix desde marzo de 2020, y no la echo de menos en nada. Y después de lo de hoy, descarto ya completamente la vuelta a esa plataforma.
La más cara. Con una calidad de imagen que es la MITAD de lo que era antes de marzo de 2020 y con un catálogo falto de calidad y empeorando cada vez más.
A HBO se lo han puesto en bandeja. Les viene de puta madre de cara a su campaña de lanzamiento de HBO Max el 26 de octubre.