Cuando estaba preparando
El soplo de Taranis, al revisionar el video del inolvidable duelo de Dijon-Prenois entre Villeneuve y Arnoux, tuve muy claro que, sí volvía a escribir un post de ese tipo iba a estar dedicado al piloto canadiense.
Entre otras cosas por que quería escribir algo sobre Ferrari (y de Schumacher sabéis vosostros más que yo
) y por que la figura de Gilles es de las que tiene la cualidad (desafortunadamente cada vez más escas hoy en día) de cautivar a propios y a extraños, no sólo como profesional, si no también como persona.
Tal y como hice con
El soplo de Taranis al ponerlo en el hilo de Renault, he añadido un pequeño "extra" a
El Príncipe de la Destrucción con respecto al post del hilo de la temporada.
Este pequeño "extra" son unos scans de revistas y periódicos de la época con los titulares referentes a los acontecimientos de Imola y, sobre todo, al trágico accidente de Zolder.
Salut Gilles.
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"Villeneuve era un campeón en ese modo de agredirte. Ya fuera solamente con su mirada, con su simpatía, con su coraje. Por que en pista era uno de los que no se amilanaba y atacaba aún contando con medios inferiores." Candido Cannavo (La Gazzetta dello Sport)Gilles Villeneuve: El Príncipe de la DestrucciónGilles Villeneuve
"Si el dinero desapareciera, seguiría corriendo. Amo al automovilismo." Gilles Villeneuve.El 18 de enero de 1950 nacía, en el estado francófono de Quebec (Canadá), Joseph Gilles Henri Villeneuve.
Desde pequeño, Gilles muestra una gran afición por el mundo del motor y su primera carreras las disputa... conduciendo motos de nieve.
En 1971 comienza a participar en competiciones locales a los mandos de un Ford Mustang preparado por él mismo, con el que no obtiene demasiados éxitos.
Dos años después disputa el campeonato de Quebec de Fórmula Ford lo que le lleva en 1974 a competir pilotando un March en la Fórmula Atlantic estadounidense.
En la temporada de 1976 en esta competición deja claro su talento y su arrojo al volante: vence en 9 de las 10 carreras y se lleva el campeonato.
Ese año le descubre James Hunt. El británico se hallaba en plena lucha por el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de ese año, pero se inscribió para participar en una de las pruebas de la Fórmula Atlantic.
Hunt quedó impresionado por la forma de conducir de Gilles y, a su vuelta a Europa, convenció al, por aquel entonces, responsable de Mclaren, Teddy Mayer para que diera una oportunidad en el equipo al fenómeno canadiense.
Y así llega al día de su debut en la Fórmula 1. En un Gran premio histórico y en un escenario histórico: El G.P. de Gran Bretaña de 1977.
1977: Primer contacto."Amar el automóvil era la primera cualidad, la primera virtud que tenía que descubrir en mi interlocutor antes de hacerle firmar". Enzo Ferrari.Por que el día que Villeneuve tenía su primer contacto con la F1 debutaba también el equipo Renault con sus motores turbo y su
Tetera Amarilla conducida por Jean-Pierre Jabouille: durante los siguientes años sus destinos se iban a cruzar frecuentemente.
Gilles queda inscrito para las clasificaciones previas del G.P. y, a pesar de contar con un coche del año anterior (el M23), consigue clasificarse para la carrera.
Debut en Fórmula 1 a los mandos de un Mclaren M23. G.P. de Gran Bretaña 1977.
Sobre el asfalto de Silverstone, Villeneuve da una auténtica exhibición de trompos, derrapes, control del coche y búsqueda de límites. Termina la carrera en 11ª posición a dos vueltas del vencedor, su mentor James Hunt con un Mclaren M26, después de haber tenido que parar en boxes por un problema con el sensor de temperatura de su coche, que no le hizo abandonar, pero sí perder unas posiciones preciosas.
Su actuación no pasa desapercibida para nadie y menos para
Il Commendatore Enzo Ferrari que inmediatamente se interesa por el piloto canadiense.
Y a pesar de la buena impresión que dejó en su primera carrera no tiene continuidad en Mclaren.
Pero antes de terminar la temporada de 1977 es convocado para realizar una prueba en Fiorano.
El fundador de la
Scuderia se entrevista con Villeneuve y queda gratamente impresionado. Le habían hablado muy bien de él, pero en persona es aún mejor. Humilde, tímido.
Gilles Villeneuve con Il Commendatore Enzo Ferrari
Entre ambos nace una gran simpatía y, al cabo de unos días, Villeneuve recibe una llamada de Maranello y Ferrari le ofrece firmar con el equipo del
Cavallino. Gilles no se lo piensa y acepta inmediatamente.
En la Scuderia las relaciones con Lauda son muy tirantes y deciden reemplazar al bicampeón austriaco por el prometedor canadiense para las dos últimas pruebas de la temporada, una vez que Niki ha asegurado el título de pilotos y Ferrari el de equipos.
De esta forma Gilles formará pareja con Carlos Alberto Reutemann en Ferrari.
El canadiense se muestra bastante crítico con la manejabilidad del 312T2 y encuentra algún problema de adaptación al monoplaza.
De todas formas el 9 de octubre de 1977, en el circuito de Mosport Park, en los alrededores de Toronto, en su país, Canadá, Gilles Villeneuve hace su debut con Ferrari.
Parte de la 17ª posición de la parrilla y se ve obligado a abandonar por problemas con la transmisión cuando le faltaban 4 vueltas para completar las 80 de las que constaba la carrera. Su clasificación final es el 12º puesto.
La siguiente cita era en Japón, en el circuito de Monte Fuji el 23 de octubre de 1977.
El trágico accidente de Monte Fuji. G.P. de Japón 1977.
La carrera termina de forma trágica: intentando superar al Tyrrel de Ronnie Peterson, una rueda delantera del 312 T2 del canadiense choca con una de las ruedas traseras del coche del sueco. El Ferrari sale volando e impacta contra el público que se encontraba en una zona prohibida. Dos muertos y diez heridos es el triste balance del primer accidente grave de Villeneuve en la Fórmula 1.
Video: Gravísimo accidente en Japón. Monte Fuji 1977Durante 30 años, hasta 2007, el circuito de Monte Fuji no volvió a albergar una prueba del Mundial de Fórmula 1.
1978: del desencanto a la esperanza."En mi país tanto entusiasmo se reserva únicamente a los campeonatos de hockey sobre hielo. Pero ¿es verdad que toda esta gente ha venido para aplaudirme" Gilles Villeneuve.La temporada de 1978 comienza con el mismo coche que la anterior, el 312T2 y el mismo compañero de equipo, el
Lole Reutemann, que se muestra mejor adaptado al coche y que supera regularmente al canadiense. La llegada del 312T3 hace que Villeneuve comience a obtener mejores resultados y a mostrarse más rápido que su compañero de equipo en algunas ocasiones.
Ferrari 312 T3. El arma de la Scuderia para la temporada 1978.
Termina 8º en la prueba inagural, en Argentina y en la 2ª carrera de la temporada estrena su casillero de abandonos con un accidente en Brasil.
No sería el único: después de un abandono en Kyalami por problemas mecánicos tampoco acaba las dos siguientes carreras por sendos accidentes: en el G.P. del Oeste de Estados Unidos disputado en Long Beach y en Mónaco.
Durante este año no terminó otras dos carreras: Gran Bretaña y el G.P. de Estados Unidos disputado en Watkins Glen, ambos por problemas mecánicos.
Pero no todo iban a ser desgracias y también empiezan a llegar su primeros buenos resultados: el 21 de mayo de 1978 conquista sus primeros puntos en el campeonato al terminar en 4ª posición en el G.P. de Bélgica disputado en Zolder.
A este estreno de su casillero le seguiría su primer podio: el 13 de agosto en el circuito austriaco de Österreichring conquista el tercer peldaño del cajón al final de la carrera.
En Holanda vuelve a sumar (termina 6º) y roza la zona de puntos en Italia, donde se tiene que conformar con la 7ª posición final.
La última prueba de la temporada se disputa en Canadá. Y para esta ocasión se estrena circuito en la casa de Gilles, en Montreal: un trazado que desde su inaguración iba a estar unido a su nombre.
¿Y que mejor ocasión para estrenar su palmarés de victorias que en casa?.
Su primera victoria. G.P. de Canadá 1978.
Y de esa manera Gilles cierra su temporada: primera victoria en una prueba del Mundial y primer piloto que vence en el circuito de la Isla de Notre-Dame.
Video: Canadá 1978La victoria final en el campeonato es para Mario Andretti en pilotos y para Lotus en constructores.
Ferrari termina el campeonato en 3ª posición de equipos y Villeneuve 10º en pilotos.
Por su parte
El Gaucho Triste finaliza 3º en el certamen de conductores en su último año en Ferrari: el sudafricano Jody Scheckter será su sustituto para la siguiente temporada.
1979: nobleza y compromiso"El duelo con Gilles es el mejor recuerdo que tengo de mi paso por la F1. Había sido batido por el mejor piloto del mundo" ReneArnoux.La nueva temporada el equipo de Maranello no sólo presenta un nuevo piloto, Jody Scheckter, si no también un nuevo coche: el 312 T4 que desde el principio se muestra un monoplaza muy competitivo y una excelente herramienta para que ambos campeonatos (constructores y pilotos) vuelvan a la casa del Cavallino.
Ferrari 312 T4. Con él se conseguirían los títulos de marcas y pilotos en 1979.
La primera prueba de la temporada disputada en Argentina el 21 de enero de 1979 no es muy prometedora para los dos pilotos de Ferrari: Scheckter queda fuera de carrera a causa de un accidente múltiple en el que se ven involucrados otros cuatro pilotos sin haber completado ni siquiera una vuelta. Por su parte Villeneuve tiene que abandonar a cinco vueltas del final cuando su motor se rompe.
En Brasil, la situación mejora y ambos coches terminan la carrera y consiguen puntuar: el canadiense es 5º y el sudafricano 6º.
El 3 de marzo de 1979, en Kyalami, la casa de Scheckter, llega el primer doblete de la temporada para Ferrari: Villeneuve vence la carrera seguido de su compañero de equipo.
Las mismas posiciones finales que se alcanzarían en la siguiente prueba del calendario, el G.P. del Oeste de los Estados Unidos disputado en Long Beach.
El campeonato parece ir bien encarrilado para Ferrari en constructores y para Gilles en pilotos, pero durante las siguientes tres carreras el canadiense no consigue puntuar: en España y Bélgica termina 7º y en Mónaco tiene que abandonar por problemas con la transmisión.
En estos tres G.P. Scheckter da la vuelta a la situación y termina 4º en España además de adjudicarse las victorias en Bélgica y Mónaco.
El 1 de julio de 1979 se disputa en Dijon-Prenois un G.P. de Francia que pasa a la historia apenas cae la bandera a cuadros: ese día Jean-Pierre Jabouille lleva su Renault a la primera posición al final de la carrera, consiguiendo la primera victoria para un motor turbo en la Fórmula 1.
Arnoux y Villeneuve, rueda a rueda, en el inolvidable duelo de Dijon-Prenois. G.P. de Francia de 1979.
Pero el público apenas se fija en ello. A falta de tres vueltas se está produciendo sobre el trazado francés una tremenda lucha entre el otro Renault, pilotado por René Arnoux, y el Ferrari de Gilles Villeneuve.
Un auténtico recital de adelantamientos, apuradas de frenadas y habilidad al volante de ambos pilotos que ha pasado a la historia como el mejor duelo de la historia de la Fórmula 1.
Video: Villeneuve vs. Arnoux. Dijon-Prenois 1979Al final el canadiense se lleva el gato al agua y conquista la 2ª posición. Arnoux, por su parte, y a pesar de quedar por detrás del Ferrari, no se muestra en absoluto descontento y siempre reconocerá la grandeza del piloto que le ha vencido.
Porque aunque Scheckter estuviera por delante de él en el campeonato, Villeneuve era el que encandilaba a los aficonados. Y no sólo a los
tiffossi habituales de Ferrari, sino a cualquier amante de la Fórmula 1 que le viera en acción.
Era capaz de levantar aplausos y admiración incluso cuando abandona una carrera.
Como en el G.P. de Holanda disputado en el circuito de Zandvoort el 26 de agosto de 1979. Como era costumbre en él busca los límites de la pista, de su coche y de su propia persona hasta que sufre una salida de pista y acaba enredado en las vallas de protección del circuito. La rueda trasera izquierda de su Ferrari está destrozada y tiene daños en la suspensión. Es evidente que no puede continuar y así parece que lo entiende el canadiense cuando, después de unos segundos manipulando los mandos de su coche, se levanta la visera del casco. Pero no se baja del coche. Ha engranado la marcha atrás y regresa a la pista con la rueda destrozada.
El largo camino a boxes en Zanvoort. G.P. de Holanda 1979.
Y comienza a rodar hacia los boxes. Primero con los restos de goma que aún quedan; después sobre la llanta, finalmente la suspensión termina por ceder y el 312T4 con el número 12 continúa su camino rozando con el chasis sobre la pista. De un lado a otro del circuito, dominado con mano experta por Gilles, consigue llegar al garaje.
Video: Vuelta a boxes. Zandvoort 1979Y Villeneuve no se baja del coche hasta que sus mecánicos le dicen que es imposible reparar los daños.
Ese espíritu (más allá de los resultados) era lo que hacía que su figura fuera admirada por todos y venerada por los fervientes seguidores de la Scuderia en aquellos días.
La temporada termina con un éxito arrollador de Ferrari: campeones en marcas y doblete en pilotos, con Jody Scheckter 7 puntos por delante de Gilles Villeneuve.
Los coches de Il Commendatore vencen en seis carreras: 3 el sudafricano y otras 3 el canadiense.
Scheckter se sube al podio en 6 ocasiones y Gilles en 7. Pero mientras el primero consigue puntuar en 12 de las 15 carreras de la temporada, Villeneuve sólo alcanza la zona de puntos en 8 ocasiones.
Aún así, el canadiense está contento con su temporada. Jody es su amigo, además de su compañero, y durante todo el año ha mantenido siempre hacia él y hacia el equipo una actitud comprometida y noble. Jamás atacó a su compañero de equipo durante toda la temporada aún teniendo oportunidad de hacerlo y sabiendo que era su máximo rival para conseguir el campeonato.
Esa actitud fue muy valorada en el equipo y Villeneuve pensaba que se presentarían otras oportunidades para reclamar el número 1 dentro del equipo.
Lo que pocos podían imaginar en ese momento es que Gilles no sería correspondido como merecía... y mucho menos que Ferrari tardaría más de veinte años en repetir un éxito semejante al de aquel año.
1980: el final de una era."Entre mis rivales y yo hay una pelea por la Pole, porque eso es importante. Pero con Gilles Villeneuve puedes ver una batalla por todo, hasta por el décimo lugar." Alain Prost.El coche con el que la Scuderia afrontaba la temporada de 1980 era la última evolución, la última vuelta de tuerca a una disposición mecánica que se había mostrado muy exitosa en los últimos años.
El 312T5 era el último representante del motor 12 cilindros en V a 180º y la caja de cambios transversal que había proporcionado tantos triunfos a Ferrari.
F Ferrari 312 T5. El triste protagonista de la temporada 1980.
Pero, a pesar de sus días de gloria, era un concepto ya desfasado El efecto suelo hacía furor entre la competencia y Renault llevaba desde el debut de Villeneuve en la F1 (en aquel histórico G.P. de Gran Bretaña de 1977) utilizando motores turbo, aún sin demasiado éxito, pero dando muestras cada vez más del potencial que escondían esos propulsores.
Con este panorama, el 312T5, el último heredero de tan prestigiosa saga, estaba condenado al fracaso y se convirtió en uno de los peores (si no el peor) monoplaza de Fórmula 1 creado por por la fábrica de Maranello.
Y con esta pobre herramienta es con la que Jody Scheckter y Gilles Villeneuve deben intentar revalidar el éxito obtenido el año anterior.
Al final de temporada los coches del Cavallino sólo alcanzan la 10ª plaza en el mundial de constructores con un total de 8 puntos, 1 pole y ningún podio.
A este pobre bagaje el campeón del año anterior, Scheckter, sólo aporta la pole y 2 puntos. Los otros 6 llegan de las manos de Gilles Villeneuve.
Sus mejores clasificaciones son los dos 5º puestos que consigue en Mónaco y Canadá.
En 6 de las 14 carreras Villeneuve no consigue cruzar la linea de meta. Problemas mecánicos y accidentes se lo impiden.
El 14 de septiembre de 1980 el circuito de Imola se estrena en Fórmula 1 con la disputa del G.P. de Italia de ese año: es la primera y única vez en la historia que Monza no acoge la cita italiana. Durante la carrera el canadiense, en la curva que hoy lleva su nombre, revienta un neumático trasero y se estrella contra el muro a 290 km/h. El Ferrari nº2 rebota, cruza la pista y se detiene. Dentro del habitáculo, Villeneuve agita los brazos. Dentro de los restos del coche, Gilles se encuentra ileso.
Villeneuve abandona los restos del 312 T5 después del terrible accidente de Imola. G.P. de Italia 1980.
En esa misma curva, el 30 de abril de 1994, durante las calificaciones para el Gran Premio de San Marino de ese año, en uno de los fines de semana más negros de la historia de la Fórmula 1, el piloto austriaco Roland Ratzenberger no tuvo tanta suerte como Villeneuve ese día.
Video: Accidente Imola 1980Pero a pesar de todos los contratiempos, el canadiense continúa mostrando en todo momento su garra y su coraje. No importa que su coche sea inferior, no importa que no tenga opciones a la victoria: Gilles pelea cada posición, cada metro, cada segundo que está en pista como si de ello dependiera ganar el Mundial.
Este espíritu queda patente en Mónaco cuando realiza un espectacular adelantamiento al Renault de Arnoux en la curva de Santa Devota.
Video: Villeneuve adelanta a Arnoux en Sta. Devota Mónaco 1980Por su parte, Scheckter, se encuentra desencantado por los pobres resultados (en el G.P. de Canadá no logró ni tan siquiera clasificarse para la salida) y anuncia que se retira de la F1 a final de temporada.
Su asiento en Ferrari sería ocupado la temporada siguiente por Didier Pironi, piloto procedente de Ligier, equipo con el que había conquistado su primera victoria en el G.P. de Bélgica que se había disputado hacía solamente algunos meses. Entre sus ambiciones estaba la de ser el primer francés en ganar un campeonato del Mundo de Fórmula 1 y desde su llegada a Maranello puso todo su empeño, tanto dentro como fuera de la pista, para conseguir su objetivo.
1981: un soplo de aire fresco."¿Como podemos conocer los límites si no tratamos de sobrepasarlos?" Gilles Villeneuve.El fracaso de la temporada anterior trajo una revolución a la
Scuderia.A parte de contar con un piloto nuevo, Pironi, el nuevo coche era muy distinto al de la aciaga temporada de 1980.
Agotada la fórmula de motor atmosférico de 12 cilindros a 180º y cambio transversal, el nuevo modelo, bautizado como 126CK, utilizaba un motor de 6 cilindros en V a 120º y sobrealimentado con dos turbocompresores. De esta forma, Ferrari era el primer equipo que se unía a la apuesta hecha por Renault unas temporadas antes y que ya estaba empezando a dar algunos frutos al equipo francés.
Ferrari 126CK. Primer monoplaza con motor turbo de Maranello. 1981.
El comienzo de temporada no es muy esperanzador. El 126CK da problemas de juventud y fiabilidad y los dos coches acaban abandonando en las tres primeras citas de la temporada: Estados Unidos Oeste, Brasil y Argentina.
Los primeros resultados llegan en San Marino: Pironi finaliza 5º y Villeneuve 7º.
En Zolder, Villeneuve consigue sus primeros puntos del campeonato al terminar en 4ª posición.
La cita siguiente es Mónaco. El 31 de mayo de 1981 el canadiense consigue su primer triunfo de ese año. Y de paso rompe el augurio que pronosticaba que un motor turbo no podía ganar en el Principado.
Villeneuve conduce el 126CK a la primera victoria de un motor turbo en Montecarlo. G.P. de Mónaco 1981.
Y además vence "al estilo Villeneuve", ejecutando un magistral adelantamiento a cinco vueltas para el final para conseguir el primer puesto del que es víctima el Williams de Alan Jones, que finalizaría en segunda posición la carrera.
Video: Primera victoria de un motor turbo en Mónaco. Montecarlo 1981La siguiente cita es el G.P. de España en el madrileño circuito el Jarama el 21 de julio. Y Villeneuve vuelve a escribir otra página inolvidable en la historia de la Fórmula 1.
Ese día, el canadiense parte de la 7ª posición de la parrilla. Por delante de él se encuentran el Ligier-Matra de Jacques Laffite en la pole, seguido de los Williams de Alan Jones y Carlos Alberto Reutemann, el Mclaren de John Watson, el Renault de Alain Prost y el Alfa Romeo de Bruno Giacomelli.
Una auténtica jauría persigue al Ferrari nº 27 en el circuito del Jarama. G.P. de España 1981.
En la salida, Jones supera a Lafitte y se coloca en primera posición, pero, por detrás el canadiense con el Ferrari nº 27 ha superado a todos, excepto a los que ocupaban la primera linea, y llega a la primera curva en 3ª posición. Poco después supera a Lafitte y comienza el acoso al australiano de Williams por la primera plaza.
Jones mantiene la cabeza de la carrera hasta la vuelta 13, cuando comienza a tener problemas con la presión de gasolina de su coche y acaba sufriendo una salida de pista.
Villeneuve es 1º, pero aún queda mucha carrera y si bien su motor es el más potente, el chasis no acompaña y en un circuito bastante revirado como es el Jarama, eso presenta un grave inconveniente.
Así la carrera acaba asemejándose a una jauría de sabuesos persiguiendo al zorro canadiense. Durante 67 vueltas Gilles resiste los ataques de sus cuatro perseguidores: Lafitte, Watson, Reutemann y el Lotus de Elio De Angelis.
Video: G.P. de España. Jarama 1981.La carrera termina con la coronación del canadiense como vencedor y todos su perseguidores agrupados en un pañuelo: entre el primero y el quinto la diferencia es de 1 segundo y 2 décimas.
En dos carreras Villeneuve no sólo a conseguido dos victorias, sino que las ha conseguido en circunstancias adversas y dando lecciones magistrales.
La continuación de la temporada no es tan provechosa para Gilles. Los accidentes de Gran Bretaña, Austria y Holanda ; las averías de Francia e Italia y un 10º puesto en Alemania hacen que no vuelva a puntuar hasta la penúltima cita del certamen.
Esa cita es, como no, en su circuito talismán. En su casa, en Montreal, en el trazado que él inaguró con su primera victoria.
El 27 de septiembre de 1981 llueve en el circuito de Montreal y Gilles Villeneuve parte desde la 11ª posición de la parrilla.
Poco a poco consigue ponerse a las espaldas de Lafitte con su Ligier que marcha en 2ª posición persiguiendo a Alain Prost. En la vuelta13 los frenos del Renault del francés comienzan a fallar y es superado primero por Lafitte y después por Villeneuve.
Poco después el Mclaren de Watson llega hasta el canadiense y Gilles se las ingenia para mantenerle detrás hasta la vuelta 38 en la que el inglés, aprovechando el adelantamiento a unos doblados, pasa a la 2ª posición relegando al Ferrari nº 27 a la tercera plaza.
Cinco vueltas después, Gilles se dispone a doblar a Derek Daly cuando daña su alerón delantero contra la parte trasera del March. Y aún quedan 20 vueltas de carrera.
El episodio de Canadá 1981 queda inmortalizado incluso en miniaturas.
En principio, el alerón está simplemente torcido, pero, a las pocas vueltas, el morro adopta una posición vertical tapando la visión del piloto. Villeneuve conduce casi a ciegas, buscando por los lados las huellas secas para encontrar la trazada. Aún así, sigue doblando rezagados.
La decisión más lógica para un piloto es entrar en boxes y cambiar el morro. Pero la lógica de Gilles dice que si entra perderá todo lo que ha ganado y continúa en pista, hasta que en la frenada de uno de sus pasos por L'Epingle, el morro termina por desprenderse. La visión del piloto queda libre, pero el coche está completamente desequilibrado. La lógica dicta que hay que parar; el espíritu indomable de Gilles dice lo contrario.
Video: Buscando el podio con el coche dañado. Canadá 1981.Y continúa hasta cruzar la linea de meta por detrás del vencedor Lafitte y de John Watson.
Con el coche dañado y bajo la lluvia Villeneuve termina el G.P. de Canadá en 3ª posición, pero es aclamado por sus paisanos como si hubiera vencido.
Un vez más ha vuelto a establecer un nuevo límite.
En el último Gran Premio de la temporada, disputado en Las Vegas, en el aparcamiento más rápido del Mundo, Gilles es descalificado por adelantarse en la salida.
Al final, Villeneuve termina el campeonato en 7ª posición del certamen de pilotos, con 25 puntos y 2 victorias. Pironi es , finalmente, 13º con 9 puntos y sin conseguir subirse ninguna vez al podio.
Ferrari cierra el año con un 5º puesto en constructores y un total de 34 puntos.
No son grandes números, pero si dejan buenas sensaciones con vista al año próximo.
El motor turbo de Ferrari ha recibido su bautismo en competición y, para ser su primera temporada, se ha mostrado potente y bastante fiable. Sólo falta montarlo en un chasis a sus altura para que los buenos resultados vuelvan a llegar.
Y ese chasis ya está preparado para la temporada de 1982.
1982: la traición de Imola y la tragedia de Zolder.
"El automovilismo es el único deporte donde el compañero es también tu rival." Nigel Mansell.El chasis de esa temporada se denomina 126C2 y supone un gran avance sobre el diseño anterior.
Ferrari 126C2. El coche de Il Cavallino para la temporada 1982.
Esta vez sí parece que Villeneuve y Pironi van a tener un arma eficaz para poder luchar por el campeonato.
Pero las tres primeras pruebas del campeonato terminan en decepción.
En Sudáfrica, Pironi termina en el puesto 18, el último de los que consiguen terminar a 6 vueltas del vencedor. Villeneuve abandona por rotura del turbo.
En Brasil, el francés termina 6º y consigue su primer punto de la temporada, mientras el canadiense abandona por un accidente.
Y en Long Beach la situación tampoco mejora: Gilles es descalificado y Didier es el que, en esta ocasión, no termina al sufrir un accidente.
La siguiente cita es en Europa. Concretamente en el circuito de Imola, muy cerca de Maranello, la casa de la
Scuderia.En la parrilla de salida de ese 25 de abril de 1982, los Renault de Arnoux y Prost, que han comenzado muy fuertes la temporada, ocupan las dos primeras posiciones. El 3º y 4º lugar son para los Ferrari 126C2 de Villeneuve y Pironi.
Los dos Renault comienzan comandando la carrera hasta que en la vuelta 7 el motor del coche de Prost se rompe. Así, Arnoux queda en cabeza acosado por los dos Ferrari hasta que en la vuelta 26, su viejo conocido, Villeneuve le arrebata la primera posición. Pero el Renault vuelve a recuperar la cabeza y, por detrás se entabla un duelo fratricida entre los coches del
Cavallino.
El francés y el canadiense intercambian varias veces sus posiciones persiguiendo al coche de La Regie, pero final mente es Villeneuve el que toma algo de ventaja sobre Pironi y lleva el peso del ataque a Arnoux.
En la vuelta 44 el motor de la
Tetera Amarilla comienza a arder y el bravo Arnoux se ve obligado a abandonar.
Villeneuve está en cabeza de la carrera seguido de su compañero. En la vuelta 50, a 10 para el final, desde el box de Ferrari deciden asegurar el resultado y no correr riesgos y les muestran a los dos el cartel con el mensaje de moderar la marcha y mantener las posiciones: "Gilles Slow" "Didi Slow".
Pironi desoye las órdenes de equipo y adelanta a Villeneuve en la última vuelta para ganar en Imola. G.P. de San Marino 1982.
El mismo mensaje para los dos, pero Pironi no está dispuesto a obedecer las ordenes que le dan desde el muro y, cuando el canadiense no se lo espera, le adelanta y pasa a la primera posición.
Villeneuve piensa que se compañero quiere dar un poco de espectáculo. Simplemente no le cabe en la cabeza la idea de que pueda estar poniendo en peligro el doblete del equipo y robandole una victoria que se ha ganado a pulso. Esa forma de actuar no encaja con la manera de ser del canadiense.
Pero cuando intenta recuperar su posición se da cuenta que el francés va muy en serio. Por dos veces le tapa en la curva de Acque Minerali en dos ocasiones. Finalmente, Villeneuve consigue superar a Pironi y al pasar por delante de boxes al comenzar la última vuelta, vuelve a respetar las órdenes que le dan desde el muro y levanta el pie. Lo justo es que las posiciones permanezcan como están: Gilles 1º y Didier 2º. Es lo que le dicen desde el equipo y es lo que entiende el canadiense como correcto.
Pero el francés tiene otra visión de la situación y en la esa última vuelta ataca nuevamente a Villeneuve, se pone en cabeza y gana la carrera.
Video: La carrera de Imola. G.P. de San Marino 1982En el podio, Pironi está contento y sonriente. Gilles, no sonríe, no llora, no hace nada: su mirada está perdida. Aún no se cree lo que ha pasado.
En el podio, Villeneuve asiste, con la mirada perdida a la celebración de Pironi. G.P. de San Marino 1982.
Él, que nunca ha atacado a un compañero, que siempre ha respetado las órdenes de equipo, asiste, incrédulo como, desde el cuerpo técnico del equipo no hay reproches a la victoria del francés que ha desoído las órdenes del equipo.
Para terminar de irritar, aún más, a Villeneuve, Marco Picinini, director del equipo en aquellos días declara:
"Bueno, yo también me sentiría molesto si me hubiesen vencido".Unos días más tarde, Picinini convoca una reunión en Fiorano con el objeto de intentar limar asperezas entre sus dos pilotos. Pero Gilles no confía ya en nadie del equipo. Al llegar a la sala de reuniones, ignora a Pironi, a Picinini y al ingeniero jefe Mauro Forghieri y se dirige a dar la mano a la única persona por la que aún siente cariño y respeto: Enzo Ferrari.
No vuelve a hablarse con Pironi y espera ansioso la primera oportunidad para devolverle lo que le ha hecho en el único sitio en el que el canadiense sabe hacer las cosas: en la pista.
Y esa primera oportunidad tiene fecha: el 9 de mayo de 1982, en el circuito de Zolder, con ocasión del G.P. de Bélgica.
El día antes, sábado 8 de mayo, se disputan las pruebas de clasificación para la carrera del día siguiente.
Las cosas no marchan bien para Villeneuve. Pironi está delante de él en la clasificación y el canadiense comienza su última vuelta para intentar superarle.
Durante la misma alcanza al March-Ford de Jochen Mass, que ha terminado su vuelta y vuelve despacio a boxes, antes de llegar a la chicane.
Villeneuve toca con su rueda delantera izquierda en la trasera derecha del coche del alemán. El Ferrari sale volando, impacta fuera de la pista dando una espectacular voltereta y sus restos vuelven a caer en el asfalto delante del coche con el que se ha tocado momentos antes.
Pero Gilles no está dentro de los restos destrozados del coche nº 27.
Los restos del Ferrari nº 27 tras el fatal accidente de Zolder. G.P. de Bélgica 1982.
A consecuencia el choque el asiento y los arneses de seguridad ceden. El cuerpo del canadiense es arrojado fuera del vehículo y termina impactando contra las vallas de seguridad del circuito.
Video: La última vuelta en Zolder.En el mismo sitio donde ha caído, en un primer momento el mismo Jochen Mass y dos comisarios y, posteriormente los servicios médicos, intentan reanimarlo. Las lesiones son muy graves y es trasladado al hospital de Saint Raphael de Lovaina.
A las 21:12 horas de ese fatídico 8 de mayo de1982 fallece Joseph Gilles Henri Villeneuve.
Y, en ese mismo instante, nace su leyenda.
Epìlogo"La carrera perfecta para mí es: logro la pole en el último momento, tengo un problema en la salida, remonto desde la última posición y me pongo primero en la última curva" Gilles Villeneuve.Durante el funeral de Villeneuve, su antiguo compañero y siempre amigo Jody Scheckter, pronunció unas emotivas palabras: "Ha sido el piloto más rápido que hayamos conocido, y era un gran amigo... pero no se ha ido del todo, el recuerdo de lo que fue y de lo que hizo permanecerá siempre con nosotros".
Scheckter no se equivocó: ese recuerdo permanece.
Desde la muerte de Gilles, tuvieron que pasar muchos años y muchos grandes pilotos por la Scuderia, hasta que Michael Schumacher se hizo un hueco en el corazón de los tifossi al lado del canadiense.
Y no sólo en el corazón de los seguidores del equipo de Maranello, sino en el corazón de cualquier aficionado al automovilismo. Por que cualquier amante de los deportes del motor que haya visto a Villeneuve en acción quedan siempre impresionados por el derroche de coraje, valentía y habilidad que mostraba Gilles en la pista.
Icono, Mito... simplemente inolvidable.
El 26 de octubre de 1997, el apellido Villeneuve se vestía, por fin, con la corona que no pudo lograr Gilles. Ese día, Jacques, el hijo del Príncipe de la Destrucción, conquistaba el título de Campeón del Mundo de Fórmula 1 que el destino impidió alcanzar al mítico piloto de Ferrari.
Después de su muerte, el circuito de su ciudad conocido como Circuit de Montreal, fue rebautizado en su honor adoptando el nombre de Circuit Gilles Villeneuve.
Y en la línea de meta que él fue el primero en cruzar como vencedor, una frase sencilla como homenaje a un auténtico campeón. El saludo sencillo que se reserva a los amigos y a las personas queridas: "Salut Gilles".
Linea de meta del Circuit Gilles Villeneuve en la isla de Notre Dame, Montreal.
Y gracias por los grandes momentos que nos regalaste.
Video: Homenaje fotográfico.Anexo: Recortes de prensa"Divorcio a la italiana"
"El drama. GP de Bélgica"
"Gilles se mata"
"Villeneuve: adiós al pequeño príncipe"
"Tras su accidente en Zolder. Villeneuve muere al atardecer"
By Thonolan (of course
)
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Y para terminar (lo que puede llevar un rato, conociendome
) dedicaros este post a todos los ferraristas del foro pero, muy especialmente, a Sabio, el creador de este gran hilo, donde nunca me he sentido como un extraño, a pesar de tener preferencias distintas.
Muchas gracias por todo.
Un saludo.
P.D.: lo mismo de esta me nombráis "Ferrarista de Honor"