Turyx escribió:No, una linterna no hace Silent Hill.
Lo que hace a Silent Hill es ver a una persona que está donde no tiene que estar, pero ha de ir donde no quiere ir.
Alguien que siente algo por otra persona que le impulsa a adentrarse en ese pueblo donde no quiere pasar más de 2 minutos, que tiene que aguantar todas las pesadillas que le ocurren hasta encontrar lo que busca(en los 2 primeros casos el único ser querido que tienen), sobrevivir a ese infierno por un objetivo pese a que no están preparado para ello.
Eso que dices es muy bonito como carta de presentacion, pero se la puedes aplicar a mas de una decena de juegos, la atmosfera UNICA , y la sensacion de abondono, es la clave de Silent Hill, y la primera no se consigue en el 4 NI POR ASOMO!!, pero me parece bien que te guste ehh!! eso no lo crítico, joder si ya es que ni recuerdo si habia "otro lado en el 4" xq me parecio deplorable su ambientacion.
mangafan escribió:Yo ahora no se si hablais todo el rato del 4 o del 5, pero el 5 si tiene linterna, eh?
El 4 fallaba por muchas cosas, no solo por la linterna. La historia era mala, los graficos eran peores que el 3, la música era practicamente inexistente, ni tan siquiera aparecia Silent Hill, estaba petao de bugs (por ejemplo el que música deje de sonar ocasionalmente o cosas asi) la IA de los enemigos era inexistente (los enemigos se comportaban como estúpidos y hasta se quedaban caminando contra las paredes) existian muy pocas fases y encima se repetian varias veces, esta parte encima era fustrante por que los puzzles que se tenian que resolver más tarde estaban ahi y te despistaban con respecto a los puzzles que debias resolver en ese momento.
Era el peor de la saga, pero ya se sabe que en realidad no era un Silent Hill, si no que despues se quisieron aprovechar del exito.
AMEN, y casí no tenía un puñetero final boss. Pa mi el 5 pinta muy bien, y si me parece que gráficamente esté a la altura, y por supuesto hay linterna( ya la vi
) y oscuridad, por que? xq en konami supongo que no son gilipollas de repetir otra vez el fracaso de la cuarta parte.