Hoy hemos tenido la oportunidad de ver una partida en directo y a puerta cerrada. Le teníamos ganas.
Este es el espectacular vídeo con el que nos presentaron Watch Dogs.
Han jugado la misma sección que en el vídeo de la conferencia -el que tenéis arriba- pero con algunas variaciones. También nos han puesto en antecedentes: estamos en una sociedad absolutamente conectada por un sistema al que llaman ctOS y que recopila los datos de cada uno de nosotros. Y no solo cómo nos llamamos y dónde hemos nacido, sino que también almacena datos privados, cuentas bancarias, antecedentes, enfermedades, creencias... cada ciudadano de la Chicago alternativa -porque el juego se desarrolla en 2013, parece- genera una media de 2,3GB de datos. El ctOS, por otra parte, también controla la ciudad y el funcionamiento de semáforos, cámaras de vigilancia o red de metro. Imaginaros qué pasaría si alguien pudiese hackearlo y colarse ahí. Aiden Pierce, el protagonista, tiene prácticamente los poderes de un dios.
Aunque es difícil de comparar parece que la versión que hemos visto hoy tenía unos gráficos ligeramente menos espectaculares o tratados que los del vídeo de la conferencia, pero aún con todo es de lo más espectacular y dinámico que hemos visto en esta feria, con unos efectos climáticos muy llamativos y unas animaciones y detalles de quitarse el sombrero, como el moviento de la ropa o las explosiones y posteriores reacciones. Nos hemos quedado todavía más locos cuando han explicado que es un mundo abierto y que puedes llegar a todo lo que ves, ya sean azoteas, calles a lo lejos o vías de tren. De hecho por ahí han tirado cuando salían del bar; han subido por unas cajas y se han plantado en unas vías elevadas por las que pasaba el metro de la ciudad. Desde ahí han hackeado los semáforos y han provocado ese choque que da paso a los tiroteos y a la posterior captura de nuestro objetivo, DeMarco. Nos han explicado, sin embargo, que hubiese sido posible esperar a que el objetivo llegase a su párking y, ahí, atacarlo sigilosamente, sin necesidad de crear tanto caos o bajas innecesarias.
También se han centrado en explicarnos algunas de las ventajas de nuestro protagonista. Que, por cierto, no tendrá todas las habilidades al principio: habrá que ir desbloqueándolas. Para entrar en el bar, por ejemplo, han analizado la zona pinchando las cámaras de seguridad de la calle y luego se han acercado y anulado la cobertura de los teléfonos. Cuando el portero ha salido a la calle a ver si así la recuperaba se han colado dentro. Es interesante este planteamiento, por el que ya ha chaporroteado Assassin's Creed, por ejemplo, pero del que se ha alejado un poco: un acercamiento a la acción más desde el sigilo y la planificación, como en un Hitman o en un Splinter Cell, en el que se premia la paciencia y la astucia.
De hecho ahí tendrá cierta importancia una de las grandes novedades que nos han desvelado hoy: la aplicación para iPad de Watch Dogs. No sabemos si saldrá en otras tablets e incluso en ordenador o teléfonos, pero seguramente sí. Ahí podemos ver la ciudad entera y consultar absolutamente todo, desde qué es cada edificio hasta quién trabaja ahí y qué horarios laborales tienen, por citar solo un detalle. Eso permite que podamos planificar cada misión aunque no estemos delante de la consola, y hasta ayudar a otros amigos dándoles consejos o modificando los semáforos de sus partidas, nos cuentan; incluso medir sus tiempos para, si queremos, superarlos. El productor Dominic Guay, con el mejor nombre ever, ha explicado brevemente que el multijugador está en el ADN de este juego de mundo abierto y que la interacción con otros será fundamental, asú como la mezcla de juego en solitario y juego con otros. Lo que todavía no sabemos es si nos encontraremos con otra gente por la ciudad, si será aleatorio, si habrá algún tipo de objetivo común o competición o si podremos colaborar con ellos en la misma misión. El horizonte de posibilidades es tan atractivo que mejor no especular.
El sistema de combate, por su parte, parece muy, muy sólido: disparos con tiempo bala pero sin abusar de ello, coberturas dinámicas -ruedas de coches que se deshinchan, gasolineras que explotan...- y un cuerpo a cuerpo agresivo y espectacular. Al ser un juego tan aparentemente amplio será un reto enorme conseguir la excelencia en tantas mecánicas y que, además, funcionen juntas. Que si hackeo de prácticamente todo, que si cuerpo a cuerpo, ataques a distancia... y hasta conducción, que para finalizar la partida han cogido un coche y se han escapado de la policía pasando por un puente elevadizo.
La clave de Watch Dogs estará en ver cómo explotan tantas posibilidades sin que acabe siendo repetitivo -Ubisoft, que nos conocemos- y si son capaces de ofrecernos una historia más o menos interesante. De momento a especular y a esperarlo con ansia.