Yo creo que lo que nos pasa muchas veces a los que empezamos con el juego, es que jugamos a lo loco, me explico:
Primero, hay que tener en cuenta la civilización que llevamos, y a partir de ahí explotar sus ventajas (unidades especiales, bonificaciones, construcciones...). Muchas veces esto se obvia o queremos hacer lo mismo siempre independientemente de con quien juguemos.
Por otro lado, hay que tener más o menos definido nuestro objetivo de victoria: no se enfoca igual una partida donde queremos una victoria militar, que una por ciencia o que una por cultura.
Para conseguir dinero al principio, si tenemos posibilidad de explotar varios recursos de lujo, quizás es más interesante comerciar con el resto de civilizaciones, ya que en los inicios no suelen ser muy importantes, mientras que conseguir dinero para tropas que defiendan las ciudades contra bárbaros, sí.
Y por último, tener en cuenta las ventajas que dan las maravillas. Al principio hay algunas que pueden determinar un desarrollo más rápido de las ciudades (jardines de babilonia o pirámides por ejemplo).
Suerte!