El problema es cuando se compara la versión de una sobremesa, con la versión de una consola que es portátil (híbrida en este caso), por supuesto que sale perdiendo, pero es una comparación tan absurda como en su momento comparar la versión GameBoy con la de la Super Nintendo, en aquella época no se hacía y se valoraba el port dentro del hardware que estaba, pero desde hace unos años se ha cogido esta costumbre, que no le veo sentido.
Ahora, si lo ves como lo que es, poder jugar a todo un MK11, con CERO recortes jugables y todo su contenido, por supuesto sacrificando gráficos a favor de poder jugar en cualquier lugar, pues entonces te das cuenta de la jodida maravilla de port que es.
Los que somos jugadores principalmente de portátiles, creo que apreciamos mucho mas el poder disfrutar de estos ports. Recuerdo lo que disfrute del MK9 en Vita y eso que todo el mundo lo ponía a caldo.