A mí lo que me mola de este juego es la curva de dificultad en relación a la habilidad del jugador, ya que cuando controlas los patrones de los enemigos es cuando puedes exprimir las posibilidades del juego. Me explico:
Cuando empecé a jugar lo único que me preocupaba era tener cuantos más contenedores de corazón y vida mejor. No entraba en las habitaciones con pinchos para no recibir daño, ni hacía pactos con el diablo para no perder contenedores. Luego me di cuenta que si iba avanzando sin power-ups potentes, iba durar dos segundos.
Cuando empiezas a controlar los patrones de los enemigos y lograr recibir menos daño, es cuando puedes permitirte "pagar con sangre" para recibir los mejores ítems. Ahí es donde el juego mejora exponencialmente.