Yo pensaba lo mismo de los sandbox hasta que aprendí a jugarlos. En esta gen estoy empezando a disfrutarlos mucho más.
Antes afrontaba los sandbox de una forma completista y coleccionista cuando yo no soy de ese tipo de jugadores. Eso hacía que a las pocas horas el juego me saturara y me aburrieran. Los jugaba así por estar acostumbrado a juegos más o menos lineales donde explorar cada rincón tampoco supone un trabajo atroz y el juego sigue avanzando a buen ritmo.
Ahora juego los sandbox olvidandome por completo de aquellos elementos que no me aportan nada o no me divierten. Los coleccionables, salvo que aporten mejoras de equipamiento los ignoro. Colecciono lo que me sale al paso o como mucho me desvío un poco. Si no son coleccionables muy pesados o excesivos y la mecánica del juego me divierte puedo hacerlos pero no me obligo a buscarlos todos si no quiero.
Generalmente también paso de temas que supongan relleno tipo trabajar para conseguir dinero y comprar ropa o cambios estéticos para el coche... Puedo hacer algún trabajo para poner el personaje, coche o lo que sea, a mi gusto y después paso de llenar el ropero. Me dan igual las mejoras estéticas sin más fundamento que ese. Lo pongo a mi gusto y tiro millas.
Lo mismo las secundarias. Suelo alternarlas con la historia principal mientras me diviertan, me hagan descubrir nuevas zonas, tengan mini argumentos interesantes... Si me aburren en un momento dado, pasando de ellas.
He descubierto que precisamente ahí reside la gracia en la libertad de decidir hacer o no lo que te gusta y afrontar las misiones de la forma que te divierten. Puede que así los sandbox me duren muchas menos horas, según el caso, que a otros pero la duración de estos juegos no suele ser un problema para mi. Cualquier juego lineal de más de 8 a 10 horas ya me parece aceptable. Un sandbox suele rondarme siempre 20 a 30 h y eso me parece más que justo. Prefiero 20h intensas haciendo cosas que me gustan y divierten, que 40h dedicadas a coleccionables trofeos y demás cosas.
En general los sandbox en la pasada gen estéticamente también me parecían muy desangelados. Por limitaciones técnicas siempre lucían algo peor que un título lineal. Eso les restaba inmersión y ambientación en mi caso. Hoy por hoy creo que los sandbox ya están a un muy buen nivel estético y eso ya no me pasa.
Por eso en cierta forma creo que estoy redescubriendo el género. El secreto es jugarlos a tu estilo por mucho que la gente te diga que te puedes perder parte del encanto. Es más, jugarlos de una firma lineal hace que en segundas pasadas descubras cosas nuevas. A mi que me gusta rejugar juegos me parece un plus.
No quita que los títulos que más me gustan son los que tienen estructura de Zelda. Un gran mundo abierto con accesos después a diferentes mazmorras más o menos lineales, que a su vez pueden intercomunicarse. Me parece la mejor estructura para un mapeado grande de un juego. Pero sigo sin hacer ascos a los desarrollos más o menos lineales. Nadie puede dudar del excelente diseño de niveles de Bloodborne y es un juego evidentemente lineal.
A todo hay que saber sacarle el jugo al final y adaptarlo a tu estilo de juego.