sahaquielz escribió:@Argantonio36 soñaba con la sangre. Llevaba días preparándose para el duelo. Había acampado cerca del pueblo entre unos árboles, de forma que podía ver el movimiento de jinetes que iban y venían.
Comía una lata calentada en el fuego o algún mendrugo de pan. Dormía apenas, siempre alerta. Tenía una libreta en la que iba apuntando sus pensamientos iracundos.
Llegó la noche señalada. Desde su escondite había visto llegar al pueblo a las peores gentes del Oeste. Algunos veteranos y famosos. Otros infames. La luna nueva creaba un camino negro por el que bajar sin ser visto.
Recogió el campamento y lo escondió todo detrás de unas rocas. Solo equipado con abrigo largo y sombrero comenzó a caminar.
Se iba acercando por el camino y aulló un collote. Volvió a revisar su revolver. Las balas tenían nombre.
Ya veía la calle principal. Caminaba muy despacio sin hacer ruido. El silencio era total. Nubes de polvo ascendían y se perdían en la negrura del cielo.
A las 23:59 empezó a ver sombras en los callejones. Parecía que una vida siniestra resucitaba. Notó escalofríos y una gota de sudor recorría su espalda.
Oyó el tintineo de unas espuelas. Era como si la misma muerte hiciera crujir sus huesos caminando. Oyó unas risas, unos resoplidos.
El corazón parecía que se le salía del pecho. Se asomó y oteó el fondo de la calle. Había varias sombras ominosas. No se distinguían cuerpos. Eran formas espectrales.
Notó un soplido en la cara. Se giró y no había nadie. Estaba solo.
Empezaron a sonar las campanas de la iglesia. Era un sonido oxidado.
Se dió la vuelta y miró la montaña donde había estado escondido. Sintió que allí estaba la vida y aquí la perdición.
Huyó. Comenzó a caminar hacia las montañas. En seguida empezó a correr. Las campanadas retumbaban en sus oídos. Parecían decirle cosas horribles. En la nuca sentía un rayo de vergüenza. Pero no podía volver a mirar atrás. Solo quería huir.
Cuando llegó al bosque se sintió humano de nuevo. Se sentía insignificante. Desde el pueblo le llegó el sonido de disparos. Disparos y gritos.
Se acurrucó al lado de un árbol y tiritando de frío y miedo se durmió.
Al día siguiente siguió caminando. Alejándose siempre de ese pueblo que no quería ni mencionar. Querría borrarlo de su memoria pero sería imposible. Estaba clavado en su orgullo como un puñal.
Horas más tarde llegó a una fonda y pudo descansar. Bebió y comió, y se sintió reconfortado. Había unos ganaderos que en otra mesa comentaban las noticias. Relataban que la noche anterior había ocurrido una matanza en el pueblo de al lado.
El temible asesino
@MonstruoAkina a las 00:00 llevado por fuerzas malignas había despachado a todos los hombres del pueblo que portaran un arma. Leyeron la lista de fallecidos:
@Space Lord @elnorber @Dongoros @ooyamaneko @pablomoros @Tapion @losKA y
@andres21 @Argantonio36 se había salvado. Estaba vivo. Pero una vida sin honor era otra cosa. Era como un purgatorio sobre la tierra.