Para la mayoría de gente que conozco, una vuelta al circuito de GT HD es una experiencia totalmente satisfactoria, da igual si hacen un tiempo ridículo y se salen cada vez que giran, en todo momento creen lo que ven. En LfS, todo lo contrario, sólo necesitan dos o tres curvas para empezar a quejarse y cuestionarlo todo, tema gráfico aparte.
Live for Speed, más que un simulador, parece un ensayo físico para que su creador y colegas pongan en práctica sus conocimientos delante del PC. Si la realidad fuera tan compleja como algunos pretenden, nadie tendría carnet de conducir.
En fin, cuestión de gustos, para mí dificultad no siempre es un sinónimo de realidad.
SalU2