Feliz año, antes de nada.
Emociones de diversos tipos e intensidades, pero todas recordables.
En principio, iba a poner dos o tres, pero he ido recordando sensaciones.
Final Fight (Arcade)
La emoción por este juego me hacía recorrer un trecho (no exagerado, pero FF era el único objetivo del trecho) sólo para ir al bareto donde estaba su recre, ya fuera con mi abuelo, para jugar solo, o también con amigos, para jugar a dobles. Como éramos niños, por tanto algo paquetes y no teníamos mucha pasta, llegar a zonas donde nunca antes habíamos llegado nos daba subidón.
Sonic (MD)
Me compraron la Megadrive, y al tenerla en casa no supe conectarla en la TV. Me eché una siesta por el disgusto, y después me despertó mi abuelo, que había ido a buscar a mi amigo, el que tenía la Mega, y me lo encontré con el mando en la mano y el Sonic corriendo en el TV. Es evidente que en este caso las emociones vienen más por otro lado, ajeno al juego, pero también es cierto que ver esa cosa tan entrañable en la pantalla potenció la emoción.
Streets of Rage 1 y 2 (MD)
Para mí, en principio era simplemente un Final Fight para 2 jugadores en casita, que ya es decir, pero la cosa fue a más. Son los juegos a los que más he jugado a dobles por aquellas fechas. Tiempo después me dí cuenta de que su música (y también los silencios antes de los jefes) ya la llevo dentro del recuerdo grabada.
Gunstar Heroes y
Robocop vs. Terminator (MD)
Esos juegos nunca los tuve de pequeño, pero aún así me gustaron y me llegaron mucho. El primero, por ejemplo, artísticamente muchas veces era fuente de inspiración para intentar calcar los sprites en el Mario Paint y animarlos. El segundo era porque me encantaba tanto Robocop como Terminator (más Robocop), y ese estilo hardcore, oscuro y gore pocas veces se veía en juegos de la época, sumado a un género que también me gustaba mucho.
Dragon Ball Z 1 y 2 (SNES)
Emoción por ser fan del anime, y la tuve en multiples momentos; leyendo las primeras noticias sobre los juegos, las previews de las versiones japonesas, informándome sobre las fechas de salida de las versiones pal, descubriendo los personajes iniciales y ocultos incluidos, jugando cuando ya los tuve, disfrutando con los trucos.. una pasada.
Mario Paint (SNES)
Bueno, aquí ya es que este juego juntó dos de mis mayores aficiones, en un tiempo en el que acceder a un ordenador era harto complicado (en mi clase sólo había una alumna con ordenador, y además era del padre), y no estaba muy popularizado, por lo que sus herramientas tampoco. Este juego/programa me dio horas y horas de emoción y diversión creando dibujos y animaciones, pese a la sonada falta del color azul claro. También me emocionaba negativamente, al retomarlo y no encontrar nada de lo creado, desconociendo que el guardado funcionaba mediante pila.
Super Mario World (SNES)
Este no fue un juego de emociones fuertes, sino más bien de diversión pura y dura, que no es poco. Si bien, sí que hubo momentos de cierta emoción, al descubrir los mundos y zonas secretas; ver tanto contenido oculto y opcional en un juego era algo nuevo para mí.
Tomb Raider (SATURN)
Varias emociones con este juego, empezando por los comienzos de las intros CGI, muy impresionantes verlas en un videojuego para mí. Después, ya ingame y tras meterme en la historia de Lara, jugando sentí miedo, soledad, claustrofobia. Bien es cierto que el tosco control y la falta de música en muchas zonas ayudaba a incrementar algunas de esas sensaciones, pero eso no siempre está acompañado de emociones positivas (a veces sólo trae cabreo y frustración); en este caso, había bastantes emociones positivas.
Wipeout (PSX/SATURN)
Este es de los juegos en los que las carencias de aquellos gráficos 3D, todavía no optimizados, quedaban totalmente ensombrecidas. La ambientación, la música, el diseño de las naves y circuitos (diseños futurístas sobre terrenos reconocibles como montañas, bosques, etc), todo parecía hecho para sentirte en un futuro real, pero a la vez oscuro. Tanta profundidad artística en un juego de carreras creo que no es algo muy habitual. A destacar también la gran fluidez de PSX (yo me tuve que "conformar" con la versión de Saturn, tras jugar en un videoclub a la de PSX en un Trinitron).
Metal Gear Solid (PSX)
Personajes entrañables, llenos de vida, cuyas historias llegaban pese a las carencias gráficas. Las emociones de Solid, como la piedad (era demasiado duro acabar con algunos jefes), el miedo a perder a alguien, el dolor por el sufrimiento ajeno, la rabia por la desgracia propia, etc, eran también las mías.
Final Fantasy VII (PSX)
Epicidad, drama, personajes y lugares intrigantes, una historia emocionante y muchas situaciones y características fascinantemente extrañas para un adolescente noob en la saga. Creo que se lleva la palma a las emociones más intensas que he sentido jugando.
Broken Sword 1 (PSX)
Este juego ni lo conocía cuando me lo trajo mi abuelo (le habían dado el disco suelto para mí). Lo probé un día, por jugar a algo, y acabé metido de lleno en esa aparentemente realista historia, llena de misterios, intriga y fino humor. Siendo aficionado al dibujo, por supuesto el detalle artístico de los escenarios es de las cosas que más me fascinaba, los cuales iban acompañados de una música ideal para transmitir la solemnidad de cada evento. Luego claro, no sorprendió tanto El Código Da Vinci; normal.
Driver (PSX)
Bueno, para mi gusto, Reflections lograba hacer lo que nunca ha conseguido Rockstar, y es hacerme sentir tensión y emoción en muchas de las persecuciones y demás misiones; prácticamente, en todo el juego. La música de los 70 ayuda a ambientar y a hacer creíble la situación, pero está claro que había mucho más que eso en ese juego.
Soul Calibur (DC)
Me lo pillé por lo espectacular que me parecía visualmente, y me atrapó todo lo demás. Increíble la cantidad de contenido que tenía, y las ganas de completarlo no eran normales. Simplemente, el juego te lleva por donde quiere, algo que es relevante en mi caso, porque aún gustándome mucho el género, tampoco soy de los mayores fans del género de lucha. Es sorprendente lo que me llenó este juego.
PES / ISS (PSX, PS2, PSP)
Con algunas ediciones más que otras, pero (jugando sin "trampas", con el autoguardado anti-quitter activado) la emoción de ganar o perder una liga en el último suspiro, las remontadas épicas, los objetivos extras... bastantes veces se me aceleraba el corazón.
GTA Vice City (PSX)
San Andreas es para mí el GTA más completo y divertido de los que he jugado (valoración muy particular, porque el V sólo me lo he pasado, sin darle al online ni nada de eso), pero si hablamos de emociones, aunque sin ser especialmente fuertes, el único que recuerdo que me las ha transmitido es el Vice City; no en los momentos de misiones vibrantes (eso sólo me pasó con Driver), sino en paseos nocturnos por la ciudad, escuchando temas ochenteros (sobre todo "Self Control").
Call of Duty 4: Moder Warfare (Online) (PS3)
A estas alturas, ya habrá infinidad de juegos del estilo (desde Uncharted 2 o COD6 que no juego a nada online de forma dedicada o habitual), pero de verdad.. la diversión que me dio este juego era tremenda. Impresionante como podía cambiar la experiencia en el mismo mapa de un modo a otro, o de unos jugadores a otros, o por estar o no en un clan, etc... nunca sabía lo que me podía esperar, si una gran racha o que me follasen sin piedad. Eso sí, ese cosquilleo antes de empezar a jugar no lo tuve con ningún otro juego hasta ese momento.
Realmente, puede haber muchisimos más juegos capaces de transmitirnos emociones intensas, pero sólo algunos te los encuentras en el momento adecuado, y en mi caso, estos son y serán siempre los míos (puede que con algún otro que igual se me haya olvidado, pero creo que no).
Se puede decir que me he emocionado escribiendo.
Si has leído todo el tochaco, mil gracias.