Ocho meses después de que Orange anunciase su intención de
adquirir Jazztel, la Comisión Europea ha aprobado la operación. El consentimiento del ejecutivo europeo llega acompañado de una serie de compromisos que buscan garantizar una competencia efectiva en los mercados de los servicios de acceso fijo a Internet.
La principal preocupación que tenía la Comisión es que la operación, en los términos inicialmente notificados, pudiera conllevar un incremento de los precios para los usuarios españoles. Según la Comisión, con las medidas adoptadas "un nuevo operador podrá penetrar en el mercado y competir con el mismo vigor con el que lo hacen Orange y Jazztel en la actualidad".
Los dos grandes compromisos que adquiere Orange son los siguientes:
Fibra óptica: Se ha comprometido a ceder una red de fibra independiente que abarca entre 700.000 y 800.000 unidades inmobiliarias y que es similar al tamaño de la red actual. Esta abarca 13 municipios urbanos situados en cinco grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga.
Cobre: Se ha comprometido a ofrecer acceso a la red ADSL de Jazztel al comprador de la red de fibra óptica durante un período de hasta ocho años. El coste de este acceso mayorista a esta red deberá permitir al nuevo operador competir con la misma agresividad con la que Orange y Jazztel lo hacen actualmente.
¿Quién será ese operador? Sobre la mesa solo hay dos nombres:
MásMóvil y Yoigo.