Yo en esos casos me comporto como las partículas subatómicas: si me observan con alevosa maldad, me defino. O sea, sin quererlo, empiezo a moverme y mirar como un chorizo. Es muy cómico, si no fuera porque paso un mal rato. Mi parienta tiene la sangre cuajada: le da igual.
Lo de los pitiditos nos ha sucedido varias veces. Sin nosotros tocar nada, un objeto suena. Entonces viene una suripanta del MM, lo manipula con un aparatito y dice algo del estilo: "Uy, llevan toda la tarde así...". Más el segurata rondando cerca nuestra, que no falla.
A ella, como os digo, le importa un rábano. Yo, en cambio:
Por supuesto que deben cuidarse todos los negocios de que no les roben, pero como decían algunos más arriba, a veces incomodan mucho y no es lo deseable si esperas fidelización. En mi caso, sólo me sucede en los listos estos, así que con no ir más...
Oye, en los chinos entro muy relajado, será que sólo frecuento un par de ellos y me conocen. Pero una vez fui a un chino textil, sólo ropa, y sí, cuando iba a la sección de complementos tenía a una vieja pegada todo el rato, madre del chino, o abuela, o espíritu guardián del local
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