Mi última cagada fue la siguiente:
Tenía que entregar una práctica de Organización de Empresas en la cual debías identificar el modelo organizativo que utilizaba la empresa del caso. La práctica había que entregarla el lunes y yo ya la tenía hecha el jueves por la tarde (propuse un modelo lineo-funcional).
El domingo por la tarde me llama un compañero del máster y me dice que habló con la profesora el viernes y ésta le dijo que el modelo era divisional. ¿Qué hice yo? Modifiqué la práctica, proponiendo en esta ocasión un modelo divisional.
El lunes en clase corregimos el caso. Finalmente, la empresa del caso adoptaba un modelo lineo-funcional y nadie en clase lo tenía bien, todos habían propuesto otro modelo diferente. El compañero que me dio el soplo le dijo a la profesora que ella le había comentado el viernes que el modelo correcto era el divisional y la profesora le contestó que se confundiría de caso práctico o que le habría entendido mal, pero que el modelo correcto era el lineo-funcional sin duda alguna.
Me sentí bastante estúpido por no confiar en mí mismo, pero de todo se aprende en esta vida.