Entro antes de que algún aficionado a la estupidez esta nos diga que no se puede comparar con una corrida de toros. Por si alguien no ha ido nunca a un correbous, bous al carrer o como lo llamen en vuestra zona, os recuerdo que es un "espectáculo" en el cual cientos o miles de descerebrados acosan a un toro por motivos que se me escapan, pero que para sus minúsculos cerebros deben de ser lo más de lo más. La subnormalidad esta incluye tirarles y pegarles con cualquier cosa que tengas a mano, pincharles con una vara acabada en punzón cuando no se mueven, llenarlos de banderillas (de las de aguja y papel), quemarles los ojos con un láser o hacerlo con bolas de fuego puestas en los cuernos. Aquí, donde la tontería esta va unida a nuestra fiesta de interés turístico internacional (se les llena a los políticos la boca al recordarlo), hicieron un toro embolado hace un par de semanas por San Antonio, le pusieron mal una bola y se le quemó la cara y el lomo. Para ponerle las bolas atan una cuerda a los cuernos, pasan el otro extremo por un agujero en un poste de madera y entre unos cuantos estiran hasta que el toro se queda pegado al poste. Hace un par de años calcularon mal al estirar, el toro clavó los cuernos en suelo, dio una voltereta y se rompió una o dos patas traseras (bueno, o la columna, yo qué sé). No veáis la que se armó, con el toro bramando de dolor sin poder levantarse y los gilipollas estos estirando de la cuerda para acabar de ponerle las putas bolas. Al cabo de no sé cuánto llegó un veterinario, arrastraron el bicho al redil, lo mataron y soltaron a otro para que continuara la fieshhhta, bicós de chou mas gou on.
Viva España, joder.
Y que conste que mi pueblo es de los que tienen las fiestas relacionadas con animales más suavecitas. Me imagino vivir en un sitio de esos en los que arrancan cabezas de gallos, arrastran un burro hasta reventarlo o matan toros con lanzas...
P.D.: Silent Bob, no lo había escrito por ti pero más o menos contesta a tu pregunta. No es una tortura comparable a lo que les hacen a los toros en un ruedo, pero aun así sigue siendo un maltrato estúpido e innecesario que nos recuerda que vivimos en un país de paletos.